Díaz-Canel: “El orden internacional ignora los avances del Sur”
Por Aurelio Tarquini
“Unos cuatrocientos mil cubanos contribuyeron a la lucha contra el apartheid en tierras africanas. 2.289 de nuestros luchadores internacionalistas cayeron heroicamente, escribiendo con su sacrificio una de las páginas más hermosas de la historia de la solidaridad entre los pueblos”. Así lo recordó el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en su saludo dirigido en Johannesburgo a los líderes participantes en la cumbre de los BRICS, a la que Cuba pretende sumarse, en el convencimiento de que, como dice un conocido refrán africano: “Las huellas de quienes caminan juntos nunca se borran”. “En el caso de Sudáfrica y Cuba, estas huellas – afirmó Díaz-Canel – son tan sólidas e imborrables como la memoria de los líderes históricos de ambas naciones: nunca podremos olvidar el abrazo de Nelson Mandela y Fidel Castro cuando se encontraron aquí. y pidieron mutuamente un reencuentro, como sólo ocurre entre hermanos muy cercanos”. Por ello, fue muy significativa la presencia de Cuba, como actual presidente del Grupo de los 77 más China, con motivo de la Cumbre que estableció los criterios para la ampliación de los BRICS.
Un acontecimiento histórico analizado en nuestras páginas por Luciano Vasapollo quien con su Escuela de Economía Antropológica de La Sapienza (a la que se refieren la dirección de FarodiRoma y la Asociación Rotondi que promueve nuestra revista en línea) se inspira en “lo que dijo Gramsci, es decir, a colocar una participación activa, inteligencia, imaginación, iniciativa de trabajadores y estudiantes, caminando por la cultura de la autodeterminación de los pueblos al margen de lo que es la lógica del capitalismo y el imperialismo, favoreciendo en cambio con conocimientos críticos la construcción real de una nueva humanidad futura” .
Hoy hay un conflicto evidente, remarcó Vasapollo: “un orden multipolar y policéntrico contrasta con el diseño geoestratégico del capital global. La permanencia de las profundas diferencias, sin mencionar el real estado de sometimiento económico, productivo y financiero de los países víctimas del colonialismo y el imperialismo, son frecuentemente identificadas con particularismos, con explicaciones que aluden a cuestiones étnicas, culturales, naturales, religiosas”, no muy diferente en sustancia del discurso ideológico condenado por Gramsci en la cuestión del sur, pero absolutamente desprovisto de cualquier fundamento material y económico. Las puras divergencias que existen en el análisis de los marxistas sobre este punto descartan, en esencia, un retraso en centrarse en la cuestión de polarización y de la lucha anticolonial como momento de la teoría general del modelo de producción capitalista”.
Consciente “de la enorme responsabilidad que representa para Cuba la presidencia del Grupo de los 77 y de China, el mayor y más diversificado grupo de países en desarrollo”, el dirigente cubano afirmó en Johannesburgo: “Los países desarrollados de Occidente y los grandes Las multinacionales han diseñado un orden internacional que no tiene en cuenta el progreso de las naciones del Sur y es efectivo sólo para pequeñas minorías. “En los últimos diez años, los países del Sur han visto duplicarse su ya sobrepagada deuda externa. Las medidas coercitivas unilaterales están aumentando. Más de tres mil millones de personas se ven afectadas por la degradación de los ecosistemas. Según el mensaje del Secretario General con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, más de un millón de especies de plantas y animales están en peligro de extinción.
Según Díaz-Canel, “a siete años del plazo fijado para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, las perspectivas –de hecho– son desalentadoras. La mitad de los 169 objetivos acordados están lejos de alcanzarse. Según el último informe de las Naciones Unidas, más del 30% de ellos no han registrado ningún progreso o, peor aún, muestran un descenso respecto a 2015″.
Pero ahora, articuló Díaz-Canel, “el Grupo de los 77, China y los BRICS tienen la responsabilidad y la posibilidad de actuar por un cambio en este orden mundial injusto: no es una opción, es la única alternativa. Si no actuamos ahora, legaremos a nuestros hijos y nietos un planeta no sólo irreconocible para gente como nosotros que venimos del siglo pasado, sino tristemente destinado a ser inhabitable. Somos ciento treinta y cuatro países, dos tercios de los miembros de la Organización de las Naciones Unidas, donde vive casi el 80 por ciento de la población del planeta, enfrentados a los colosales desafíos de un mundo cada vez más desigual, en el que la exclusión y la pobreza después de dos años de pandemia seguida de conflictos dramáticos”.
