Música y danza se fusionan en el 39 Festival Jazz Plaza
Por Syara Salado Massip / Fotos: Víctor Villalba Gutiérrez / Adrián Juan Espinosa
Recién comenzó en Cuba uno de los eventos culturales internacionales más esperados por los amantes de la buena música y específicamente del buen jazz. La 39 edición del Festival Jazz Plaza arrancó este 21 de enero con espectáculos de primerísimo nivel con la presencia de prestigiosos exponentes del jazz. La Habana y Santiago de Cuba simultáneamente marcaron el inicio del evento y en el transcurso de la semana ofrecerán alrededor de 184 conciertos en la capital y otros 74 en Santiago.
El Teatro Martí ubicado en el seno de la Habana Vieja fue testigo de una noche mágica, donde confluyeron la música y la danza para ofrecer una presentación de máxima calidad artística. Con la puesta en escena de Malpaso Dance Company acompañados por la música en vivo interpretada por los multipremiados pianistas y compositores Arturo O’Farrill y Alejandro Falcón, el saxofonista, flautista y compositor de jazz estadounidense Ted Nash, el trío Cubadentro integrado por Maikel González Ruido, Luis Ernesto Pérez y el propio Falcón, además del Cuarteto de Cuerdas Alma.
Las piezas que conformaron el programa y deleitaron a los allí presentes fueron Nana para un insomnio, con coreografía de Daile Carrazana y música del compositor español Jordi Sabates, interpretada por el pianista de origen cubano residente en Nueva York Arturo O’Farrill; la segunda pieza titulada Vértigo, fue estrenada en diciembre del pasado año, con coreografía de Susana Pous e interpretada musicalmente para esta ocasión por el Cuarteto de Cuerdas Alma. El espectáculo músico-danzario finalizó con A Dancing Island (La Isla que Baila), última producción de Osnel Delgado coreógrafo y fundador de Malpaso Dance Company, con música del saxofonista estadounidense Ted Nash, el pianista cubano Alejandro Falcón, y el trío Cubadentro.
Fue un espectáculo de lujo con derroche de virtuosismo y pasión, donde la música y la danza convergieron en un mismo espacio convirtiendo el encuentro en una experiencia única, pasando a formar parte de la historia de la cultura cubana y las buenas alianzas entre la música y la danza.