Roberto Chile: “Si el corazón no vuela, no hay poesía”
Por Andy Jorge Blanco.
No se equivoca Roberto Chile cuando dice que en su más reciente exposición, la fotografía y la poesía han dejado huellas. Acude a los versos del poeta francés René Char para reafirmarlo: “El poeta debe dejar huellas a su paso, no pruebas. Solo las huellas hacen soñar”. Y tal propósito se logra, quizás, si cada imagen, si cada verso, se guarda en la memoria afectiva y cala adentro, como un refugio donde se archivan las más diversas emociones.
“Donde anida la poesía” es el título de la expo de Chile, abierta durante dos meses en la Biblioteca Nacional de Cuba “José Martí” y que recién finaliza. La muestra la integran veinte fotografías del artista tomadas en los últimos diez años y a cada imagen la acompaña un poema. Abren la exposición los versos del propio Chile en “Cauces”, una suerte de canción desesperada, y luego, los veinte poetas.
A “Donde anida la poesía” la distinguen una gran variedad de géneros y estilos y la ausencia de una unidad discursiva. “La única vía que encontré para hilvanar las fotos fue la poesía: veinte poetas cubanos que inspirados cada uno en una de mis imágenes, escribieron preciosos poemas”, comenta Chile y agrega: “las imágenes y los poemas se complementan; el poeta interpreta desde su abstracción, la idea, el sentir del fotógrafo, y surgen los versos”.
Cada imagen es una especie de enigma, porque detrás de ellas hay tanta historia y hay un país que se va descifrando a diario.
Desde la mulata que toca el saxo en una calle cubanísima, el humo ritual que le venda los ojos a una morena, la Isla que se dibuja en una ola frente a los pies de La Habana, el niño negro y su palangana, los ojos de la anciana –nuestra anciana, nuestra abuela–, las flores, la imagen del Che y el reloj que marca la hora en la que lo eternizaron, el reloj sobre esa foto del Che –maldita 1:10 de la tarde–, la bandera y la palma, hasta el mito y la religión… en todo eso está Cuba, en cada una de esas fotografías, en cada uno de los poemas atados a ellas en perfecta armonía.
En el libro de firmas de la exposición, César Gómez escribió: “Tus cauces siguen intactos”. Chile sigue amando “la luz que extiende sus hilos sobre el cauce y echa raíces”. No se equivoca, reitero, cuando dice, que “si el corazón no vuela, no hay poesía”. Para Chile, la poesía es expresar los silencios, y la fotografía es “decir con luces y sombras, perpetuar y soñar la vida”, dice.
Sobre su obra, una vez Eusebio Leal escribió: “Sus imágenes conforman un universo de fe y espiritualidad, perceptibles para aquellos que, como él, son capaces de amar”.
Retomo a Víctor Casaus, a su poesía, porque quizás encierra la síntesis de esta expo de Roberto Chile en la que está latente un acertijo fotográfico. Es verdad. Lo hay en cada una de las imágenes. Y uno puede percibirlo. Si usted no ve una Isla de la primera fotografía a la última, de la última a la primera, si no ve ese caimán tan nuestro, si no lo siente, por favor, inténtelo de nuevo.
Algunas de las fotografías de “Donde anida la poesía”
Poetas que acompañaron con su obra las imágenes de Chile
Marilyn Bobes, Miguel Barnet, Víctor Casaus, Alfredo Zaldívar, Nancy Morejón, Rafael Acosta de Arriba, Alexis Díaz Pimienta, Alex Pausides, David López Ximeno, Yanelys Encinosa Cabrera, Víctor Fowler, Basilia Papastamatíu, Soleida Ríos, Norberto Codina, Ricardo Acostarana, Sender Escobar, Maylan Álvarez, Waldo Leyva, Miguel Alejandro Hayes y Giselle Lucía Navarro.
Tomado de Cubadebate / Foto de portada: Adalberto Roque.