El colapso de Siria es un gran golpe para una región independiente, pero no es el final de la historia
Por Ángel Maciá y Tim Anderson
Después de años de resistencia, Bashar el Assad ha cedido el gobierno y se ha exiliado en Rusia. ¿Qué ha pasado para llegar a esta situación?
En noviembre de 2024, Estados Unidos y Turquía, con sus dos mayores ejércitos de la OTAN ya ocupando grandes partes de Siria, decidieron enviar una invasión liderada por el HTS (Al Qaeda) a la ciudad de Alepo. Esto era para proporcionar algún alivio a los israelíes, que se habían visto obligados a una humillante retirada del sur del Líbano, después de un acuerdo de alto el fuego con el gobierno libanés.
El presidente Erdogan en Turquía afirmó, ante su audiencia pública, que se había opuesto a los israelíes en Palestina y el Líbano, pero en realidad mantuvo los envíos de energía a Israel durante el genocidio de Gaza.
El periodista palestino en Washington, Saeed Erikat, reveló que el plan Washington-Ankara-Israel estaba previsto para el segundo día del alto el fuego en el Líbano.Sin embargo, el plan del HTS tuvo mucho más éxito de lo previsto porque la resistencia siria colapsó de manera inesperada.
Sin duda, hubo algún acuerdo que se vino abajo, pero los detalles completos aún no son públicos. Sabemos que el gobierno sirio liderado por Bashar al Assad se vio debilitado por años de guerra y asedio, además, al parecer, debido a algunas falsas promesas de las traidoras monarquías árabes del Golfo Pérsico.
Siria había contado con una renovada inversión de parte de ellas después de ser readmitida en la Liga Árabe, pero eso nunca se materializó. Sin embargo, este acercamiento obligó a un cierto distanciamiento de Irán y sus aliados (por ejemplo, Damasco retiró su reconocimiento al gobierno liderado por Ansarallah en Yemen), de modo que Assad no pidió ayuda iraní cuando comenzó la invasión del HTS.
El ejército sirio se retiró de Alepo, Hama, Homs y Damasco tan rápido que Assad huyó a Rusia (sin explicación) y el primer ministro sirio, Mohammad Ghazi al-Jalali, se rindió a los grupos liderados por el HTS sin luchar. La explicación completa de este extraordinario colapso aún está por revelar.
Rusia no ha intervenido en el conflicto, después de haberlo hecho en 2015, dejando caer a Assad. Egipto y los EAU también habían normalizado sus relaciones diplomáticas con Siria, sin embargo, no han movido un dedo. El ejército nacional sirio prácticamente se ha dejado desarmar sin entablar una resistencia dura y homogénea. Irán tampoco ha intervenido. En definitiva, Siria se ha quedado prácticamente sola.
Sí. La resistencia siria, mantenida durante los 13 años anteriores a un gran coste, se derrumbó sin luchar. Todavía no sabemos exactamente cómo sucedió. En los primeros días de la invasión del HTS hubo algunos bombardeos rusos y sirios de convoyes del HTS en el norte. Sin embargo, como el gobierno sirio retiró su ejército y no pidió ayuda exterior, no pudo recibirla. Irán ya ha expresado su frustración por este hecho y atribuye parte de la culpa a las falsas promesas hechas por los estados del CCG, especialmente los Emiratos Árabes Unidos y los saudíes.
Pero muchos de los que antes eran leales a Asad también han expresado su amargura por el hecho de que Asad no haya dado una explicación pública de su rendición efectiva del país. Parece que los acontecimientos se desarrollaron muy rápidamente. Si un estado no resiste, no puede esperar que otros lo hagan en su lugar. Está claro que algunas partes del ejército sirio estaban listas para resistir.
En tu libro “La guerra sucia contra Siria (2016)”, sostienes que “nunca hubo rebeldes ‘moderados’, sino un “una insurrección islamista con respaldo saudita”. Cómo se explica entonces el relato basado en “rebeldes moderados”, que impera en prácticamente la totalidad de los medios de comunicación, publicando incluso videos trucados de presuntos presos torturados.
En Siria nunca ha habido “rebeldes moderados”. Ha habido oposición política, pero los grupos armados locales de la Hermandad Musulmana (como Ahrar as Sham) siempre han sido fanáticos sectarios, y los combatientes extranjeros de Al Qaeda y sus aliados eran eso o, en muchos casos, mercenarios. Observemos a los “rebeldes sirios” chinos de Xinjiang –así como a muchos otros de Asia Central– que ahora forman parte del nuevo régimen sirio. Los saudíes retiraron su patrocinio a los grupos armados en Siria hace algunos años.
Los grupos HTS en el norte de Siria fueron financiados y apoyados principalmente por Qatar y Turquía. Estados Unidos tenía sus representantes kurdos, las SDF/QSD, pero también (de manera encubierta) los restos del ISIS.
El famoso “Plan B” de Washington de debilitar y desembrar al país como operación de “cambio de régimen”, parece que se impone.
