Un día de Mayo con Judith
Por Randy Perdomo García / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
Matanzas, 9 de mayo de 2023.- La tarde está soleada. Desde el portal de su casa se divisa la bahía matancera, se siente el salitre sobre las aceras y el saludo de los vecinos. El audio cercano, el ir y venir de los autos. Siempre aquí el sonido del teléfono es aviso a contestar con urgencia.
En uno de los sitios más populares del Reparto Reynold García, conocido como Pastorita, vive ella. Cualquiera puede ubicarla cercana a la Escuela Vocacional de Arte o por la casa donde es leyenda el liderazgo cederista de los abuelos.
Sabía de Judith por el vínculo con su abuela y madre, Anilda Ruíz Pérez, su abuela materna, fundadora de los Comité de Defensa de la Revolución y coordinadora de la zona 87 en la Ciudad de Matanzas.
En la escuela primaria dónde estudiamos, Odalys Reyes Ruiz, era de las maestras más carismáticas y cercanas con los estudiantes. Es un hogar de mujeres de pasión por la virtud de sus profesiones. De liderazgos que hacen luz, que dejan abiertas la bondad del servicio público y al concurso de lo cotidiano “… Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire. El que agradece que en la tierra haya música. El que descubre con placer una etimología…El ceramista que premedita un color y una forma…Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. El que acaricia a un animal dormido…El que prefiere que los otros tengan razón. Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.” (*)
Mujer sencilla, valiente llena de humanidad, salvar la vida en total riesgo es parte de sus proezas.
Es madre, hermana, tia, sobrina. Nació el 3 de diciembre de 1986, con 36 años, ofrece la espíritualidad del renacer.
Judith Rodríguez Reyes, es la líder del grupo de rescate que ha protagonizado las más recientes historias de valor y heroísmo en Cuba.
Hace 17 años que se dedica de forma voluntaria al rescate en la Cruz Roja. A través de un amigo llegó a este grupo, “me cuentan que están buscando personas que les guste salvar vidas . Y dije esto es lo mío y así llegué a la Cruz Roja y me enamoré de este mundo. En el año 2017 fui elegida por mi equipo para ser su líder y desde ese momento cuido a mis niños y niñas como si fueran mis hijos.”
Judith, puede parecer una mujer de extremos. “Soy campeona nacional en karate y taekwondo. Aunque hace unos años por problema de salud dejé de practicar.
Al fondo de la casa, distante del sitio donde conversamos, la música se siente. Le pregunto y mirándome me confiesa .. “Puede parecer un extremo, pero me gusta mucho la música romántica y las baladas en inglés. Me encanta Luis Fonsi, Sebastián Yatra, Ha-Ash , Reik, Backstreet Boys, Ed Sheeran, Camila Cabello.”
Hace una pausa, tal vez mira la memoria que acumula tantos recuerdos.
“Me encantan las cuevas. Tengo mi propio grupo de espeleología que se denomina GUAMACARO, fundado en el año 2017 junto a varios amigos. Casi todo el grupo de rescate es parte de él. Y en estos momentos nos encontramos trabajando en el proyecto Kabiosile tras la ruta del café en Matanzas, por varios descubrimientos que ha hecho el grupo. Soy buzo de mar abierto y buzo de cueva. Son mis mayores hobbys.”
“Randy, algo más? “
Ahora soy yo el del extremo y me quedo casi sin palabras al ver a la muchacha que en la espeleología está desde los 12 años y su pasión ante el reto de salvar vidas. “Dentro de la espeleologia está el espeleosocorro y por ahí nació el bichito de salvar vidas.”
Tantas mujeres en anónimo día a día. Pero quiero volver a indagar y preguntarle sobre el miedo a Judith. ¿Has tenido miedo ?
” Mi único miedo es perder a uno de mis rescatistas porque somos una familia en los rescates. Por eso siempre los cuido como si fueran mis hijos y nuestro lema siempre está presente: todos entramos y todos salimos. Además sus familiares confían en mi que los traeré a casa siempre.”
