Internacionales

Genocidio en Palestina: entre el horror y la desesperanza

Por Héctor Bernardo.

Miles de niños, niñas, hombres y mujeres palestinos han muerto por los bombardeos israelíes. Otros tantos se encuentran heridos, mutilados, desaparecidos o enterrados bajo los escombros. Fosas comunes fueron halladas con centenares de cadáveres que llevan signos de tortura y cicatrices que evidenciarían el robo de órganos. ¿Por qué la humanidad no reacciona frente al exterminio de un pueblo?

Contra toda regla periodística, las noticias sobre Palestina deberían redactarse con gerundios. Los niños y las niñas de la Franja de Gaza y de Cisjordania no murieron, están muriendo. Todos los días, francotiradores, drones, misiles y soldados con los armamentos más sofisticados matan a decenas –o centenares– de palestinos. Los están matando ahora mismo, mientras alguien lee estás líneas. Otros se encuentran heridos, mutilados, desaparecidos o están enterrados bajo los escombros, tal vez, dando sus últimos suspiros entre el polvo, la oscuridad, el miedo y la desesperación.

El avance de la tecnología ha transformado a la humanidad en testigo de un genocidio trasmitido casi en directo por la las redes sociales. Tras 208 días de ataques israelíes contra la Franja de Gaza, ya suman 34.550 los palestinos asesinados (14.100 de ellos, niños y niñas, 9.200 mujeres y 1.049 adultos mayores). Además, hay más de 77.700 heridos y 8.100 desaparecidos (al menos 4.000 de ellos, niños y niñas).

Vale la pena repetir este dato: 14.100 niños y niñas asesinados en 208 días. Estadísticamente: 67 por día; casi 3 por hora. Es decir: cada 20 minutos uno de los ejércitos más poderosos del mundo asesina a un niño o una niña.

El horror no tiene límites

En febrero pasado, las fuerzas israelíes realizaron un ataque contra el Hospital Nasser de Jan Junis. Tras tomar el lugar, permanecieron allí hasta el 7 de abril. Luego de su retirada, organismos palestinos e internacionales encontraron en el lugar una fosa común con más de 390 cadáveres de palestinos asesinados.

La portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, comunicó que «entre los fallecidos había presuntamente personas mayores, mujeres y heridos, mientras que otros [cuerpos] fueron encontrados atados de manos […] atados y despojados de sus ropas».

Según denunciaron organismos palestinos, varios cuerpos fueron hallados con marcas de torturas, otros con signos de haber sido enterrados vivos y algunos con cicatrices que evidenciarían el robo de sus órganos.

Antonio Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), exigió que se permita a los investigadores internacionales el acceso a los entierros masivos en la Franja de Gaza para determinar las circunstancias de la muerte de centenares de palestinos.

Morir de hambre

No solo las balas y los misiles israelíes matan a los palestinos. Desde el 7 de octubre, en la Franja de Gaza también se mueren de hambre y de sed. Israel cortó el suministro de agua potable y ha bloqueado el ingreso de alimentos y ayuda humanitaria. Desde entonces, al menos 27 niños han muerto por desnutrición o deshidratación.

Según un reporte de marzo pasado publicado por Unicef, «en lo que llevamos de 2024, la desnutrición aguda ha aumentado entre los niños y niñas del norte de la Franja de Gaza del 15,6% al 31%. Apenas dos meses y la cifra se ha duplicado, o lo que es lo mismo, 1 de cada 3 niños sufre desnutrición aguda actualmente».

La publicación señala que «las agencias de la ONU llevan advirtiendo del riesgo de hambruna en la Franja de Gaza desde diciembre, una alerta que cobra más fuerza con el veloz aumento del número de casos».

Oídos sordos

En todo el mundo, la movilización contra el genocidio en Palestina toma cada vez más fuerza. En el propio Estados Unidos centenares de estudiantes realizaron protestas en más de 30 universidades en rechazo al accionar del Gobierno de Netanyahu. Diversos Estados han denunciado los crímenes cometidos por las fuerzas israelíes, entre ellos, el Gobierno colombiano conducido por Gustavo Petro, quien anunció que su país romperá relaciones con Israel. Sudáfrica denunció por genocidio a Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Sin embargo, la comunidad internacional en su conjunto no toma acciones concretas para poner fin a esta tragedia.

Los bombardeos israelíes provocaron el desplazamiento forzado de más de 1,9 millones de palestino dentro de la propia Franja de Gaza (cuya población total es de 2,3 millones). La mayoría de los palestinos hoy se encuentran refugiados en la ciudad de Rafah y el Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu ya ha anunciado que planea realizar una invasión terrestre a ese territorio.

El 30 de abril, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, viajó a Israel (por séptima vez desde octubre) y le aseguró a Netanyahu que su país no apoyará una invasión a Rafah. El funcionario norteamericano aseguró que busca conseguir una tregua. Por su parte, según informó el medio israelí Walla, Netanyahu le advirtió a Blinken que no aceptará ningún acuerdo que incluya el final de la guerra en Gaza.

Tomado de Diario Contexto.

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