¿Por qué el discurso del presidente Díaz-Canel en la ONU quedará para la historia?

Por Graciela Ramírez Cruz / Yaimi Ravelo / Resumen Latinoamericano-Cuba.

La Habana, 20 de septiembre de 2023.- ¡Ovación! El discurso del presidente Díaz-Canel en la ONU quedará para la historia. Es necesario no sólo leerlo y enorgullecernos por la altura de Cuba y su Gobierno Revolucionario, sino analizarlo, estudiarlo y compartirlo.

Cuba propone al más alto nivel, con enorme fuerza moral y ética, en nombre de los excluidos y humillados, de ese 80 por ciento de la población mundial, un verdadero cambio, profundo y necesario.

¡Orgullo! Esa es la palabra. Orgullo absoluto carajo, de nuestra historia, nuestra ética y moral. El discurso de Miguel Díaz-Canel marca el hito que dejaron el Che, Fidel y Raúl en ese mismo podio.

Pero el de Díaz-Canel es hoy en el que la Humanidad ha vuelto a decir Basta y ha comenzado a andar.

“Traigo a esta Asamblea la voz del Sur, la de los explotados y los vilipendiados, como se le oyó decir al Che Guevara en esta misma Sala hace casi 60 años”.

Con estas palabras comenzó el presidente cubano su discurso en el corazón de las Naciones Unidas. Solo alguien con sobrada dignidad puede decir la absoluta verdad frente a los responsables de los grandes problemas de la humanidad. Allí estaba el gobierno de Estados Unidos cuya delegación oficial tomaba nota de cada palabra del presidente cubano.

Coraje y valentía, mirada profunda y la frente en alta; como todos los líderes que han representado a Cuba para denunciar el crimen, el saqueo y la expoliación contra el derecho al desarrollo y la vida de los países del Sur Global

En calidad de presidente pro témpore del G77 y China expresó:

“Nos unió la necesidad de cambiar lo que no ha sido resuelto y la condición de víctimas principales de la actual crisis multidimensional global, del abusivo intercambio desigual, de la brecha científica y tecnológica y de la degradación del medio ambiente.

Pero también nos une, desde hace más de medio siglo, el desafío ineludible y la determinación de transformar el orden internacional actual que, además de excluyente e irracional, es insostenible para el planeta e inviable para el bienestar de todos.

Los países representados en el G77 y China, donde vive el 80% de la población mundial, no solo tenemos el reto del desarrollo, sino también la responsabilidad de modificar las estructuras que nos marginan del progreso global y convierten a muchos pueblos del Sur en laboratorios de renovadas formas de dominación.  Urge un nuevo y más justo contrato global.”

La admiración de la mayoría de los países del mundo hacia una pequeña isla no es un capricho romántico e idílico.

El presidente de Cuba no solo alzó la voz en nombre de su pueblo, bloqueado y asediado, lo hizo en primer lugar por los países del Sur que apenas cuarenta y ocho horas antes se reunieron masivamente en La Habana para celebrar la histórica Cumbre del G77 y China.

La Cumbre G77 y China y el debate de alto nivel en la ONU marcan un antes y un después en la relación Norte-Sur.

No es solo una pequeña isla que con enorme sacrificio ha defendido, a solo 90 millas del imperio más poderoso de la tierra, el derecho de su pueblo a la soberanía, el desarrollo y la paz. La mayoría de los países del planeta alzaron la voz para denunciar el bloqueo, las sanciones y la inclusión en una lista de países supuestamente patrocinadores de terrorismo en la que jamás debió estar. Lo hicieron en La Habana durante las dos intensas jornadas de una Cumbre que tuvo más de 100 oradores. Y lo volvieron a reafirmar en el seno de la Asamblea General de la ONU ante la presencia de Estados Unidos.

Las naciones que integran el Grupo de los 77 y China cuya presidencia Pro Témpore preside con tanta valentía y honor Cuba hasta enero del 2024, son el Sur Global que salvará a la humanidad.

Con austeridad, sin alardes ni ostentaciones, fueron abrazados por la isla de Cuba como una gran familia donde el respeto a cada nación soberana, la comprensión de sus innumerables problemas, los desafíos que cada país enfrenta y la necesidad imperiosa de cambiar el orden económico y financiero, la depredación al medio ambiente, el fin de los bloqueos e imposiciones, de las guerras y dominio imperial. Junto a la imprescindible Unidad, la Paz y la Solidaridad que necesita con urgencia la Humanidad.

Por eso el orgullo y la ovación al presidente cubano Miguel Díaz-Canel, quedará para la historia: Nosotros Venceremos.

Foto de portada: Luis de Jesús Reyes / Claridad.