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Los países del G7 tantean la prohibición total de las exportaciones a Rusia

Los países del G7 examinan la posibilidad de imponer una prohibición a la exportación de casi todos los productos a Rusia, pero, ¿será esto realmente posible? Sputnik conversó con varios expertos para averiguarlo.

A primera hora del 21 de abril, el ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón, Yasutoshi Nishimura, se abstuvo de responder sobre una prohibición total de las exportaciones a Rusia, que se debate antes de la cumbre del G7 que se celebrará mayo en Hiroshima, informa la agencia Kyodo citando fuentes del Gobierno japonés. Ante la prensa, Nishimura aludió a que “la cuestión afecta a las negociaciones diplomáticas”.

El investigador principal del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, Andréi Vinográdov, precisó que la iniciativa causará descontento entre las empresas que aún comercian con Rusia, ya que esto no está prohibido por las actuales medidas restrictivas. Además, las limitaciones vigentes a veces simplemente no se respetan, o el comercio elude las sanciones, notó el investigador principal.

El experto indicó que los países de Occidente ya han impuesto todas las sanciones cruciales, pero hoy se enfrentan con un problema grave que reside en su aplicación. Esta tarea no es fácil, como demuestra el hecho de que las sanciones anunciadas anteriormente ahora dañan a las economías de los que decidieron a efectuar tales medidas contra Rusia. De ese modo, ha generado un conflicto fundamental de intereses políticos y económicos para quienes los imponen, subrayó.

“En consecuencia, los actuales anuncios de nuevas sanciones son más bien declaraciones políticas”, sostuvo Vinográdov.

Denís Denísov, experto de la Universidad Financiera del Gobierno de la Federación de Rusia, comparte la misma opinión. De acuerdo con su punto de vista, el comportamiento actual del G7 representa su política estratégica que se lleva a cabo desde 2014 y fue reforzada con el inicio de la operación militar.

“Sin embargo, como demuestra la experiencia de estos años, la imposición de sanciones no ha tenido el efecto esperado”, señaló.

Explicó que la causa del resultado actual de las restricciones proviene de la naturaleza bidireccional de las sanciones. Los últimos cambian la cobertura del mercado por empresas, por eso en cuanto un actor abandona el mercado, otros ocupan su lugar. En este sentido, destacó que si las empresas realizaban negocios durante algún tiempo en Rusia, la salida del país ahora constituye una perdida tangible para ellas y los países de los que provienen.

Conflicto de intereses

Japón ya prohibió anteriormente las exportaciones a Rusia de automóviles nuevos con un valor de más de seis millones de yenes (unos 45.000 dólares) como parte de las sanciones. Y ahora está dispuesto a prohibir las exportaciones de automóviles de segunda mano. Pero también en este caso las sanciones no dan en el blanco, opina Vinográdov, puesto que los coches entrarán en Rusia desde otro país, por ejemplo, de Kazajistán o China. Se habla no solo de vehículos usados, sino también de los nuevos, planteó el experto.

De hecho, señala que esto solo perjudicará a Japón, ya que ahora los vehículos usados tendrán que ir al desguace a falta de compradores. O sea, en lugar de generar ingresos, crearán gastos adicionales, aunque no se trate de algo crítico para la economía japonesa.

“Por lo tanto, las nuevas medidas de Japón son más bien demostrativas, ya que no tendrán ningún efecto económico. Esto también se aplica en toda su extensión a los dos o tres últimos paquetes de sanciones del G7, todo debido al mismo conflicto de intereses entre las empresas y la política”, puso como ejemplo Vinográdov.

“Así, el Gobierno dice sí a las sanciones, pero las empresas dicen no”, subrayó.

Se añade también como otra prueba la situación con metales, como los que imponen sanciones, les resulta difícil encontrar un sustituto (por ejemplo, esto ocurre con el níquel) y encontrarlo llevará años. Por la misma razón, Rusia sigue suministrando recursos energéticos a Europa.

“Y esta contradicción entre los intereses políticos y económicos de quienes imponen sanciones antirrusas persiste”, señaló Vinográdov.

Por lo tanto, las declaraciones sobre la prohibición total de exportar a Rusia son más bien una declaración política antes de la cumbre del G7 en Hiroshima para mostrar algún éxito ante los votantes, estima el experto. Por su parte, Denísov recuerda que en diferentes momentos Irán, China, Corea del Norte, Cuba y Venezuela estuvieron sometidos a sanciones. Tuvieron que desarrollar su mercado, invertir en tecnología, y en algunos ámbitos no solo perdieron, sino que incluso triunfaron.

Así pues, las sanciones no son un obstáculo insalvable para el desarrollo económico del Estado y, en cierta medida, estimulan el desarrollo de la industria nacional. Por lo tanto, el objetivo último de la política de sanciones —debilitar al máximo el desarrollo de la economía rusa— no se alcanzará, pero se dañará el clima de normalidad de las relaciones económicas internacionales, concluyó Denísov.

¿Qué implica una prohibición total?

Bloomberg informó anteriormente que varios aliados de Ucrania, entre ellos Estados Unidos, consideran imponer la prohibición casi total de las exportaciones a Rusia. La esencia de esta medida se centra en la creación de un régimen de sanciones en el que se prohíban por defecto todas las exportaciones y se formen listas de exenciones que permitan importar. Se pretende involucrar a los países de la UE en este plan.

Sin embargo, la agencia señaló que los representantes del G7 solo abordan la idea, la propuesta aún está en estudio y podría modificarse. Si los líderes del G7 apoyan la iniciativa en la cumbre, los Estados miembros del nuevo régimen de sanciones tendrán que determinar qué se permite exportar a Rusia. Es “muy probable” que las listas de exenciones incluyan medicamentos y productos agrícolas, según la publicación.

La publicación de también detalló que existen serios impedimentos para la aplicación en la UE. Para entrar en vigor en este espacio europeo, los nuevos criterios deben ser aceptados por todos los miembros, lo que “provocará un acalorado debate”.

Rusia lanzó la operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev. Numerosos países condenaron la operación, imponiendo una batería de sanciones al país euroasiático.

Sin embargo, según el presidente ruso, el plan occidental de aplastar a corto plazo la economía rusa no tuvo éxito. Ella se contrajo apenas un 2,5% el año pasado, un descenso considerablemente menor que los experimentados durante la crisis financiera de 1998 (5,3%) y la gran recesión de 2008 (7,9%). El Fondo Monetario Internacional pronosticó también que el crecimiento económico ruso superaría al de Alemania y el Reino Unido tanto en 2023 como 2024.

Tomado de Sputnik / Foto de portada: AFP.

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