El uso de armas de fuego no reconoce la edad de sus víctimas
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En la Florida, Estados Unidos, esta Navidad, un adolescente de 14 años, Damarcus Coley, portando una pistola, mató a tiros a su hermana, Abrielle Baldwin, de 23 años. Damarcus discutía con su hermano Darcus sobre quién de los dos recibiría más regalos, y ella intervino para que dejaran de reñir.
Momentos después, Darcus tiroteó a su hermano en el estómago, por haberle disparado a Abrielle, y abandonó la escena del crimen. El adolescente herido fue intervenido quirúrgicamente, y se encuentra en recuperación.
La joven, que en el momento de recibir los impactos cargaba a su bebé, fue declarada muerta al llegar al centro hospitalario, y dejó huérfanos a la niña y a un pequeño de seis años.
Así sucedió hace dos días en el condado Pinellas, un caso más entre miles. Personas de todas las edades son víctimas del uso festinado de las armas de fuego en Estados Unidos. En ese país suman más de 42 000 las personas fallecidas por esta causa en 2023.
La oficina del alguacil del condado de Pinellas advirtió, al respecto, que los jóvenes compran armas en cualquier lugar, y las usan en cualquier sitio, por motivos diversos.
«Esta proliferación de armas en las calles, y armas en esta área, y armas en manos de estos niños, es lo peor que he visto en mi vida. No creo que nunca lo hayamos visto tan mal. Realmente creo que necesitamos leyes más estrictas para tratar con estos niños», afirmó el alguacil del condado, Bob Gualtieri.
De acuerdo con la agencia Sputnik, en el año que concluye, en Estados Unidos se han producido 650 tiroteos masivos, 40 asesinatos en masa, entre otros. Más de 1 600 niños de entre cero y 17 años murieron en incidentes de violencia armada, y otros 4 444 resultaron heridos.
La propia agencia también refirió que, en lo que va de año, 46 agentes del orden perdieron la vida en incidentes de violencia armada, y 1 412 sospechosos murieron en hechos con participación de uniformados.
Tomado de Granma/ Foto de portada: Getty Images