Entrevista a Jaldía Abubakra: “Israel está haciendo todo lo que puede para no cumplir los acuerdos y tener artimañas para seguir torturando y maltratando”
Por María Torrellas / Resumen Latinoamericano
Jaldía Abubakara es integrante de Samidoum que defiende los derechos de los presos y presas palestinos. También pertenece a Alkarama, de la Organización de Mujeres Palestinas y al Movimiento Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina Masar Badil. Con ella, enorme revolucionaria de la causa palestina, conversamos en nuestro programa radial Resumen de Medio Oriente.
–Querida Jaldía, un gusto tenerte otra vez en el programa.
-Encantada María de que conversemos. Y además tener la oportunidad de felicitaros por la labor que estáis llevando a cabo porque que a través de vosotros la información llega a todo el mundo bastante precisa, bastante clara. Y acaparáis todo; porque por Resumen Latinoamericano nos enteramos de lo que pasa a nivel mundial y eso es una labor bastante grande, bastante fuerte. Requiere mucho trabajo. Pero se ve que el trabajo se está haciendo muy bien; y eso agradecemos las personas que lo seguimos y que a
través de vosotros nos informamos.
-Muchas gracias Jaldía. Y yo debería agradecer en nombre de Resumen Latinoamericano por esta lucha porque también vosotras desde Samidoum, cuando se realizó recientemente el intercambio de prisioneros en Gaza, pudimos conocer las vidas de los presos, de las presas, esos videos que reproduce toda la diáspora palestina. Justamente yo te quiero preguntar sobre ese tema, el de los prisioneros. Hemos estado viendo y difundiendo estos intercambios, hemos estado emocionándonos con historias hermosas, pero también historias muy tristes. Sobre todo con las historias de esos presos que salen de las cárceles de exterminio sionistas, torturados, enfermos, con sus cuerpos destrozados. Eso ha sido desgarrador. Háblanos de esta situación.
-Nosotros veníamos ya denunciando las torturas y los malos tratos que recibían los presos palestinos en las cárceles israelíes desde hace mucho tiempo; pero ya ahora en estos intercambios es cuando se ha visto muy claramente lo que afirmábamos. Realmente la gente ha podido comprobarlo con sus propios ojos. Se trata de una política asentada por parte de la entidad colonizadora israelí, la tortura hacia las presas y presos palestinos. No solamente nosotros, sino otras organizaciones palestinas y también internacionales han denunciado las torturas; incluso las violaciones a niños y niñas en los interrogatorios. Ahora esto se ha visto. Como bien dices, nos hemos emocionado también con los intercambios cuando hemos visto la alegría de las familias. Esto ha compensado todo el dolor que hemos sufrido durante todos los años de lucha del pueblo palestino, pero sobre todo los últimos quince meses. Ese genocidio que no nos ha dejado dormir a la gente que ha estado afuera, imagínate los que están dentro del territorio. Con ellos y ellas hemos sufrido, lo hemos padecido.
Cuando vimos salir a las primeras prisioneras palestinas, a los niños que han sido liberados de las cárceles israelíes, personalmente a mí me ha compensado un poco. Yo estaba llorando de alegría con el primer intercambio, al igual que todas las familias que han recibido, que han abrazado a sus familiares. Aunque, por supuesto, al igual que cuentan todos los que han salido de las prisiones, el precio que se ha pagado es muy alto. Todos sienten el sufrimiento de nuestra gente en en Cisjordania y en toda Palestina, y todos sienten que le deben algo a Gaza. De hecho, es la frase que repiten todos aquellos que son entrevistados, prisioneros y prisioneras: “Tenemos una deuda con Gaza, tenemos una deuda con la gente de Gaza, con la resistencia palestina” y “No vamos a dejar de luchar”. Eso es algo emocionante; algo que tenemos que comentar. Que aparte la alegría es también una alegría no completa; sobre todo el segundo intercambio, donde hay prisioneros que han sido deportados, que no pueden volver a Palestina, que están en un hotel en el Cairo, encerrados también. No es una cárcel, es un hotel; pero igual están encerrados, no pueden salir de ahí. Y están esperando a ver dónde pueden ir. Y esto es algo vergonzoso por parte, no solo de los gobiernos árabes, sino de la comunidad internacional. Se ha hecho un intercambio.
