El poder del framing: cómo se manipula la realidad mediante el lenguaje
Por Raúl Antonio Capote*/ Colaboración Especial
Resumen Latinoamericano
En el mundo de la política contemporánea el lenguaje no es solo un medio de comunicación: es utilizado como arma para construir realidades alternativas, favorables al poder de los que creen ser dueños del mundo.
El framing o enmarcado, es una teoría clave en psicología, comunicación y política que explica cómo el lenguaje actúa como un “marco» para estructurar nuestra percepción de la realidad, seleccionando y destacando ciertos aspectos de la información mientras ignora otros.
Básicamente, las palabras no solo describen el mundo, sino que lo construyen: evocan ideas, emociones y valores específicos, influyendo en cómo vemos los eventos, los medios «encuadran» las noticias para guiar la opinión pública.
Así el control del lenguaje se utiliza como herramienta para moldear la «arquitectura de la realidad», donde estructuras lingüísticas (como conectores lógicos o metáforas) crean realidades comunicativas y sociales.
Según pensadores como George Lakoff o Erving Goffman. Por ejemplo, elegir palabras como «libertad» versus «control» puede cambiar por completo cómo interpretamos una política, naturalizando otras visiones del mundo a través de imaginarios sociales.
A nivel cerebral los marcos están físicamente estructurados en nuestras sinapsis. Cuando oímos un concepto, se activa todo el marco neural asociado a él.
Ejemplo terrorista» vs. «Luchador por la libertad»: El primer marco sitúa al actor fuera de la ley y la humanidad, justificando cualquier acción en su contra. El segundo lo enmarca como un héroe que desafía un orden opresivo.
Cuantas veces no hemos leído o escuchado “Daño colateral» en lugar de «muertes de civiles». El marco nos ofrece un cálculo técnico y inevitable, no una tragedia humana.
Por ejemplo, Donald Trump y Javier Milei, utilizan esta técnica a través de tuits y discursos, ellos encuadran la economía como una épica batalla entre héroes y villanos, donde sus políticas son el camino al triunfo.
Podemos leer un tuit de Trump del 5 de noviembre de 2025, publicado en Truth Social tras un foro de negocios en Miami: » Tenemos la economía más fuerte del mundo, PIB al 4%, mercados en récord, inflación muerta…¡Los aranceles están funcionando, China pagará! MAGA #AmericaFirst».
Trump enmarca la economía como un «renacimiento patriótico épico», usando mayúsculas y exclamaciones para evocar euforia y grandeza. Omite matices incómodos, como la inflación persistente o la desaceleración laboral por sus guerras comerciales.
«China pagará» convierte la economía en una «batalla contra rivales extranjeros», reduciendo complejidad a binarios –éxito MAGA vs. fracaso liberal. Este control del lenguaje, hiperbólico y emocional, moldea la «arquitectura de la realidad» para sus 100 millones de seguidores: la economía es «invencible bajo Trump».
En Argentina, Javier Milei aplica un framing similar ¡La motosierra funciona! Vamos por la libertad total: dolarización y libre mercado. ¡Argentina resurge! #VivaLaLibertadCarajo». Con 1.2 millones de interacciones.
Milei enmarca la economía como un «resurgir libertario heroico», con su icónica «motosierra» como metáfora de recortes drásticos. El uso de superlativos como «resurge» y exclamaciones evocan optimismo, para justificar el dolor.
Omite impactos negativos, como protestas o desigualdad creciente, para activar lealtad en sus seguidores, polarizando: fans ven «libertad total», críticos «ajuste salvaje».
Ambos líderes comparten un arsenal hiperbólico para evocar emociones (orgullo, ira), omisiones selectivas para ignorar contradicciones y hashtags/emojis para dominar algoritmos.
Sus tuits no comparan datos; crean narrativas donde son los arquitectos del éxito, reduciendo la economía a épicas personales que distraen de complejidades reales (déficit en EE.UU., recesión en Argentina).
Esto polariza las audiencias: en EE.UU., Trump une a la base MAGA; en Argentina, Milei busca movilizar jóvenes anti-establishment. Ambos buscan ganar la batalla narrativa.
Un clásico fue la campaña de Barack Obama en 2008: sus discursos lo «enmarcaron» como el agente del «cambio» (hope and change), evocando optimismo y renovación, mientras que a John McCain lo asociaron con el statu quo y la estabilidad, lo que influyó en cómo el público valoraba sus propuestas.
En las elecciones actuales en casi todo el mundo los medios usan el «encuadre de juego estratégico» (strategic game frame) para cubrir las campañas, enfocándose en quién gana o pierde votos como en un partido, en vez de en los temas sustantivos, como políticas económicas o sociales, lo que redujo el debate a tácticas y polarización.
Zohran Mamdani, el socialista demócrata de 34 años, ganó las elecciones a la alcaldía de Nueva York el 4 de noviembre de 2025, derrotando al exgobernador Andrew Cuomo (41.6% de votos) y al republicano Curtis Sliwa (7.1%), con un 50.4% de sufragios.
Esto lo convierte en el primer alcalde musulmán, surasiático y el más joven en más de un siglo, enfocado en temas como vivienda asequible, transporte gratuito y críticas a Trump.
Medios progresistas lo «encuadran» como un héroe del cambio activando esperanza y empoderamiento. En cambio, medios conservadores cercanos a Trump lo pintan como «comunista peligroso» que amenaza la economía, usan lenguaje de miedo polarizando la narrativa y guiando opiniones según sesgos preexistentes.
En las redes, Trump usa emojis de fuego y mayúsculas para amplificar urgencia, controlando el algoritmo para que su narrativa domine feeds, moldeando la realidad como un «choque inminente» que distrae de sus propios problemas.
Quien controla el lenguaje, en el mundo de hoy, como nunca antes, controla los marcos mentales a través de los cuales se discute un tema, limitando el campo de lo pensable y dirigiendo las conclusiones de antemano.
Fuentes: Metáforas de la vida cotidiana, Madrid: Cátedra, No pienses en un elefante, Madrid: Ed. Complutense de George P. Lakoff y Análisis del marco de Erving Goffman.
(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.
Foto: Andrew Caballero

