Internacionales

“Milei, el capitalismo en modo extremista”

Por Francisco Delgado / Analista internacional.

Las elecciones recién concluidas en Argentina dejan como resultado la peor de las alternativa en disputa: la victoria del aspirante de “La Libertad Avanza”, Javier Gerardo Milei, que obtuvo el 56% de los votos contra el 44% del oficialista Sergio Tomas Massa.

El giro hacia la extrema derecha del electorado en Argentina no debería extrañar. Aquí se cumplen las generales de la ley, que explican la existencia de corrientes ultra derechista en toda la Región.

El lenguaje pretendidamente rupturista de Milei, no debe llevar a engaño. Su propuesta es en rigor una solución del propio sistema, ante el ocaso político de opciones de derecha más moderadas, que se veía venir desde antes del 2023, tal el caso del macrismo.

En efecto, mucho antes de octubre del 2023, los poderes facticos del país identificaron y construyeron un personaje de talante mesiánico, especie de Trump rioplatense. Por ejemplo, solo en el 2018, Milei fue entrevistado 235 veces por los medios corporativos, una posibilidad que ningún personaje de su jerarquía suele tener.

Un peso extraordinario lo tiene el deterioro de la situación socio económica, la cual provocó que importantes segmentos de las capas medias, pasaran a formar parte del 40% de la población pobre argentina; estos sectores suelen constituir la base socio clasista del extremismo de derecha en estos tiempos.

El resto lo hizo la pos verdad, la retórica plagada de consignas vacías o con énfasis en aspiraciones, usualmente imposibles de cumplir, como el proyecto de dolarizar el país, política que terminó en una pesadilla a fines del pasado siglo.

La relevante votación obtenida por Milei entre la juventud, aportaron otro ingrediente a los resultados electorales. Principal víctima de la precarización de los trabajadores y capas medias, esa juventud no vivió la época de la paridad, creyó en la promesa de que sus ingresos se convertirán (por arte de magia) en dólares y resultó fácilmente manipulable, vía redes sociales digitales.

Con el tiempo se sabrá más sobre este intrigante asunto; la verdad arrojará luces sobre el armado político que, al menos a nivel comunicacional, se implementó tras el flamante nuevo mandatario.

En el lado contrario se apreciaron errores políticos. Elegir como candidato a Sergio Massa, titular de Economía, en el contexto de una crisis de esa naturaleza, es tal vez el mejor ejemplo.

Otros aspectos de mayor peso, tienen que ver con el propio agotamiento del oficialismo en su capacidad de convocatoria, presumiblemente debido a su talante moderado, sin capacidad o intención de tomar medidas más radicales, que beneficiaran oportuna y sistemáticamente a las mayorías, ante los desafíos impuestos por la crisis.

En paralelo, otras estructuras conformadas por organizaciones sociales, sindicatos e incluso los clubes de futbol, que exhortaron a no votar por Milei, tampoco pudieron movilizar suficientes votos para pararlo. ¿Han perdido representatividad? Es la pregunta que esta realidad sugiere.

Se impone, de oficio, un reacomodo de figuras y sectores políticos en el interior del así llamado peronismo o kirchnerismo, asunto de única incumbencia de los argentinos, y que de seguro tomará en cuenta las insuficiencias, las limitaciones y las causas profundas que habilitaron el ingreso de la extrema derecha en el gobierno federal.

Especular sobre cómo sigue esta historia puede ser temerario, pero es razonable esperar una moderación de las proyecciones más radicales, al menos en su agenda económica. Milei deberá gestionar una realidad política y social que resulta adversa para sus planes radicales, contando además solo con el 10% del Senado y el 14% de la Cámara de Diputados, así como cero gobernadores.

Al unísono, tendrá ante sí a un pueblo con una extraordinaria historia de lucha, 30 mil desaparecidos lo demuestran, aunque la nueva vice presidenta lo niegue despreocupadamente; grupos y fuerzas políticas y sociales experimentadas, que dada la gravedad de la situación, encontrarán la manera de gestionar la ineludible unidad para resistir y vencer.

 Foto de portada: MATIAS BAGLIETTO.

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