Internacionales

Gaza y la vergüenza imborrable para culpables y cómplices

Por Raúl Antonio Capote* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Al menos 18. 787 personas han muerto y otras 50. 897 resultaron heridas en Gaza desde el 7 de octubre, debido a los ataques israelíes, según ha informado el Ministerio de Sanidad gazatí, en un comunicado.

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) acusó recientemente a Israel de matar a tiros a un adolescente palestino en el complejo del hospital Jalil Suleimán, en Yenín.

 “Desde el 7 de octubre, hemos visto a las fuerzas israelíes disparar con munición real al hospital, lanzar gases lacrimógenos, bloquear ambulancias, humillar y acosar al personal médico, y, ahora, disparar y matar a alguien en el recinto hospitalario”, ha denunciado MSF.

La crueldad de la guerra supera cualquier comparación, Gaza, se ha convertido en un gran cementerio de infantes, la bestialidad mostrada con impunidad al mundo por el sionismo, demuestra el grado degradación de la ideología que defienden, lo torcido de sus bases morales, la deformación que el racismo genera en los seres humanos.

Miles mueren en Palestina ante la mirada impasible de naciones que deberían asumir una postura firme ante el genocidio, mientras el dinero estadounidense sufraga a la maquinaria militar sionista. ¿Quién si no, paga las bombas anti búnker de 907 kilogramos BLU-10 que utiliza Israel, esas que sepultan a mujeres y niños bajo los escombros?

Esos artefactos se utilizaron, por ejemplo, en uno de los ataques más mortíferos, contra el campo de refugiados de Jabalia, en el enclave palestino.

Los aviones de carga militares C-17 estadounidenses, desde el principio de las hostilidades, trasladan toneladas de armamentos a Israel, hablamos de aproximadamente 15, 000 bombas, de ellas más de 5, 000 Mk82 no guiadas, más de 5, 400 Mk84 de 907 kilogramos de ojiva, alrededor de 1, 000 GBU-39 de pequeño diámetro y aproximadamente 3.000 JDAM, que convierten las bombas no guiadas en armas guiadas «inteligentes», más 57, 000 proyectiles de artillería.

Casi la mitad de las bombas usadas por Israel son munición no guiada, que pueden caer en cualquier parte y matar a inocentes. Según un informe de la inteligencia estadounidense publicado por CNN. “Las municiones no guiadas suelen ser menos precisas y pueden representar una mayor amenaza para los civiles, especialmente en una zona tan densamente poblada como Gaza”.

Por otra parte, continúan los combates callejeros en la ciudad de Gaza, los combatientes de las Brigadas Izzeddin al Qassam emboscan a las fuerzas israelíes, destruyen sus vehículos blindados y causan cuantiosas bajas a su infantería.

Diariamente entre 30 y 40 militares sionistas son ultimados, la resistencia se torna más férrea. Más allá de la propaganda de guerra de Tel Avid, el avance ha sido mucho más lento que lo calculado.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, reiteró al asesor de seguridad nacional de EE UU, Jack Sullivan, de visita en Israel, que seguirán la guerra “hasta la victoria absoluta”.

“He explicado a nuestros amigos estadounidenses que nuestros heroicos guerreros no han caído en vano”, ha afirmado Netanyahu en un comunicado. “Desde el profundo dolor que supone su caída, estamos más determinados que nunca a seguir luchando hasta que Hamás sea eliminada”.

Mientras que, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, le informó al consejero de Seguridad Nacional de EE UU., que, “Hamás es una organización terrorista (…) con una infraestructura bajo tierra y sobre el terreno que no es fácil destruir (…) requerirá un período de tiempo que será de más de varios meses, pero venceremos y los destruiremos”, parece que el triunfalismo inicial se va desvaneciendo.

Gaza se convierte en un problema cada vez más serio para las tropas sionistas, todo parece indicar que tendrán que probar una dosis de aquel “jarabe” que una vez, salvando el tiempo y las distancias, los vietnamitas le dieron de beber al arrogante ejército yanqui.

Los horrendos crímenes cometidos contra la población civil, afrenta sin nombre a todo lo humano, quedarán tallados en la memoria por los siglos de los siglos y serán una vergüenza imborrable tanto para los culpables como para los cómplices.

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

Foto de portada: Ibraheem Abu Mustafa/ Reuters.

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