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“Traiganme dólares”, la frase límite de Caputo: El ministro aseguró que, sin eso, el plan de Milei en Argentina es inviable

Por Leandro Renou.

 

En la primera reunión de equipos, le pidió a sus secretarios que se ocupen exclusivamente de buscar divisas. La presión devaluatoria y una supuesta apertura del cepo traba la liquidación de exportaciones y pone en riesgo la dolarización y el programa. 

El ministro de Economía, Luis Caputo, entiende que sin dólares el plan de Javier Milei es inviable, no sólo porque imposibilita la dolarización, sino porque el intento de proceso de estabilización no será sostenible. Esa posición la mostró el viernes último, por la tarde, en la primera reunión de su gabinete desde la asunción al frente del ministerio, en el mes de diciembre. El exDeustche Bank conoció allí a buena parte de sus subsecretarios, a quienes no había visto hasta ese día. Los escuchó a cada uno pero a los cinco minutos los frenó. 

“Traiganme dólares, si no hay dólares el plan del Presidente no tiene sentido”, les dijo a los presentes en el encuentro. De los que lo escuchaban, Caputo sólo conocía a Pablo Quirno, el secretario de Finanzas, y a Juan Pazo, el secretario de Coordinación de Economía. Al resto los veía por primera vez y muchos se sorprendieron al escuchar el pedido, porque no tiene que ver con la función de casi ninguno de los que fueron de la partida. “Ahora, ¿esto no lo tendría que hablar con Bausili en vez de con nosotros?”, expresó uno de los subsecretarios a la salida de la reunión. Se refería al presidente del Banco Central y exsocio del Ministro, que no puede lograr aún apalancar reservas a un volúmen que a Milei le permita dolarizar, desdoblar el tipo de cambio y abrir el cepo. Incluso, le critican que venda un volúmen de reservas netas que, en realidad, no existen en las arcas del Central. 

Según supo PáginaI12, Caputo está preocupado porque el apuro de Milei por dolarizar le puso tensión a la relación con los sectores exportadores, que no quieren liquidar divisas porque saben que se vienen decisiones de fondo. Es más, cuentan cerca del Ministro que fue idea del Presidente decir que abrirán el cepo cambiario dentro de unos meses. “Generan expectativas para no liquidar”, fue la frase que se escuchó en sectores exportadores de diferentes rubros. Un productor de La Pampa comentó en una reunión privada reciente que si abren el cepo, el dólar que hoy está a 830 pesos estará “a lo que diga el mercado”. Por qué, entonces, ¿”les vamos a vender ahora nuestro trigo?”. La explicación del Gobierno es curiosa: les aseguraron a muchos productores que sí lo hacen ahora pueden hacer una maniobra financiera importante. Del otro lado les explicaron que el negocio es comercial. 


En la misma línea, los exportadores de carne frenaron todas las ventas a China, el mercado que se lleva casi todo que se vende al exterior. Es que el valor FOB de la tonelada es 4500 dólares y, ante el rumor de apertura del cepo y disparada del precio, les conviene seguir vendiendo al precio del mercado interno y esperar a ver cómo mueve el Gobierno.

 

No hay verdes
En este contexto, el pedido desesperado de Caputo para que le consigan dólares está basado en que aún con las recompras de reservas que vienen haciendo post devaluación, las divisas que hay en el BCRA no son suficientes para la aventura dolarizadora. Alguien que conoce los pasillos de Hacienda dijo a este diario que, mientras Milei y Caputo habla de unificación cambiaria y Milei de eso y de dolarizar, la plata no está para ninguna de las dos cosas: hoy, el Gobierno precisa al menos 14 mil millones de dólares libres de pago de importaciones. 

Hasta ahora, el Bopreal, el bono que les ofrecieron a empresas con deudas de importaciones, cubrió sólo la mitad de la deuda de 50 mil millones, y el resto es deuda comercial corriente. Es decir, cuando pague importaciones, el Gobierno deberá destinar 12 mil millones de los nuevos flujos normales de importaciones del primer semestre, más 25 mil millones de deuda pasada. Por todo esto, Caputo pide acelerar la rosca para conseguir divisas. 

El ministro, más allá de lo que vende públicamente, esta seriamente preocupado por la caída del paquete fiscal y, por eso, vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de tratar la ley ómnibus. Con el paquete fiscal, hubiese recaudado vía moratoria y blanqueo, y con la ley ómnibus y las privatizaciones podrían haberse hecho de dólares frescos vendiendo compañías estatales que ya tenían prometidas. 

El dato extra es que las presiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que el gobierno de Milei abra el cepo cambiario o fuerce otra devaluación son cada vez mayores y, según considera el propio Caputo, el Presidente no puede frenar ese tipo de comunicaciones públicas, que sólo le meten más fuego a una hoguera holgadamente alimentada. 


 

Tomado de Página /12 / Foto de portada: NA.

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