Declaración de la Unión Árabe de Cuba y de la Federación de Entidades Cubano-Árabes (FEARAB-CUBA)
26 de septiembre del 2024
El mundo vive días convulsos, solo comparables con el genocidio Nazi y los llamados a la paz parecen no tener lugar en una carrera autodestructiva y genocida. Gaza es el nuevo Auschwitz y ahora el Líbano paga el precio de la legítima defensa a los valores más universales: el derecho a la vida y a la autodeterminación.
Resulta, sin embargo, cada vez más dificil mantener la farsa que representan varias potencias en las Naciones Unidas. Ese organismo secuestrado por su Consejo de Seguridad, ha sido incapaz de poder dilucidar los conflictos globales más importantes.
Las Naciones Unidas surgieron para evitar que se volviera a producir un acto de crueldad extrema como el que comete hoy Israel. Y han incumplido ese mandato, siendo testigos mudos de la matanza de personas inocentes.
El respeto a las leyes de la guerra y a los tratados internacionales terminó, desde que Israel decidió bombardear hospitales, escuelas, campos de refugiados, edificios familiares y poner bombas en dispositivos electrónicos comerciales. No queda un ápice de moral en el occidente colectivo para señalar los esfuerzos de los pueblos árabes por lograr su autodeterminación. No quedan opciones, salvo enfrentar la maldad y brutalidad de los carniceros de Tel Aviv con la espada de Zulfiqar.
En este mundo sin cabida para la paz, los oprimidos no tienen más salida que defenderse y luchar por sus derechos, no tienen más opción que unirse en contra del enemigo común y hacer frente entre todos. Las olas de violencia solo se pueden detener con la resistencia y la victoria en la lucha.
Palestina y el Líbano están pagando el precio que impone ser fiel a su historia y sus principios. Algo que en la Cuba de Fidel, sabemos y defendemos.
Nuestro llamado al mundo árabe es uno solo: unidad, unidad y unidad.