-Qué diferencia lo ocurrido con los prisioneros israelíes…
-Todo el mundo ha visto como han salido los prisioneros de guerra israelíes: perfectos, sanos, cuidados, limpios; incluso con regalos, reconociendo el buen trato que habían recibido. Y sin embargo el mundo está permitiendo que Israel entregue nuestros prisioneros en estas condiciones que todos han podido ver, que están cometiendo violaciones de derechos humanos con la tortura, y está comprobado, no es que lo digamos nosotras. Aún así permitir que estos prisioneros sean deportados fuera de su país, de su tierra, alejados de sus familias. Hay algunas familias que llevaban más de 20 años sin ver a sus hijos. E Israel les está impidiendo viajar; o sea, salir incluso de los territorios palestinos hacia Jordania o hacia Egipto para abrazar a sus hijos. Imagínate que tortura, ¡qué sufrimiento!
Todavía siguen. Más ensañamiento con las familias palestinas para robarles la alegría. Entonces eso es lo que tenemos. Tenemos a prisioneros de Jerusalén que han sido liberados, y que las autoridades israelíes han prohibido a las familias mostrar cualquier signo de alegría, ni festejarlo. Han allanado las casas antes de que vuelvan los prisioneros a las mismas. Y después ha habido algunos prisioneros que han sido deportados o expulsados de Jerusalén.
– Hemos publicado hace poco la noticia de una compañera que es Jeena Barbar, una joven de 23 años que ha salido y que es ciudadana de Jerusalén; y que ha recibido ella y otros dos prisioneros de Jerusalén la orden de expulsión de allí, y tiene un mes para cumplir la orden.
Entonces, ¿qué están haciendo? Israel está haciendo todo lo que puede para no llevar a cabo los acuerdos o tener artimañas para seguir torturando y seguir maltratando. Hemos visto y vivido unos momentos de tensión la última semana cuando ya Hamas dijo que no iba a hacer la entrega porque Israel está incumpliendo lo acordado en cuanto a la tortura y al maltrato, porque les pegan palizas a los prisioneros antes de sacarlos.
Por otro lado, mucha alegría, ya que es una victoria para la resistencia. Cuando hablo de la resistencia hablo no solamente de la resistencia sobre el terreno, que es la resistencia militar armada palestina, sino la resistencia en su conjunto de la cual formamos parte nosotros y vosotros también.
Si. Yo quería hablar justo de eso que estás contando, esa crueldad que es sistémica, que es estructural. Ese sistema genocida, infanticida, colonial, de limpieza étnica. Todas esas palabras que no deben quedarse solamente como técnicas, sino que deben llevar la emoción de lo que decimo. De lo que supone eso, y de lo que hemos estado viendo en los últimos quince meses. Yo quería hablar también de que esa crueldad ha sido practicada con toda la población de Gaza. Porque justamente han secuestrado también a los médicos, como el doctor Abu Safiya, y se han llevado a las personas que cuidaban la vida, mujeres, niños.
-Se llevaron de Gaza a miles de personas, y hay personas que no se sabe donde están. De hecho, hay algunos en la última entrega, y también ha habido prisioneros secuestrados de Gaza. Sus familias se han sorprendido de que estaban vivos; porque pensaban que habían muerto, que estaban bajo los escombros. Hay miles y miles de prisioneros de Gaza que están en el campo de tortura de Sde Teiman. Se rumorea que el Dr. Abu Safiya va a estar entre los próximos liberados. Entonces, cuando hablamos de que han secuestrado, que han torturado, asesinado al personal médico, sanitario, al personal de socorro, a los periodistas, a los de trabajo civil en la Franja de Gaza, vemos que ha sido totalmente intencionado. Porque forma parte del genocidio el no dejar a la gente que ayuda al resto de la comunidad dentro de la Franja. Todo esto estaba pasando de la forma planeada para hacer la vida imposible a los gazatíes. Todo el daño que se ha hecho a la población palestina en la Franja de Gaza le ha quitado un poco el foco a lo que ocurre en Cisjordania ocupada, donde el genocidio también se está llevando a cabo de forma no menos dura, pero quizás menos llamativa. Por ejemplo, en Tulkarem han levantado hasta el asfalto de las calles. Incendiaron un pueblo entero, han asesinado a muchas personas; y están haciendo lo mismo en otras ciudades de Cisjordania porque lo que pretenden es la limpieza étnica, acabar con el pueblo palestino y hacer que la vida sea tan difícil, tan imposible que a los que puedan sobrevivir no les quede otra que intentar abandonar el territorio e irse a otro sitio. Lo que pasa es que se topan con la resistencia, la firmeza del pueblo palestino que a pesar de todo se niega a moverse. Porque ya se había movido en el ’48, se había movido en el ’67. Entonces el pueblo palestino sabe que quien sale de ahí no puede volver, no le van a permitir hacerlo. Entonces la gente se aferra y lo toman como una especie de desafío. Y el pueblo palestino si tiene alguna seña de identidad es que es un pueblo muy tenaz, muy testarudo. Y cuando le desafían, todavía se aferra más.
