Afganistán: Más de 17 000 desplazados necesitan ayuda humanitaria
Por Patricia María Guerra Soriano / Colaboración especial para Resumen Latinoamericano
Luego de veinte años de silencio, los talibanes avanzaron por Afganistán unas semanas antes de la retirada final planificada por las tropas estadounidenses e internacionales. Este domingo ha sido noticia la toma de Kabul, la capital del país, con el pretexto de “evitar actos de saqueos” y daños a la población.
Mientras las fuerzas talibanes se diseminan, la ciudadanía está embargada de temor y necesidades. De acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), desde el mes de julio, 17 600 personas desplazadas internas necesitan asistencia humanitaria.
Desde esa perspectiva, el organismo internacional precisó este domingo que en un solo día se han registrado 2 000 nuevas personas en la capital urgidas de ayuda.
Por otra parte, aunque algunos desplazados son acogidos por familiares o amigos, “un número cada vez mayor se aloja también a la intemperie en distintas partes de la ciudad”.
La oficina de Naciones Unidas y el Gobierno reveló que, entre los desplazados, se encuentran personas con problemas de salud cuyo estado puede empeorar pues la asistencia está paralizada debido “a la incertidumbre de la situación en Kabul”.
La llegada insurgente a la capital del país mantiene al mundo en ascuas. De ahí que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidiera reunirse este lunes para tratar la situación actual, una iniciativa propuesta por las delegaciones de Noruega y Estonia.
“Ejercer la máxima moderación para proteger vidas” es el llamado que desde la ONU promueve su secretario general Antonio Guterres. En este sentido, una nota enviada por el organismo a los corresponsales de prensa, indica que Guterres sigue con preocupación la situación en Afganistán, particularmente, el futuro de las mujeres y las niñas, “cuyos derechos ganados con tanto esfuerzo deben ser protegidos”.
A pesar de las promesas realizadas por los talibanes con respecto a una transición pacífica de poder y el respeto a todas las personas, los ciudadanos temen a la represión, al punto que este domingo la capital afgana estaba colapsada de vehículos tratando de llegar al aeropuerto, donde también cientos de personas aún se reúnen y riñen en busca de un asiento en el avión que les garantice salir del país.
Foto de portada: Prensa Latina