Defiende el valor de hacer más por el trabajo de rescate, mostrar la pasión con orgullo. Trae fotografías donde se observa la atención en el recibimiento de una víctima, o dando atención cervical para evitar que sufra otros problemas de salud.
Su esposo y padre de su hijo, comparte con nosotros la conversación. Él también hace 13 años está en el grupo. “Entró por mí y le apasiona tanto como a mí”. Sí supieras que hay personas que hemos rescatado que hasta nos llaman cada vez que vamos a un rescate para saber cómo estamos. Ha sido lo más impresionante . Y las personas diciéndonos gracias, es lo que más nos llena, poder ayudar.
El plan de aviso:
“Me llama el jefe de la Defensa Civil o de Bomberos, yo activo de inmediato al grupo para salir al rescate.”
Sucesos que te han marcado:
“Las inundaciones de Camilo en el municipio de Pedro Betancourt y en Socorro. En las que todas las familias de ambos pueblos, lo habían perdido casi todo por el agua. No querían salir de sus casas por no dejar sus pertenencias y sin embargo, nosotros llegamos a evacuarlos y comenzamos a hablar con ellos y nos permitieron entrar en sus hogares, ayudarlos a salvar las cosas que les quedaban, y así con el dolor de haber perdido todo, nos dejaron ponerlos a salvo…
El supertanquero, momento súper fuerte, 9 días de labor intensa. Estuve en todas las explosiones . Me quemé junto al equipo, aquella fatídica noche y aún así tuvimos el coraje y el valor de caminar para arriba del fuego y salvar vidas. Y trabajar los 9 días, todos con lesiones pero siempre con el deseo de cumplir nuestra única misión, salvar vidas.”
Ella, se mueve un momento. El esposo sabe que tal vez, es el pretexto cuando conversa con las palabras de los hechos, que no siempre el alma cuenta.
En el horizonte está la zona industrial de Matanzas.
” La termoeléctrica, batalla contra el tiempo, para vencer la muerte y salvar allí a los que aún estaban con vida. Y luego terminar por devolver a las familias, los cuerpos de quienes no lo lograron … Por eso te dije que cada rescate tiene una enseñanza…”Fijate que los rescates: el del Supertanquero y la Termoeléctrica, fueron muy fuertes. Pero creo que cada rescate, marca y deja un aprendizaje. Tenemos la frustración de algunas acciones en el mar. Pero hay una que siempre anoto, que fue acción de unión, es la de dos muchachos ahogados en la zona de Risco Alto, eran jóvenes. Fueron 9 días fuertes de búsqueda, la familia son personas nobles, sencillas, espectaculares. Siempre acompañándonos en cada momento del rescate y nosotros a ellos. Y al momento de que los encontramos, se les comunicó a un representante de la familia y habíamos hecho una unión tan bonita con ellos, que nos pidió ese familiar que le dieramos la noticia a los padres. Fue un momento muy duro tener que hacer esto para mí, porque tengo un niño y no me imagino que sería mi vida sin él.”
A Judith las lágrimas que le nacen le corta la conversación. Propia de su valentía, retoma el tono de su voz característico, y confiesa: “Lo más bonito de esto, a pesar de la tristeza, fue que ha pasado un año del suceso y la familia aún nos escribe, nos llama y se preocupa por nosotros en cada rescate. Lo más importante es que confío en mi equipo y ellos en mi.”
Judith, marca el principio que une siempre a su equipo “entrar y salir juntos, el sueño de continuar salvando vidas. Que la vida me permita por muchos años más guiarlos y con nuestra pequeñas acciones, poner un granito de arena allí donde siempre nos necesiten”
“Bueno creo que ya jaja. Si necesitas algo más me dejas saber. Voy a bañarme que llegó la luz….
Cae la tarde en este portal y nos despedimos. “Quienes en nuestras manos hemos tenido la vida de alguien y hemos logrado salvarlo, esa mirada, ese sentimiento no tiene precio.”
La grandeza de Judith, en los inicios de este Mayo.
Nota: (*) Jorge Luis Borges en La cifra. Los justos. 1981.