Murid Abukhater: «No era un sueño… ¡era una promesa!»
Por Murid Abukhater
Levanto mi título médico bien alto!:
«No era un sueño… ¡era una promesa!»
«De los escombros… ¡nacen los héroes!»
¡Finalmente!
Tras años de noches en vela y esfuerzo, tras un mar de desafíos…
¡Levanto mi título médico bien alto!:
«No era un sueño… ¡era una promesa!»
Desde el corazón del sufrimiento, bajo los bombardeos, entre las ruinas que la ocupación quiso convertir en tumba de nuestros sueños…
salí como palestino: con mi bisturí como arma, mi corazón como escudo, y mi título como grito frente a la injusticia:
¡Somos un pueblo invencible!
Mis padres, héroes… mis tíos… mis familiares… mis amigos…
Ustedes son las raíces que resistieron en tierra ardiente,
la mano que me sostuvo cuando tropecé,
el corazón que me impulsó cuando me cansé.
Este éxito es una corona en sus cabezas antes que en la mía.
Sí…
Estudié mientras mi familia estaba bajo el fuego,
mis apuntes llevaban el eco de los cohetes,
y mi llanto por la lejanía fue mi combustible.
¿Por qué?
Porque «nuestra determinación nace del dolor»,
porque sabemos que cada clase… cada libro… cada examen…
fue una bala en la batalla de la reconstrucción,
un paso hacia un regreso lleno de manos que sanan y mentes que levantan.
¡Y hoy doy gracias a Cuba!
A su Revolución que ilumina caminos,
a su pueblo solidario que, con becas y apoyo,
puso ladrillos en mi camino.
Su ejemplo de dignidad fue mi faro:
GraciasCuba por ser parte de mi victoria.
Hoy digo al mundo:
¡Miren!
Aquí está el estudiante palestino
construyendo caminos con piedras,
encendiendo velas en la oscuridad.
¡Los tanques no callarán nuestras voces!
¡Las balas no matarán nuestros sueños!
Este título no es solo un papel…
es una victoria..
Victoria de una voluntad que rompió el muro de lo imposible,
victoria de una patria que volverá libre y digna,
¡victoria de cada madre serena, cada padre que sacrifica, y cada mártir que nos enseñó que
«el conocimiento en tiempos de resistencia es el grado más alto de la revolución»!
Juro por mi bisturí y mi corazón:
Seré el médico-soldado,
sanaré las heridas de mi pueblo,
y llevaré la bandera del saber…
¡hasta que la bandera de la victoria ondee en cada palmo de tierra palestina!


