Lo que omite el Departamento de Estado
Por Arthur González.
Cuba atraviesa una crisis turística, causada por las acciones ejecutadas por Estados Unidos contra la ahora principal fuente de dinero, en su intento por hacer fracasar el proceso revolucionario, como parte de la criminal guerra económica que ejecutan desde hace 67 años. Las medidas desarrolladas incluyen a la comunidad cubana radicada en el exterior, a la cual presionan para impedir que visiten y ayuden a sus familiares en la Isla, algo cruel que caracteriza la política exterior de Estados Unidos y después dicen que sus sanciones y leyes son para «ayudar» al pueblo de Cuba.
No obstante, los viajeros internacionales siguen mostrando un interés creciente por visitar la Isla, situación que enfurece a quienes dirigen la política anticubana. Por esa razón, la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado del régimen de Estados Unidos, lanzó un mensaje, reproducido de inmediato por su embajada en La Habana, en el cual «advierten» a los turistas que visitan Cuba, de crisis la económica que existe, con escasez de alimentos, falta de electricidad y calles llenas de basura, mientras los viajeros internacionales disfrutan de sus playas e instalaciones hoteleras de alto nivel, como si el propio gobierno yanqui no fuera el principal responsable de esta situación con sus múltiples leyes aprobadas desde 1960 y los actos de terrorismo, financiamiento de organizaciones contrarrevolucionarias, más las presiones y chantajes a otros gobiernos para que corten el comercio con la Isla.
El mensaje subversivo alega que «la economía turística cubana está diseñada para ocultar el sufrimiento del pueblo», desfachatez elevada a la enésima potencia, cuando ellos mismos reconocen en documentos oficiales que: «Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno».
Por qué no dicen que en 1999 el Council on Foreign Relations, CFR, afirmó: «La oposición de Estados Unidos a la Revolución cubana y el apoyo a la democracia y al desarrollo en este hemisferio, lograron frustrar las ambiciones cubanas de expandir su modelo económico e influencia política», o el documento de la CIA que con total desfachatez expone: » Las sanciones económicas oficiales abiertas de Estados Unidos, junto con las operaciones encubiertas de represalia económica, están provocando un marcado efecto adverso en la economía cubana. Para un impacto máximo en la economía cubana, este esfuerzo debe ser coordinado con las operaciones de sabotaje».
Eso lo ocultan siempre para que el mundo desconozca hasta dónde son capaces de llegar con tal de ahogar al pueblo cubano, algo similar a lo que hace Israel contra los palestinos para matarlos de hambre y enfermedades, con el fin de ocupar el país y apoderarse de todo.
Lo que pretende el Departamento de Estado dirigido por Marco Rubio, es impedir la entrada de turistas a la Isla y se han propuesto arruinarla la industria turística cubana con numerosas medidas sancionadoras, desde la prohibición de entrada a Cuba de cruceros, sanciones a casi el 90% de sus hoteles, hasta las agencias de viaje y de reservas de alojamiento, tanto en hoteles como en casas privadas. Es una persecución implacable y despiadada contra un país que no acepta arrodillarse a los pies de los yanquis y por eso hay que cortar su ejemplo de valentía e impedir que su economía florezca, como afirman sus documentos desclasificados.
Aunque las medidas del régimen dictatorial han causado daño en el sector turístico cubano, no alcanzan sus objetivos porque sus hermosas playas, unido a la calidez de los cubanos y su cultura, atraen a extranjeros que no les importa desafiar las presiones y amenazas del imperio.
La crisis provocada por la implacable guerra económica, comercial y financiera incide en la vida de todos los cubanos y eso nadie lo oculta, porque los turistas recorren libremente las ciudades y sus calles, donde comprueban como ese bloqueo afecta la vida del pueblo y regresan a sus países con la admiración hacia los cubanos por resistir estoicamente, algo que recondena a Marco Rubio y su pandilla de mafiosos que tienen encadenada la política exterior de Estados Unidos.
Sin embargo, el Departamento de Estado y su embajada en Cuba no dicen que en la Isla la seguridad de los turistas es muy superior a la que exhiben en Estados Unidos, donde cualquier persona puede perder la vida por un tiroteo inesperado.
Cifras oficiales estadounidenses de casos registrados por Gun Violence Archive, Education Week y Everytown for Gun Safety, arrojan que desde el año 2021 el número de tiroteos en centros escolares no deja de crecer y en 2024 ocurrieron 83, con un saldo de 38 muertos y más de 116 heridos, un récord jamás visto. Esos hechos ocurrieron en 27 campus universitarios y 56 en centros de enseñanza primaria y secundaria, situación que merece una alerta del Departamento de Estado y de las agencias de viaje, para quienes deciden visitar Estados Unidos, país que registra la mayor cantidad de tiroteos escolares del mundo, motivado por la depresión, la venganza y el acoso escolar, entre otras causas.
Quienes visitan los Estados Unidos pueden correr peligro de fallecer, como le sucedió en 2023 a la empresaria argentina Laura Jauregui muerta en Austin, en Texas durante un tiroteo, donde también resultó herida de gravedad otra persona.
Esa situación, que hace peligrar la vida de personas inocentes, debería publicarse en todas las agencias que venden pasajes y reservas de hoteles para Estados Unidos. Según estadísticas del Archivo de Violencia con Armas, hasta el 17 diciembre de 2024, se produjeron más de 488 tiroteos masivos en Estados Unidos, donde murieron 198 personas y 881 resultaron heridas. Hasta el 30 de junio de 2025 se reportan 205 tiroteos y cifras oficiales indican que en 2024 hubo, como promedio, un tiroteo masivo cada 24 horas, violencia armada dejó 15.998 víctimas, o sea que cada 24 horas se registró al menos un tiroteo masivo, con cuatro víctimas, muertas o heridas.
Informe del FBI del 3 de julio 2024, indica que en el año 2022 hubo 21.156 casos de asesinato y homicidio involuntario, con una tasa de 6,3 homicidios por cada 100.000 habitantes. Debido a esta situación, ocupan el puesto 126 en el mundo, en cuanto a tasa de homicidios intencionales por cada cien mil habitantes y se contabilizan no menos de 54 asesinatos diarios. Sus embajadas están en la obligación de alertar a los viajeros y la embajada yanqui en La Habana debería informar que, en Cuba, después de 1959 eso no ocurre.
¿Por qué el Departamento de Estado no advierte a los turistas que en Estados Unidos existen 48,5 millones de consumidores de drogas ilegales, según Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y Salud de Estados Unidos? Su política está direccionada a ocultarle a los visitantes extranjeros esta realidad, que, de acuerdo a las estadísticas oficiales hasta abril de 2024, las sobredosis por drogas en Estados Unidos, se cobraron más de 100.000 vidas por tercer año consecutivo, con un aumento de más del 50 % desde 2019, colocando a ese país con la tasa más alta de muertes por sobredosis del mundo.
Basta de atacar a Cuba y dejen vivir en paz a su noble pueblo que sufre y resiste valientemente las despiadadas leyes yanquis, para impedir su desarrollo y el ejemplo de sus principios.
Por eso José Martí afirmó:
«Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército».

