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Calidad del aire en Cuba, un preocupante escenario que urge revertir

Por Orfilio Peláez

Los resultados de numerosos estudios internacionales, incluidos los realizados por organismos del Sistema de Naciones Unidas, ratifican que la exposición prolongada a una atmósfera enrarecida, suele ser especialmente perjudicial para las personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, cáncer, mujeres embarazadas, niños y ancianos.

Informes de la Organización Mundial de la Salud estiman que cada año la exposición al deterioro de la calidad del aire causa alrededor de siete millones de muertes prematuras en el orbe, mientras otras fuentes académicas especializadas calculan en el orden de 6,7 a 8,8 millones el número de fallecidos atribuibles a la contaminación ambiental en general, y la atmosférica es por mucho la primera causa.

Para conocer el escenario actual de Cuba en esta esfera, Granma entrevistó a la doctora Rosemary López Lee, Investigadora Titular y jefa del Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera (Cecont), del Instituto de Meteorología.

–¿Cómo se comporta la calidad del aire en nuestro país?

–A partir de las investigaciones desarrolladas durante los últimos 15 años por el Cecont, se pudo corroborar que las ciudades con los peores niveles de calidad del aire en Cuba son Mariel, Nuevitas, Moa, La Habana, Santiago de Cuba, Cienfuegos y Matanzas.

“Le siguen, con el rango de malo, Santa Lucía, Santa Clara, Camagüey, Holguín y Nicaro, mientras clasifican como deficiente en Pinar del Río, Artemisa, San José de Las Lajas, Cárdenas, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Las Tunas, Bayamo y Guantánamo”.

“Entre las causas fundamentales de los problemas de contaminación atmosférica observados en la Mayor de las Antillas figuran los errores de planificación territorial en cuanto a la ubicación de los asentamientos urbanos e instalaciones fabriles, el uso de tecnologías obsoletas, sobre todo en la industria y el transporte, junto a la carencia de sistemas de tratamiento eficientes y la reducida disposición de normas técnicas regulatorias”.

“Según el inventario nacional de emisiones de las principales fuentes fijas contaminantes, realizado con un alto rigor científico a lo largo y ancho de nuestro país, y actualizado periódicamente, el dióxido de nitrógeno (no2), es el contaminante que más se emite a la atmósfera en Cuba, seguido del dióxido de azufre (so2) y el monóxido de carbono (CO), asociados a la quema de combustibles fósiles”.

“Resaltan también, por su magnitud, las emisiones de material particulado pm10 y pm2,5, y los compuestos orgánicos volátiles diferentes del metano”.

“Visto de manera más específica, los municipios de Moa, Mariel y Nuevitas son los máximos emisores de SO2, NO2 y CO a nivel nacional en tanto, resultan igualmente significativas, las emisiones de estos compuestos en Cienfuegos y Matanzas”.

“Para La Habana en particular, los mayores problemas de contaminación atmosférica se localizan en La Habana Vieja, Regla, Diez de Octubre, Cotorro, Centro Habana y San Miguel del Padrón”.

“Las zonas más comprometidas están concentradas en el anillo industrial, alrededor de la bahía habanera, vinculadas a las emisiones de la refinería Ñico López y el grupo electrógeno de Regla, fundamentalmente. Otros focos contaminantes notables lo constituyen las calderas, hornos e incineradores”.

“Con relación a la capital, es necesario detallar que una buena cantidad de centros industriales incumplen con las normas de calidad del aire establecidas, respecto a la distancia mínima que debe haber entre ellos y la zona residencial”.

“Las condiciones meteorológicas que condicionan en gran medida la ocurrencia de altos valores de polución del aire son la llamada inversión térmica (cuando la temperatura en las capas altas de la atmósfera es inferior a la de la superficie) y la calma relativa del viento”.

“Si ambos factores se combinan, los compuestos contaminantes no logran dispersarse y quedan suspendidos y retenidos en los niveles bajos de la atmósfera, incluso cerca de la superficie”.

“Ello hace que, en no pocas ocasiones, urbes de gran tamaño como La Habana queden cubierta por una densa bruma capaz de limitar la visibilidad al mirar a la distancia, similar a la observada cuando estamos bajo la influencia de las nubes de Polvo del Sahara”.

–¿Qué acciones emprende el país para fortalecer el sistema de vigilancia de la calidad del aire?

–Si bien el país llegó a disponer de una red urbana destinada al control de la calidad de aire, que funcionó con efectividad hasta finales de la década de los 80 del pasado siglo (prácticamente colapsó con el periodo especial), en la actualidad  y bajo la dirección del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), se dan pasos para rediseñar y revitalizar, a corto y mediano plazo, el sistema nacional de monitoreo ambiental, y dentro de él, al Sistema Nacional de Vigilancia de la Contaminación Atmosférica (Sinvca)

“Lo anterior demanda ejecutar un grupo de acciones encaminadas a realizar nuevos estudios para actualizar el comportamiento de ese indicador a nivel nacional, la adquisición de equipos y tecnologías más eficaces enfocadas en medir con la mayor certeza las emisiones de los principales contaminantes, el mejoramiento de los modelos de transporte y dispersión de esos compuestos, junto con la adopción de medidas de mitigación”.

“En una primera etapa, los trabajos estarán concentrados, fundamentalmente, en la ciudad de La Habana, para, de manera gradual, extender esa iniciativa a otras urbes con marcados problemas de contaminación atmosférica”.

“Para lograr revertir el deterioro de la calidad del aire, es imprescindible no solo reactivar y modernizar el sistema de monitoreo, también urge priorizar, mediante la aplicación de soluciones integrales, el tratamiento de las emisiones industriales en los planes de la economía, fortalecer las investigaciones interdisciplinarias, y disponer de un decreto–ley específico sobre protección de la atmósfera.

“En la actualidad, el Cecont ejecuta varios proyectos investigativos vinculados al tema, como los denominados Calidad del aire, condiciones meteorológicas y enfermedades respiratorias en La Habana, y Sistema de vigilancia del impacto de gases resultantes de la descomposición de algas Sargassum, en la salud de la población”.

Fuente: Granma

Foto: Getty images

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