Cuba: En Caravana por la Revolución, rostros diferentes y una misma convicción
Por Jorge Enrique Jerez Belisario.
Luis Portales tenía 25 años. Era primer teniente del Ejército Rebelde y se había incorporado a la Columna 1 bajo las órdenes de Fidel junto a Alfredo Álvarez Mola y Jorge Enrique Mendoza; fue integrante de la tropa emboscada en Pino 3, y se encontraba operando cerca de Camagüey cuando triunfó la Revolución. Aquí se incorporó a la Caravana de la Libertad junto a sus compañeros de columna.
Recuerda que aquellos días fueron de júbilo. El pueblo, que había depositado la confianza en los barbudos, estaba de fiesta. «A mí me marcó mucho el recibimiento de algunos pueblos como el de Florida, en Camagüey, pero fue algo grande en toda Cuba. Desde entonces no me pierdo una reedición. Ver tantos jóvenes dispuestos a defender lo que nosotros construimos me llena de energía y de ganas de vivir. Tengo 91 años, pero voy a llegar a la Caravana 70».
Este 4 de enero, como en aquellos días de 1959, Portales vuelve a vivir la emoción de otra entrada triunfal a Camagüey junto a Fidel, sí, porque Fidel va en cada caravanista de este siglo, ya sea en el pecho, en la bandera cubana que porta orgullo o en el corazón dispuesto a seguir haciendo por Cuba, por complicada que sean las circunstancias.
Otra vez el pueblo acudió a la plaza de la Libertad a recibir la Caravana, frente al balcón donde abuelos y padres de las actuales generaciones de camagüeyanos escucharon por primera vez a Fidel decirles de qué iba la Revolución. «Esos tanques son del pueblo, se los hemos arrebatado a la tiranía para dárselos al pueblo. Y por eso esta mañana tuvimos la singular satisfacción de ver que a nuestro tanque el pueblo le tiraba flores. Y no es un tanque, son 16 tanques, los tanques que mandaron para perseguir a los rebeldes y los rebeldes van ahora para La Habana con los tanques», dijo el Comandante en Jefe aquel día.
A nombre de los hijos de esta Revolución, la pionera Yoselín Patricia Ramos Padrón, de la enseñanza Secundaria Básica, agradeció a la Revolución de Fidel la posibilidad de crecer sanos y alegres, de estudiar y llegar a ser profesionales que aporten en el futuro al país.
En la conmemoración a la que acudieron también las máximas autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, jóvenes y trabajadores destacados recibieron los carnés que los acreditan como militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas y el Partido Comunista de Cuba. También se reconoció de manera especial a los trabajadores del sector eléctrico por el esfuerzo que realizan en los momentos actuales y sobrepasar todas las carencias que nos impone el bloqueo.
Heiner Lian Carvajo Báxter, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas en Camagüey, ratificó la voluntad de continuar el camino de aquellos que entraron triunfales un 4 de enero a esta tierra, y de salvar la Revolución con la fuerza de la unidad.
«Como Fidel, los jóvenes de hoy, también ardemos en esperanzas de ver al pueblo a lo largo de nuestro recorrido, porque sé que es la misma esperanza, la misma fe de un pueblo entero que se ha levantado y se levanta para lograr sus victorias a costa de cualquier sacrifico», dijo.
Hace 66 años, los rebeldes traían tanques, fúsiles, las armas con las que habían hecho la Revolución; 66 años después, los Rebeldes de hoy, no andan en tanques y traen en sus manos las banderas de la patria socialista fruto de la Revolución Cubana. Año tras año cambian los rostros, pero el espíritu es el mismo, se saben los principales continuadores de aquella obra que hizo y hace historia todavía en Cuba y el mundo.
Tomado de Granma / Foto de portada: Rodolfo Blanco Cué.