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Argentina: Miles de trabajadores ocupados y desocupados llenaron Plaza de Mayo para condenar las políticas de hambre de Milei y su gobierno fascista

Cobertura especial de Resumen Latinoamericano.

Participaron las dos CTA, la UTEP, Territorios en Lucha y ATE, entre otras organizaciones y sindicatos. La CGT “dialoguista” fue la gran ausente.

Antes del mediodía, el asfalto caliente de Plaza de Mayo recibió a miles de manifestantes, que entraron en dos columnas por Avenida de Mayo y por Diagonal Sur, y otra posterior del Polo Obrero que entró por Diagonal Norte. Detrás de una enorme bandera verde ingresaron los trabajadores aglutinados en ATE, gremio que está en lucha contra los despidos y que cumplía un paro general, también el Smata, Suteba y otros gremios que en esta ocasión no coincidieron con el vergonzoso faltazo de la cúpula de la CGT. Pero también fue muy potente la multitud que se movió en el marco de los movimientos sociales. Los piqueteros ligados a Territorios en Lucha, a la UTEP y otras organizaciones, marcharon denunciando las políticas de hambre del gobierno de Milei, que desde que llegó a la Rosada cortó totalmente la entrega de alimentos a los comedores barriales y además embiste contra los jubilados y jubiladas.

Por su parte los docentes, que también sumaron mucha presencia, cantaban: «Llamen al gorila de Milei para que vea que el pueblo no cambia de idea y pelea por la educación».

Los sindicatos lamentaron que la Confederación General del Trabajo (CGT), principal organización sindical del país, no se adhiera a este paro, criticando su posición más dialoguista con el Gobierno de Milei, a pesar de las amenazas en las últimas semanas de su secretario general saliente, Pablo Moyano.

La protesta es «Por una Argentina sin hambre, con paz, justicia social y soberanía«. La convocatoria se dio en las principales ciudades de Argentina y no se limitó solamente a estos tres sindicatos, sino que se sumaron representantes del sector industrial o judicial, lo que generó una jornada de convocatoria «masiva».

«Convocamos a todas las fuerzas a ser parte de ello no solamente para que podamos destruir esta experiencia de gobierno, sino también para continuar con los esfuerzos de una patria sin hambre, con producción y trabajo, y con propuestas para construir una nueva experiencia que recupere la esperanza de nuestro pueblo», apuntó la secretaria general adjunta de ATE, Mercedes Cabezas.

Entre las reclamaciones de los sindicatos figuran la inmediata reincorporación de los trabajadores despedidos, la derogación de las políticas «que promueven el desguace del Estado y la precarización laboral», un aumento salarial que recupere el poder adquisitivo de los trabajadores y un cambio en la orientación económica del gobierno, «que priorice la producción, el empleo y la justicia social».

Además, uno de los asuntos calientes de la última semana es la puesta en marcha de los exámenes de idoneidad a los que se enfrentarán más de 40.000 empleados públicos para mantener su contrato en la Administración. Este asunto ha sido de gran polémica principalmente entre los sindicalistas de ATE, que han exigido al Gobierno su anulación, en una misiva enviada un día antes del paro.

«No nos quieren evaluar sobre nuestras capacidades, lo que quieren es seguir estigmatizando el empleo público», ha denunciado el secretario general de la ATE, Rodolfo Aguiar, uno de los firmantes de la carta en la que se acusa al Gobierno de Javier Milei de «asedio permanente» al Estado y de poner en marcha instrumentos destinados a perjudicar a los trabajadores de la Administración.

Las organizaciones sociales concentraron en avenida Belgrano e ingresaron a la Plaza de Mayo por diagonal sur. Nicolás Caropresi de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) explicó que la jornada nacional de lucha por pan, paz y trabajo se realizó “en un contexto donde el ajuste para los de abajo está siendo cada vez más duro”.

En ese mismo marco de opiniones, referentes del FOL, la OLP-Resistir y Luchar y el MULCS, que militan en la Coordinadora por el Cambio Social, señalaron que la movilización de este jueves era absolutamente necesaria para demostrarle al gobierno saqueador de Milei y Caputo, que el pueblo no está dispuesto a soportar más pérdidas de conquistas.

“Mientras el presidente ultraderechista se complace en discursear en la internacional fascista que deliberó el miercoles en el Hotel Hilton, las organizaciones sociales condenamos el racismo y las prácticas fascistoides contra los sectores populares”.

Por su parte, Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, que marchó sobre diagonal norte junto a otras organizaciones sociales y políticas, que la movilización se realizó por la vuelta de la comida a los comedores populares, algo que consideró «innegociable», y por aumento en los programas sociales: «están congelados en 78 mil pesos”, explicó.

En ese sentido, el dirigente social explicó que el reclamo es el del establecimiento de “una especie de IFE para el conjunto de la población que ha sido golpeada salvajemente por esta política económica, que ha sido muy perjudicada por la baja de salarios, por la pérdida de puestos de trabajo”. Y completó: “En definitiva, una ayuda, un ingreso familiar de emergencia para que las familias puedan pasar un poquito mejor las fiestas”, dijo.

Fotos: Agustín Diéguez para Resumen Latinoamericano.

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