El Barrio La Corbata, un ejemplo del trabajo comunitario en Cuba
Por Laura V. Mor/ Video: Victor Villalba Gutiérrez/ Fotos: Gentileza de Ismael Francisco.
Con el apoyo de ministerios, organizaciones de masas y entidades locales, Cuba prioriza un programa para la recuperación de áreas, perfeccionamientos en las comunicaciones, servicios comunales, transporte y salud en zonas consideradas “vulnerables”.
65 barrios de la capital cubana han sido priorizados dentro de este programa y La Corbata, en el municipio Playa, es uno de ellos.
Hasta allí llegaron los participantes internacionales del Coloquio “Patria” que sesionó los pasados días 14 y 15 de marzo en Casa de las Américas como parte de las jornadas por el Día de la Prensa Cubana y el 130 aniversario del Periódico Patria fundado por José Martí.
Los periodistas, comunicadores e influencers digitales conocieron de primera mano en un recorrido junto al Héroe de la República y Coordinador Nacional de los CDR, Gerardo Hernández Nordelo, las transformaciones socioculturales que experimenta esta comunidad de 1300 habitantes desde más de cinco meses.
Este programa de atención a las comunidades cuenta con la particularidad de partir de las necesidades del propio barrio y sus pobladores, lo que hace que se sienta propio, trabajando desde la propia concepción del sistema económico, político y social cubano.
Sobre ese trabajo colectivo y comunitario nos hablaba Usmany Lemagne Pagé, delegado de ese Consejo Popular al explicar que no sólo se trataba de “embellecer” el barrio, sino de dar un sentido de pertenencia a sus pobladores desde un diagnóstico de sus necesidades reales. En ellos participan trabajadores sociales, quienes son los encargados de elaborar esos diagnósticos en base a las características de las familias que habitan el barrio, atendiendo a una lógica de transformación “desde abajo” y no impuesta.
La Corbata contaba con 106 viviendas construidas en madera, a las cuales se está transformando en mampostería para no sólo poder realizar los trámites legales de propiedad, sino para mejorar la calidad de vida de las familias que la habitan. Actualmente ya han sido terminadas 40 viviendas, según nos explicaba Usmany, y se prevé reagrupar 60 familias en viviendas más amplias, ya que sus núcleos familiares cuentan con más de tres niños y niñas que requieren de mejores condiciones habitacionales que las actuales.
Un nuevo consultorio del médico de la familia, una bodega más cercana y un centro cultural que se espera inaugurar a fines de abril son algunas de las obras que acompañan a la construcción y mantenimiento de las viviendas de la zona, reflejo de las políticas públicas comunitarias con que cuenta el país.
La vivienda es una de las prioridades dentro de las políticas sociales de la Revolución Cubana, debido a la necesidad de resolver el déficit habitacional que también impacta en el ámbito social y económico.
La Política Nacional de Vivienda fue aprobada en diciembre de 2018 y desde entonces, a pesar de las dificultades que genera bloqueo económico, comercial y financiero en cuanto a la adquisición de los materiales necesarios para las obras, el fondo habitacional del país creció en más de 121.800 hogares.
El derecho a la vivienda continúa siendo, como pudimos observar, una de las prioridades dentro de las políticas sociales de la Revolución Cubana, desde una óptica comunitaria y participativa, en donde se reflejen las necesidades de cada barrio.