Nicaragua denuncia injerencia de Estados Unidos a través de la NED y USAID
El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua, a través de su canciller Denis Moncada Colindres, rechazó las acciones intervencionistas del gobierno de Estados Unidos, llevadas a cabo mediante la Fundación Nacional para la Democracia (NED).
Moncada afirmó que “el dominio unipolar ejercido por Estados Unidos y sus aliados subordinados se percibe amenazado por el ascenso de países emergentes que continúan avanzando y fortaleciendo un mundo multipolar.”
A la vez que acusó a la NED de intentar “destruir el mundo, exterminar pueblos y gobiernos que no hacen consenso con Washington”.
Y afirmó que esta fundación ha entregado “financiamiento multimillonario para crear condiciones y lograr sus objetivos y fines desestabilizadores y golpistas en diferentes países del mundo”.
La NED fue creada en 1983, durante la administración de Ronald Reagan, con el supuesto objetivo de promover la democracia a nivel mundial. Sin embargo, el propio Allen Weinstein, primer presidente interino de la NED, admitió: “Mucho de lo que hacemos hoy era llevado a cabo en secreto por la CIA hace 25 años”.
A consideración del canciller nicaragüense, esta declaración subraya el verdadero propósito de la NED: actuar como un brazo de la política exterior estadounidense, financiando movimientos y organizaciones que desestabilizan gobiernos contrarios a los intereses de Washington.
En contexto, la NED ha sido acusada de intervenir en los asuntos internos de numerosas naciones, apoyando golpes de Estado, movimientos separatistas y campañas mediáticas diseñadas para socavar la legitimidad de gobiernos democráticamente electos desde su fundación.
Mientras que en el caso particular de Nicaragua ha jugado un papel destacado en los intentos de derrocar al Gobierno sandinista, financiando a medios de comunicación, ONG’s y grupos opositores con millones de dólares provenientes de los impuestos de los ciudadanos estadounidenses.
Además de la NED, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha sido otro pilar en la estrategia de injerencia de Estados Unidos. Aunque oficialmente se presenta como una agencia de ayuda al desarrollo, USAID ha sido utilizada para canalizar fondos y apoyo logístico a actores políticos que promuevan los intereses estadounidenses en el extranjero.
En Nicaragua, tanto la NED como USAID han sido acusadas de financiar y apoyar directamente el intento de golpe de Estado de 2018, en el cual se canalizaron millones de dólares a grupos opositores, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil.
Estas acciones formaron parte de una estrategia más amplia para desestabilizar al gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional, liderado por el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo.
Ante esta situación, recientemente el Gobierno de Daniel Ortega ha anunciado un nuevo modelo de operatividad para las ONGs, que ahora estarán obligadas a formar «alianzas de asociación» con instituciones del Estado para poder ejecutar sus proyectos.
Esta reforma, impulsada por la vicepresidenta Rosario Murillo, busca garantizar que las ONGs operen en concordancia con los intereses del Gobierno nicaragüense y se ajusten a las leyes nacionales.
La iniciativa busca hacer frente a un modus operandi utilizado en numerosas regiones del mundo, desde Asia hasta Europa del Este, para promover agendas que favorecen la hegemonía estadounidense.
La denuncia y los esfuerzos del gobierno nicaragüense ponen de relieve la necesidad de una mayor vigilancia y resistencia frente a las acciones intervencionistas de Estados Unidos.
En ese sentido, Moncada destacó que Irak, Afganistán, Irán, RPDC, Libia, Siria, Palestina, China, Rusia, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y otros países hermanos han luchado y siguen resistiendo y derrotando campañas de desestabilización, desintegración territorial y golpes de Estado.
Fuente: teleSUR
Foto: Gobierno de Nicaragua