Porque quizás si la situación hubiese sido normal a la gente no le importaría salir porque saben que “bueno, me voy a buscar la vida -como en cualquier parte del mundo- y luego volver”. Pero saben que quieren sacarlos. Esto lo hemos visto, cuando la población que había sido desplazada al sur de la Franja de Gaza, después del alto al fuego, como volvían todos hacia el norte. Y también se ha comprobado que en el norte de Gaza -que Israel había dicho que habían vaciado y que habían conseguido limpiar étnicamente- había como alrededor de ochocientas mil personas allí.
-Te quería justamente hablar de eso que hablas tú, de la testarudez, que también se puede decir que es resiliencia. Cómo se convierte el dolor en lucha, cómo se convierte todo lo que han sufrido, en nuevos ánimos a través de las herramientas que tienen, de lo poco que tienen. Y cómo están respondiendo a Trump: están diciéndole las infancias, las niñas, los niños; una anciana maravillosa de más de 100 años que dice “yo no me voy a ir, yo me voy a abrazar al olivo, voy a morir aquí”. No sólo que no se van de Gaza, que no se van del norte. Que no se van a ir ni al sur, ni van a aceptar el desplazamiento israelí. Esa respuesta que nos conmueve tanto, que parece que son la vanguardia del mundo, la vanguardia de lucha, porque es lo que hay que hacer, lo que hacen en Gaza.
-Cuando lo dice una persona mayor, te imaginas que puede pensar: “¿qué me queda de vida?, pues lo que me quede lo voy a vivir en mi tierra”. Pero cuando lo dicen los jóvenes y las niñas y niños, que son el futuro, eso todavía tiene mucho más significado de que están respondiendo niños pequeños y niñas pequeñas “no vamos a abandonar nuestra tierra, y la vamos a reconstruir”. Cuando la gente ve los videos de cómo la gente está limpiando los escombros con todo lo que puede; cómo durante el genocidio han
estado plantando alrededor de esa tierra donde estaban desplazados, haciendo su huerto para dar vida. Había escuelas durante el genocidio, o sea, en tiendas de campaña donde nosotros como Alkarama hemos estado participando o colaborando, para que los niños no pierdan su educación. Yo he escuchado un video de un señor mayor diciendo: “Quieren hacer de nuestras generaciones, jóvenes ignorantes; y nosotros vamos a luchar porque queremos que sean educados. Vamos a luchar; no queremos comida, no queremos agua, queremos educación, enseñanza, y que nuestros jóvenes tengan conocimientos”. Eso para el pueblo palestino es de un valor primordial: la educación, el conocimiento. La resistencia y la resiliencia está en que no van a conseguir que seamos un pueblo ignorante.

-Hay un momento ahora con esto que están diciendo tanto Trump como el ente ocupante israelí, de proponerse arrasar, que no les importa nada que no se vayan. ¿cómo ves que seguirá este proceso?