Así es. Estados Unidos e Israel siguen queriendo una “balcanización” del país, y los israelíes han bombardeado e invadido Siria. Sin embargo, Rusia y China, antiguos aliados de Siria, conocen la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de 2015, que exige el mantenimiento de la integridad territorial del país, una constitución democrática y elecciones libres y justas. Eso puede ser un obstáculo para una división completa entre Estados Unidos, Turquía e Israel del otrora Estado árabe independiente.
En este contexto, cual es el futuro que le espera a palestinos, libaneses, cristianos, kurdos.
El desafío es difícil. Siria ya no puede apoyar directamente a Hezbolá y a la resistencia palestina. El régimen del HTS ha exigido el desarme de las facciones palestinas y hay presiones sobre la comunidad drusa de Sweida para que se convierta en parte de un Israel más grande. Gran parte de la minoría chií está acampada en la frontera con el Líbano y exige asilo político en Irak o Irán. Siria, como refugio para minorías y refugiados palestinos, está seriamente dañada. El eslogan genocida de 2011 es “devolver a los cristianos a Beirut y a los alauitas a la tumba”. Ya ha habido masacres sectarias en Damasco y otros lugares.
Si desarrollamos el peor escenario posible (guerra civil sin cuartel, Israel bombardea Irán y este responde, Turquía envía tropas de ocupación y entra en territorio iraquí, al parecer ya lo ha hecho, aumento de la presencia de tropas norteamericanas sobre el terreno, etc.), las consecuencias que podrán desencadenarse de este tétrico escenario a nivel global serían impredecibles. Pero aún en el mejor (estabilidad política, división regional pacífica, contención sionista e iraní), tampoco se augura un buen futuro. El académico noruego, también profusamente censurado, Glenn Diesen sostiene que “La destrucción/»liberación» de Siria puede convertirse en nuestra guerra más desastrosa de todos los tiempos”.
Hay muchas cosas que no se pueden predecir, sobre todo porque sabemos que el régimen actual es débil y díscolo, que busca aliados internos (para gestionar un nuevo Estado), pero también que sufre presiones de sus nuevos amos: Estados Unidos, Turquía, Qatar e Israel.
Por ahora Rusia mantiene sus bases aéreas y navales, pero ¿por cuánto tiempo? Todavía no sabemos de dónde surgirá la resistencia, ya que la mayor parte del país ha sido desarmada y su capacidad defensiva ha sido bombardeada intensamente por los israelíes. Sin embargo, habrá resistencia a los intentos de negar lo que ha sido durante mucho tiempo un Estado pluralista e independiente.
Si desarrollamos el peor escenario posible (guerra civil sin cuartel, Israel bombardea Irán y este responde, Turquía envía tropas de ocupación y entra en territorio iraquí, al parecer ya lo ha hecho, aumento de la presencia de tropas norteamericanas sobre el terreno, etc.), las consecuencias que podrán desencadenarse de este tétrico escenario a nivel global serían impredecibles.
Por ahora Rusia mantiene sus bases aéreas y navales, pero ¿por cuánto tiempo?
Todavía no sabemos de dónde surgirá la resistencia, ya que la mayor parte del país ha sido desarmada y su capacidad defensiva ha sido bombardeada intensamente por los israelíes. Sin embargo, habrá resistencia a los intentos de negar lo que ha sido durante mucho tiempo un Estado pluralista e independiente.
A modo de conclusión: el último capítulo de la obra antes citada lo titulas “Hacia un Oriente Medio Independiente”.Qué queda de este ideal.
Esa idea sigue viva porque la resistencia es una característica humana. Asia occidental ha sido durante mucho tiempo una colonia de las grandes potencias, pero muchas partes resisten y no serán fácilmente aplastadas. El colapso de Siria es un gran golpe para una región independiente, pero no es el final de la historia. A pesar de todos sus defectos, Siria bajo Asad era una nación independiente y pluralista que apoyaba la lucha palestina.
El fuerte apoyo a esos elementos sigue existiendo, aunque se los suprima. Irán dice que tiene otras formas de apoyar la resistencia en Líbano y Palestina. Un Yemen independiente está cobrando fuerza recientemente e Irak ha ido recuperando lentamente su voluntad política, aunque todavía está ocupado militarmente. Palestina aún no ha sido destruida.
Los regímenes de la OTAN han recompensado a los israelíes por su genocidio en Gaza, pero todavía hay resistencia en Palestina. Creo que, en los próximos meses, veremos un resurgimiento de la resistencia dentro de Siria. El régimen de HTS no será popular.
(*) Tim Anderson, Director del Centre for Counter Hegemónic Studies, y autor de “The Dirty War on Syria (Centre for Counter Hegemónic Studies, 2016)”, traducido a diez idiomas entre ellos, el idioma español (La guerra sucia contra Siria, ISBN 978-0-9737147-7-7), nos ofrece una primera valoración sobre lo acaecido en Siria en las últimas semanas y sobre su complicado futuro.
Ángel Maciá, Doctorando en Sociedad, Desarrollo y Relaciones Laborales, Escuela Internacional de Doctorado. Universidad de Murcia, Cruz de la Orden al Mérito Civil,
Fuente: Revista TU VOZ
Foto: BBC