Coincide con la postura del presidente cubano prof. Luciano Vasapollo, quien comentó en FarodiRoma los trabajos de la cumbre celebrada en Sudáfrica y que concluyó, como es sabido, con el anuncio de una primera ampliación de los BRICS y el establecimiento de criterios para futuras adhesiones que incluirán en particular a Cuba y Venezuela. , los países con los que Vasapollo colaboró como consultor económico y militante político.
“Para comprender la situación actual, o más bien las relaciones entre las naciones que chocan en la escena mundial, las llamadas ‘relaciones internacionales’ – explica el decano de economía de la Universidad La Sapienza de Roma – es necesario revelar algunos elementos clave para desarrollo económico capitalista, que no se limita al crecimiento cuantitativo, sino que revela un dinamismo evolutivo, un cambio estructural, que se expresa siempre como desarrollo desigual y combinado; Esto significa que en el desarrollo espacial, o en el desarrollo desde un punto de vista sectorial, hay siempre componentes tecnológicos que determinan el desarrollo”.
“Hoy – subraya Vasapollo reflexionando sobre el trabajo de los BRICS en Johannesburgo – debemos avanzar hacia un orden económico mundial que garantice la autodeterminación de los pueblos y la soberanía, y que impida, por tanto, acciones imperialistas destinadas a desestabilizar las economías, tanto con ataques a las monedas como eso con los bloques financieros asociados al dominio del dólar estadounidense”.
El objetivo, aclara el fundador (con Rita Martufi) del capítulo italiano de REDH e iniciador de la Escuela de Economía Antropológica de la Universidad Sapienza, es crear “un nuevo orden económico mundial pluripolar y multicéntrico que sea garantía de un equilibrio universal , de paz y mínimos y necesarios para la transición al Socialismo”.
El estudioso marxista interpreta el problema de la deuda pública (externa e interna), que de hecho representa “una de las mayores transferencias de valor añadido”, como “un instrumento de colonización a escala planetaria”, al servicio del cual “campañas de desinformación que – observa – tienen un papel muy específico y no son innovaciones originales, es sólo la fase más reciente de un largo proceso que comenzó con la elección del industrialismo y que se manifiesta en formas cada vez más brutales que también utilizan la información de esta manera. ”.
Un análisis realista que coincide con el de Díaz-Canel que lo dejó claro en Johannesburgo: “Hoy nadie puede cuestionar la creciente autoridad de los BRICS. Por ello, no dudamos en saludar su posible ampliación, lo que ayudaría a reforzar su relevancia y representatividad”.
Se trata, por tanto, y en esto coinciden también los análisis de Díaz-Canel y Vasapollo, de “emprender una transformación real de la arquitectura financiera internacional profundamente injusta, anacrónica y disfuncional”.
En este sentido, el Nuevo Banco de Desarrollo creado por los BRICS podría convertirse en “una alternativa a las actuales instituciones financieras, que desde hace casi un siglo aplican recetas draconianas para sacar provecho de las reservas del Sur y reproducir sus patrones de sumisión y dominación”.
“Por ello debe ser recibido con satisfacción. el nombramiento de la querida Dilma Rousseff (ex presidenta de Brasil derrocada por lo que el Papa Francisco llamó un “golpe blanco”) al frente de esta entidad y la encomiable iniciativa de los BRICS de crear un gran mecanismo de reservas exteriores que garantice certidumbre y estabilidad en Sur: Sin duda, la extensión de este mecanismo a otros países ayudará a aliviar los desequilibrios del actual sistema monetario.
La creación de líneas de crédito mutuo en moneda local por parte de los bancos de los países BRICS y la posibilidad de crear una moneda única para sus operaciones también son iniciativas, según Díaz-Canel y Vasapollo, que podrían aplicarse en las relaciones con otros países en desarrollo. países, para reducir el monopolio abusivo de la moneda estadounidense que fortalece y garantiza una hegemonía nociva para el resto del mundo. Y esto podría tener efectos positivos en la lucha contra el cambio climático, que debe convertirse en una preocupación prioritaria de los BRICS.”
Vasapollo concluye: “precisamente en los días de la cumbre de los BRICS el Papa Francisco anunció la publicación de la segunda parte de la encíclica Laudato si’ y con este espíritu Cuba ha convocado una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los 77 y de China. sobre la ciencia, la tecnología y la innovación como premisa para el desarrollo; tendrá lugar los días 15 y 16 de septiembre, en La Habana. Me gusta citar las palabras de Díaz-Canel en este contexto: ‘Para avanzar hacia un futuro más justo y sostenible, el momento de la acción colectiva no es mañana, es ahora’.
Tomado de Faro di Roma