Argentina: Decenas de miles de manifestantes de organizaciones populares repudiaron el acuerdo con el FMI frente al Parlamento (fotorreportaje)
Mientras en el Congreso un pacto vergonzoso entre diputados de la derecha macrista y sus colegas socialdemócratas del Frente de Todos ponía al país, su soberanía, sus riquezas naturales y hasta sus alimentos a los pies del Fondo Monetario Internacional, afuera, en las calles, decenas de miles de manifestantes daban cuenta que ellos y ellas no firman ningún acuerdo y seguirán peleando, como siempre, por su dignidad y la de sus hijos y nietos.
“En nuestro nombre no”, se dijo una vez y ahora se repite, cuando cientos de organizaciones sociales, sindicales y políticas, ligadas a la Autoconvocatoria por la Suspensión de la Deuda, a la Coordinadora por el Cambio Social, a la Unidad Piquetera, el FIT-U y otros nucleamientos de lucha popular, mostraron su repudio al nefasto acuerdo desde las primeras horas de la mañana hasta bien entrada la tarde. En la euforia de la rabia por ver como esos diputados y diputadas le daban la espalda al pueblo, un grito unánime recorrió la Plaza del Congreso: “Fuera, fuera, fuera el Fondo fuera”, y miles de aplausos coronaron la quema de una bandera norteamericana, o de una estructura rodeada de neumáticos que decía “FMI”.
Más tarde se produjeron fuertes enfrentamientos con la policía metropolitana (ver nota aparte) que arrojó balas de goma contra los manifestantes y estos contestaron con piedras, algunas de ellas fueron a estrellarse en los ventanales del Congreso.
El accionar policial represivo, el humo negro de los neumáticos incendiados elevándose sobre el Congreso y las corridas que fueron diezmando las columnas de varias organizaciones será seguramente la foto que recorrerá el mundo, mostrando que ni el acuerdo, ni el Fondo son bienvenidos en Argentina, donde nadie fue consultado para semejante decisión.
Las democracias burguesas, sus dirigentes, sus medios de comunicación actúan siempre de la misma manera: de espaldas al pueblo para que finalmente sea este el que pague los platos rotos. Y aceptar el pago de una deuda de más de 45 mil millones de dólares, ilegítima y odiosa, es algo que va a traer durísimas consecuencias sobre la población. Agudizará la crisis económica y golpeará aún más los bolsillos de las y los argentinos. De allí el rechazo generalizado de este jueves y los que seguirán, seguramente, en los próximos días.
Tomado de Resumen Latinoamericano Argentina.