Cuba, con el turno al bate
Por Orlando Oramas León
Elegir diputados en Cuba, con alta votación ciudadana, resulta una victoria del proceso político en la isla, en medio de las carencias ciudadanas provocadas por el continuado bloqueo de Estados Unidos.
Los comicios parlamentarios del último domingo concluyeron tranquilamente; los 470 diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular resultaron electos, a despecho de maldiciones foráneas.
De acuerdo con la presidente del Consejo Electoral Nacional, Alina Balseiro, ejercieron su voto en la jornada dominical seis millones 164 mil 876 electores, cifra que representa el 75,92 por ciento de los más de ocho millones 120 mil convocados a las urnas.
Sus datos, como en otras elecciones en Cuba, no han sido discutidos por tirios ni troyanos.
Balseiro explicó que la asistencia a las urnas resultó superior a sufragios anteriores. En particular en comparación con el referendo del Código de las Familias, 1,8 por ciento mayor; y 7,36 por ciento más que en las elecciones municipales.
Lo extraño es que la isla caribeña consiga mejores números en las urnas pese a estar sometida a un bloqueo por parte de Estados Unidos que acumula más de seis décadas y 29 votaciones de rechazo en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Más allá de los curules de la ONU, lo cierto es que los cubanos pasan ingentes necesidades para abastecerse o conseguir productos básicos, cuya carencia forma parte de la encomienda para el cerco de Washington a fin de doblegar a los ciudadanos del vecino país.
El propósito es quebrar el apoyo al proceso transformador que comandó Fidel Castro, luego su hermano Raúl Castro y en la actualidad el ingeniero Miguel Díaz-Canel, quien, como sus antecesores, reconoce falencias internas del proceso.
Pero lo principal resulta apretar los cerrojos a plaza sitiada. De hecho en los primeros 14 meses de la administración del presidente Joe Biden, las afectaciones del cerco a Cuba sumaron miles de millones de dólares sin distinguir a Gobierno ni a ciudadanos.
En tal período añaden seis mil 364 millones dólares y más, en una cuenta que da como promedio 15 millones diarios de la divisa verde en pérdidas para el país antillano.
Para este observador, la suma que saca el Ministerio del Relaciones Exteriores (Minrex) de Cuba sobre efectos económicos, comerciales y financieros, queda corta.
No es posible contabilizar el costo humano, aunque el Minrex tiene en su lista de daños a los niños que en el Cardiocentro William Soler de esta capital no cuentan con un medicamento o insumo prohibido por Washington para salvar sus afecciones cardíacas.
Y qué decir del cáncer, cuando en la nación norteamericana se prueba una vacuna cubana contra el cáncer de pulmón, sin reciprocidad de aquel régimen.
Es el Gobierno del presidente Joe Biden que, por decisión de la administración del ahora judicialmente inculpado Donald Trump, mantiene a Cuba en lista espuria de promotor del terrorismo, para reforzar el injusto e ilegal cerco a la isla caribeña.
Quizás tales injustas y crueles circunstancias motivaron aún más a los cubanos a acudir a otro ejercicio democrático el 26 de marzo.
Y quién sabe, si la Cuba beisbolera marcó tarjetas contra los agravios sufridos por su equipo en la etapa semifinal del Clásico de beisbol en Miami, otra faceta del odio que prima en la guerra, virtual diaria contra la isla.
A lo mejor, los que quisieron “ponchar” al Team Cuba en Miami recibieron en la patria que los vio nacer millones de boletas de ciudadanos en su turno al bate.
Tomado de PL/ Foto de portada: EFE