Cuba denuncia: Estados Unidos ratifica su condición de patrocinador del terrorismo

Por Raúl Antonio Capote* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

La nación que se abroga el derecho de juzgar quien es terrorista y quien no, de acuerdo con sus intereses geopolíticos, determinando sanciones e incorporando países a sus listas ilegítimas sobre el patrocinio de ese flagelo en el mundo, acaba de ratificar su verdadera posición al respecto.

Reeditando sucesos e historias que ocurren desde el año 1959, desde el triunfó de la Revolución Cubana, un individuo, radicado en Miami, Florida, EE.UU., Ardenys García Álvarez, portando armas y municiones, desembarcó de forma ilegal por la costa norte de Matanzas, con el fin de ejecutar acciones violentas en la Isla.

Recordemos que, en diciembre de 2023, el gobierno cubano publicó la lista de personas y entidades que patrocinan el terrorismo contra Cuba. Dos días después, se informó sobre la neutralización de un nuevo plan de reclutamiento para ejecutar acciones violentas, gestado en Estados Unidos.

Como mostró el programa especial presentado por la TV cubana, finalizado el Noticiero Estelar de la noche del lunes 8 de julio, Ardenys García, después de su entrenamiento militar, llegó ilegalmente a Cuba en una JetSky, inscrita en Florida.

Luego de su infiltración, comenzó a desplegar las actividades para las que fuera entrenado por su jefe Willy González, un personaje harto conocido por el FBI y por los cubanos, por sus acciones violentas y desplantes rabiosos en las redes sociales.

El terrorista de marras, realizó reclutamientos en Cuba, hizo estudios de blancos, planeó tomar por asalto unidades militares, intentó organizar un movimiento clandestino armado y realizar sabotajes a la economía.

Estamos en presencia de un delito sumamente grave, más sin embargo no es una novedad, contra la Mayor de las Antillas, el bloqueo económico, comercial y financiero y el terrorismo son parte sustancial de la política de EE.UU.

Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, actos terroristas cometidos por el gobierno de EE.UU., han causado 3 478 víctimas mortales y 2 099 personas con discapacidad en la Isla.

Cómo olvidar el sabotaje al vapor La Coubre, los asesinatos de los maestros alfabetizadores Conrado Benítez, Manuel Ascunce y otros niños, jóvenes y campesinos cubanos cometidos por bandas armadas y organizadas por la CIA en los años 60.

Nuestros archivos históricos guardan la memoria de más de 600 intentos de atentados contra Fidel Castro y otros líderes de la Revolución, ataques a embarcaciones de pescadores y buques mercantes, bombardeos con fósforo blanco contra poblaciones civiles y campos de caña.

Siempre recordaremos el abominable sabotaje contra un Avión de Cubana de Aviación en Barbados el 6 de octubre de 1976, la introducción de la epidemia de dengue que mató a 101 niños en 1981, las bombas colocadas en los hoteles en los 90 y los asesinatos de funcionarios cubanos en el exterior.

El ataque pirata al pacífico poblado de Boca de Samá, los ametrallamientos desde lanchas rápidas a nuestros hoteles, las bombas en las ciudades, la quema de cines y escuelas, la guerra biológica que tanto daño ha causado a nuestra economía, son actos que marcan con claridad una ejecutoria de terrorismo organizado y financiado por la Casa Blanca.

Washington debe responder a los llamados de Cuba para cooperar, enfrentar y detener planes terroristas. Los culpables deben responder a la justicia como establecen las leyes internacionales. Cuba espera respuestas.

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

Foto de portada: Captura de pantalla.

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