Tony López, eternamente junto al pueblo cubano
Por Gabriela García Alifano *.
El tío Tony no era familiar de sangre, pero eso era un asunto sin importancia porque él era ese pariente que siempre estaba en las buenas y en las malas para mi familia. Jocoso, conspirador, de afilada puntería, padre, amigo, conversador, eterno rebelde, de melodiosos silbidos, amoroso… el tío Tony era de ese escuadrón de compañeros con los que se podía contar para lo que fuera.
El tío Tony también era escritor, filósofo, político, diplomático, analista y por supuesto, un revolucionario dentro de la Revolución que nos enseñó muchas cosas para la vida.
El tío Tony nos vio crecer y con el tiempo el tío se convirtió en el abuelito Tony, ese que dedicaba horas al estudio, al análisis y a hacer escritos sobre los principales problemas de Nuestramérica; pero también a malcriar a nietos, sobrinos e hijos de sangre o de cariño e incluso a su cotorra Paquita.
El abuelito Tony es de los imprescindibles, de los que quieres que vivan mil años porque todos los días tiene algo para enseñar, sobre todo a no claudicar incluso si la batalla es contra una put* enfermedad.
Pero el abuelito Tony nos seguirá enseñando desde otra dimensión. Hoy el abuelito Tony se reúne con Patricio, con la Mechi y el Ciego, con Barbarroja, con Tirofijo, con Jhonny Wilson y juntos nos alientan a seguir luchando por un mundo más justo, a perseguir nuestras utopías aunque a veces parezcan imposibles en un mundo lleno de frivolidades.
Tony López, Presente!
Hoy y siempre!
Querida Joaquinita te abrazamos fuertemente.
Homenaje a Tony López en la Plaza Agramonte de la Universidad de La Habana, donde cumpliendo su última voluntad, se depositaron parte de sus cenizas / Fotos: Marco González Urrutia
“Soy Juliana Marino, exembajadora de Argentina en Cuba. Quiero hacerle llegar a Joaquina, a la familia de Tony López y a sus compañeros y autoridades pertinentes, mi congoja, mi pena por la partida de Tony.
Fue un amigo de Argentina, un amigo consecuente, leal, un conocedor del Peronismo, fuerza política a la que pertenezco, muy recordado en mi país por la forma en que Tony enhebraba los vínculos y con absoluto respeto, insistía en hermanar a nuestras naciones. Fue un amigo junto a Joaquina cuando estuve en La Habana, por cerca de ocho años y nunca abandonó el espíritu revolucionario que lo llevó a incorporarse de joven a la Revolución Cubana, espíritu que transmitió en Argentina cada vez que le tocó desempeñar aquí cargos diplomáticos.
Así que mi recuerdo a la memoria de Tony, mi afecto enorme y por supuesto el enorme respeto político que las compañeras y compañeros del campo popular en Argentina le tenemos”.
Palabras enviadas por Juliana Marino / Exembajadora de la República Argentina en Cuba
En el Malecón habanero también el pueblo cubano le rindió homenaje a Tony, esparciendo sus cenizas, tal fuera su última voluntad / Fotos: Gabriela García Alifano
(*) Texto publicado en su perfil de Facebook.