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Cafeterías, tiendas y librerías del centro de Madrid se empapelan con carteles por Palestina: “Normalicemos la indignación”

Por Lourdes Barragán.

Diseñadores que se niegan a colaborar con Rosalía por su silencio con Palestina. Artistas que abandonan festivales por sustentarse en fondos israelíes. Condenas políticas a la masacre en Gaza. A la ola de reacciones en las altas esferas y los pronunciamientos públicos contra las muertes en Oriente Medio se suman, cada vez más, pequeños actos cotidianos. Hace una semana que el centro de Madrid se ha convertido en una muestra más de ello: decenas de comercios se empapelan con carteles propalestinos que manifiestan su censura a las acciones de Israel.

Si algún turista o madrileño de a pie se da una vuelta por las zonas más transitadas de la capital verá que algunos de sus bares, librerías, cafeterías de siempre lucen ahora estos folletos. Que son, a su vez, una firme declaración de intenciones: “Este establecimiento condena el genocidio en Gaza”. La propuesta surgió de un colectivo casi recién nacido llamado Artistas con Palestina, impulsado por gente del mundo de la cultura y vecinos que tratan de promover acciones que repudien el genocidio. Estos carteles, de color azulado y con el diseño de una sandía en representación de la bandera palestina, han llegado a más de 250 comercios en cuestión de una semana, según calculan sus ideológos.

“No hay que normalizar el genocidio. Lo que tenemos que normalizar es la indignación”, responden desde el colectivo de artistas al otro lado del teléfono, cuando se les pregunta por qué son necesarios estos símbolos a pequeña escala. La idea surgió el 25 de julio, e inmediatamente se pusieron manos a la obra. Encargaron los carteles a un diseñador gráfico vinculado al movimiento y empezaron a repartirlos por tandas. En pocos días imprimieron unas 200 copias que, como “prueba piloto”, comenzaron a repartir entre los comercios de las zonas más privilegiadas de Madrid.

El escaparate de la tienda de discos y libros ‘Molar’ con un cartel en apoyo a Palestina. Foto: Artistas con Palestina

“Decidimos empezar por zonas como Conde Duque, con mucho tránsito de turistas y negocios de alta exposición. Pensamos: si conseguimos ponerlos allí, podremos colocarlos en casi cualquier sitio”, explican en Artistas con Palestina. Detrás de este nombre hay actrices como Marta Belenguer (Camera Café), María Isasi (Los amantes del círculo polar), Elisabet Gelabert (Magical Girl); o cantantes como Paula Iwasaki y María Vázquez.

Son la cara visible, pero otros brazos sostienen la iniciativa: el de los voluntarios que difunden los folletos calle a calle. “Es casi imposible saber cuántos negocios han colgado ya el cartel, porque cada día nos llegan a nuestras redes peticiones de establecimientos que lo han visto en alguna storie de Instagram [vídeos cortos temporales] o mensajes de algún negocio que ha conseguido el PDF a través de otros locales de la zona y, por su cuenta, ha decidido exhibirlo”, detalla una de las encargadas.

Malasaña y Conde Duque, conejillos de india para repartir carteles

Malasaña fue otra de las zonas donde más funcionaron los carteles, que ya han empezado a expandirse por Carabanchel o incluso ciertos establecimientos de Villaverde. Según los promotores de la iniciativa, “casi todos aceptaban de buena mano los carteles e incluso preguntaban desde los negocios de al lado si podíamos compartir el diseño también con ellos”. Solo había, cuentan, una reticencia recurrente: la de las franquicias. “Es cierto que cuando son empresas más grandes y acudimos a una de las filiales, a veces los empleados nos dicen que quieren poner los carteles pero tienen dudas por sus jefes o el resto de la cadena de mando”, resaltan.

El cartel de Artistas con Palestina, traducido a cuatro lenguas: castellano, gallego, catalán y euskera. Foto: Artistas con Palestina

Lugares míticos del centro como la tienda de discos y librería Molar; la casa de artesanías Hijo de Epigmenio o tiendas de ropa como el Ghetto Shop; el restaurante Vega, el Café Moderno de la Plaza Comendadoras y el Pepe Botella, en el Dos de Mayo… Muchos han sido los negocios que se han sumado a la campaña por Palestina, con tan solo una semana de vida. “Lo más gratificante es que, aunque en principio parece algo que puede perjudicar o marcar al establecimiento, termina premiándolos”, añaden desde Artistas con Palestina.

“Muchos clientes nos dan las gracias cuando nos ven colgando carteles, y eso distingue al negocio que se moja del que no lo hace”, sentencian al respecto. En pocos días les ha sobrevolado un remolino de emociones. No esperaban tanta adhesión desde el principio, ni mucho menos que la onda expansiva se extendería a otras regiones más allá de Madrid. Les han llegado peticiones desde varias comunidades autónomas para traducir el cartel a sus segundas lenguas, y han reimprimido folletos en gallego, catalán, euskera o bable, el glotónomo asturiano.

“Lo más interesante es que dejas el cartel y no tiene logo, porque el colectivo no pertenece a ningún grupo. Queremos que todos puedan sentirlo como algo suyo, pese a las diferencias ideológicas que pueda haber en cada caso. Digan lo que digan, esta es una ciudad solidaria”, reflexionan sus voluntarios, que en los próximos días seguirán difundiendo en redes sociales esta y otras iniciativas similares que ya dibujan para la vuelta del verano.

Ataque a la librería Berkana después de sumarse a la iniciativa

Esa difusión también ha derivado ya en una contestación reaccionaria. La librería Berkana, situada en el número 62 de la céntrica calle de Hortaleza y especializada en cultura o literatura LGTBIQ+, ha denunciado a través su cuenta de Instagram el ataque que ha sufrido su escaparate. En él habían colocado un cartel de adhesión a la iniciativa.

El cristal del escaparate se ha roto después de recibir el golpe de algún elemento arrojado hacia el establecimiento, en una acción que sus propietarias han denunciado a través de las redes sociales sin mostrar un ápice de desánimo. “Así nos hemos encontrado esta mañana nuestro escaparate y la puerta de la librería. No sabemos qué cartel les ha molestado”, han escrito en un post que completan con las banderas del colectivo y de Palestina.

La publicación se ha llenado de mensajes de aliento hacia la librería y el conjunto del proyecto de apoyo a Gaza: “Cuando alguien dice no se qué cartel les habrá molestado es que está haciendo muchas cosas bien”, indica una de las respuestas más aplaudidas.

Tomado de El Diario.

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