– Tú sabes que aquí la gente a veces dice de alguien cuando habla: “tiene boca chancla”. Trump tiene boca chancla, lo malo es que el mundo le hace caso; el mundo le hace caso y eso genera ruido, genera caos, genera desvío de la atención de lo importante a lo que dice Trump; cuando ya el pueblo palestino ha dado su respuesta y cuando sabemos que el plan de la entidad colonial sionista, desde su nacimiento, era eso: desplazar y vaciar el territorio de Palestina. En el momento que ellos dicen una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra, ellos ya están diciendo que esta tierra no tiene pueblo. Y, por lo tanto, si hay gente habría que matarla o expulsarla. Y eso lo llevan practicando e intentando llevar a cabo desde que empezaron la colonización de Palestina y no lo han conseguido. Si no lo han logrado en cien años no lo van a conseguir ahora que tenemos a una juventud todavía más concientizada, que sabe lo que pasa. Porque cuando empezaron los primeros sionistas a llegar a Palestina la gente todavía no sabía de qué iba esto. Pero ahora ya la gente sabe lo que es. Si miramos la historia del pueblo palestino vemos como cada generación todavía aprende de la anterior, y aumenta, y sube y suma sus nuevos conocimientos, su firmeza y sus tácticas y sus técnicas de resistencia; con lo cual eso no lo van a conseguir nunca. Por mucho que hagan no lo van a conseguir. Trump ya puede decir que quiere vender, que quiere construir, pero todo esto hace que la gente desvíe la atención y empiece a hablar lo que ha dicho Trump y lo que le ha contestado Netanyahu, que en realidad no es nada nuevo, porque ese es su plan. Sin embargo, lo que tenemos que prestar atención es que a Gaza la han destrozado; los prisioneros están saliendo. Tenemos que hacer hincapié o poner la atención en que dejen de detener. Porque siguen deteniendo gente en Cisjordania. O sea; el número de prisioneros baja, pero también aumenta por otro lado, las violaciones de derechos humanos se repiten a diario. Tenemos que poner la mira en la rendición de cuentas por el crimen de genocidio, los crímenes contra la humanidad y de guerra que ha cometido la entidad sionista, tienen que rendir cuentas y tienen que ser juzgados. Gaza se tiene que reconstruir y lo lógico, diría yo, es que quien la ha destrozado tendría que pagar los costes. Sin embargo, lo que está pasando es que van a hacer pagar a los países del petrodólar, pagar la reconstrucción comprándoles el material a ellos y pasando por ellos para que también esto sea una fuente de ingresos para la entidad colonial. Eso es lo que la gente tenemos que darnos cuenta. Por mucho o por poco que podamos hacer las y los activistas tenemos que abrirles los ojos a la gente y a los partidos de izquierda, y a los gobiernos y a la gente de conciencia, que pongan el foco en el castigo a los culpables de tanto horror. Tenemos que seguir hablando de que tienen que juzgar no solamente a Netanyahu y a Trump sino a todos aquellos que han cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Palestina y que paguen por sus crímenes.
-Sí, ese es el camino inmediato: “exigir justicia para los culpables”. O sea que eso es el foco, sin duda, que hay que implementar muchísimo. Y creo que lo habíamos dicho fuera de micrófono. Pero yo quería saber cuántas mujeres e infancias quedan realmente presas; e incluso que hayan entrado desde Cisjordania. Porque hace poco también detuvieron a otra chica joven.
-Siguen deteniendo en Cisjordania. Las prisioneras que se han llevado de Gaza, es un número que no sabemos. Los que están en el campo de tortura en Sde Teiman, tampoco se sabe. Pero en la cárcel de mujeres, donde estaban todas y de la que han salido las prisioneras en el primer intercambio -que ahi la exigencia o lo acordado era liberar a todas las prisioneras palestinas mujeres- no han salido todas. Se han quedado ahí cuatro prisioneras de Gaza que no han querido liberarlas. Han quedado también dos prisioneras palestinas de los territorios del ’48 que ellos consideran que no son palestinas, que tienen el documento de identidad israelí, pero claro, son palestinas. Y creo que esas son las que quedaban del primer intercambio. Luego han ido encarcelando a más mujeres, sin contar las que están en Sde Teiman que no sabemos cuántas son.

-Bien, estamos ya en el final. ¿Quieres agregar algo más?
-Quiero saludar al pueblo de Argentina, porque también vosotros enseñáis una lección de resistencia, de confrontación. No olvidamos a las Madres de la Plaza de Mayo; las mujeres -en todas partes- siempre que hay que luchar, ahí están. Y, por supuesto, los pueblos y el pueblo palestino es lo que nos está dando las fuerza para seguir, a los que estamos viendo esta lucha desde lejos.
Fuente: Resumen Latinoamericano / Argentina
