Operation Walk otra vez en La Habana: La voluntad de “andar” que nace de la solidaridad
Por Lisandra Fariñas Acosta.
Si miras la primera foto, hace 25 años y la comparas con la de hoy, verás cómo hemos crecido, nos dice el cirujano estadounidense William Long. Dejó unos minutos uno de los cuartos de la sala F del Hospital Ortopédico Docente Fructuoso Rodríguez, en La Habana, para hablarnos, podría decirse, de cómo es volver a las raíces.
El especialista es uno de los miembros fundadores de Operation Walk —una organización de voluntarios que ofrece cirugía gratuita a pacientes que no tienen acceso a atención para la artritis u otras afecciones óseas y articulares— y está feliz de volver a esta especie de “casa”.
“En La Habana comenzó todo”, dice al referirse a la travesía que ha significado impulsar las múltiples misiones que han cambiado la vida de 17 000 personas mediante intervenciones quirúrgicas sin costo alguno en los Estados Unidos y más de 20 países todo el mundo.
Durante los últimos 25 años, Operation Walk ha llegado a Cuba en 23 ocasiones y su espíritu de colaboración, aprendizaje y de la utilidad que propicia colocar la ciencia en función de la salud de los más necesitados, sigue estando intacto.
La última vez que visitaron La Habana fue en 2019 y aún la covid-19 no había trastocado todo. Cuba es—después de Guatemala— el segundo país al que viajan luego de la pandemia.
Cerca de 50 profesionales de diversas ciudades norteamericanas y diferentes especialidades médicas: enfermeras, anestesiólogos rehabilitadores, cirujanos, intensivistas…, tendieron nuevamente un puente entre Los Ángeles y la nación caribeña, del cual se beneficiarán 60 pacientes necesitados de sustitución de articulaciones y de reemplazos protésicos de cadera y rodilla.
Esta misión tiene un carácter especial, apunta el doctor Roberto Balmaseda Manent, jefe de Docencia e Investigaciones del Fructuoso Rodríguez y coordinador de Operation Walk en La Habana.
“Está dedicada a la memoria del doctor Lawrence D. Dorr, fallecido en diciembre de 2020, el destacado cirujano ortopédico artífice de esta organización”.
Para el doctor Long, líder de la misión y quien se formase bajo la impronta del prestigioso cirujano ortopédico, es emocionante recordarle haciendo lo que más le gustaba: utilizar las habilidades médicas para ayudar a las personas discapacitadas por afecciones relacionadas con las articulaciones y aliviar su sufrimiento.
En 1996 el doctor Dorr y su equipo juntaron todas las piezas necesarias para realizar misiones exitosas en todas partes del mundo. Bajo su liderazgo nació Operation Walk que, con el capítulo principal en la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos, ha crecido hasta convertirse en una organización internacional que agrupa 20 capítulos en Estados Unidos, dos en Canadá, uno en Irlanda, uno en Tailandia y uno que se está organizando en Londres.
Fue en el propio año 1996, que el Doctor en Ciencias Alfredo Ceballos Mesa, destacado ortopédico cubano, estudió con Lawrence D. Dorr en EE.UU. cómo hacer cirugías de prótesis de rodilla. Al año siguiente, el primer equipo de Operation Walk llegaba al Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (Cimeq). Luego trabajarían en el Complejo Científico Ortopédico Internacional Frank País, y más tarde en el hospital Fructuoso Rodríguez, en El Vedado capitalino.
Cuba fue la primera misión de muchas. Quizá por ello, y por el valor que reconocen confieren los profesionales de la salud cubanos al intercambio científico y a la salud, la Isla se les ha vuelto “uno de sus países de corazón”.
Así lo afirma sin titubear Alejandra Castillo, coordinadora de la misión. “Operation Walk es una oportunidad tremenda que tenemos todos nosotros para demostrarle al mundo que se puede colaborar, trabajar en equipo y seguir adelante”.
“La pandemia afectó a todo el mundo, no estuvimos viajando y ayudando a la gente y sentimos que no estuvimos cumpliendo nuestro propósito. Decidimos que en cuanto se pudiera teníamos que venir a Cuba. Es un país que amamos, líder en la ciencia, donde la colaboración y el compañerismo son fundamentales”, refirió.
Para Alejandra, Operation Walk se trata de mucho más que operar. “Se trata de compartir saberes. Lo que queremos es que la gente que ayudamos ayude a otros… pasar la antorcha del conocimiento”, añadió.
Los reemplazos de cadera y rodilla son cirugías muy complejas que requieren talento médico calificado. Son intervenciones muy necesarias que ayudan a las personas que las requieren a estar libres de una vida de dolor y discapacidad, e incluso regresar al trabajo y sentirse útiles socialmente.
“Estas son cirugías que cambian la vida, porque los pacientes no pueden trabajar porque no pueden caminar, son una carga para sus familias y pueblos y tienen dolor crónico. Después de la cirugía, caminan desde el hospital”, apunta Operation Walk en su sitio oficial.
“El Dr. Dorr fue pionero en técnicas de recuperación rápida para pacientes con implantes en los Estados Unidos (hacer que los pacientes se levantaran y caminaran al día siguiente de la cirugía) y ahora muestra a los médicos del país cómo hacer que los pacientes se muevan rápidamente, reduciendo así las complicaciones posoperatorias. El tipo de hueso Dorr está referenciado internacionalmente; sus técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas y su programa de manejo del dolor han sido adoptados por cientos de cirujanos; y su descubrimiento actual de la relación de la espinopélvica con la cadera ha mejorado la comprensión de la anatomía funcional de la cadera. Todos estos conocimientos se imparten a los médicos de cada país”, amplía la información que ofrece la organización internacional.
Así lo corrobora el doctor Balmaseda quien afirma que los métodos incorporados a estas intervenciones propician que los pacientes tengan una recuperación más rápida y una estadía hospitalaria mínima. A las 24 horas prácticamente ya se incorporan a andar, y reciben rehabilitación, además de que al egreso reciben los apoyos como andadores y los medicamentos, para posteriormente ser seguidos en sus áreas de salud.
Se trata, además— dijo—de intervenciones quirúrgicas costosas, de las que nos vemos imposibilitados muchas veces a pesar de dominar las técnicas, pues solamente una prótesis de cadera o rodilla en el mercado internacional puede costar 6000 dólares.
Operation Walk pone a disposición de los pacientes todos los insumos médicos, desde el instrumental quirúrgico, el material gastable, las suturas hasta las prótesis, y nosotros apoyamos con la organización de la institución, los salones quirúrgicos, el proceso de esterilización… ejemplificó.
“Se han hecho preparativos importantes por el Ministerio de Salud Pública para tener todas las condiciones necesarias y se desarrolle con éxito la misión que se extiende desde el pasado día 28 de marzo, hasta el próximo 7 de abril”, señaló el especialista quien acompañó recientemente a la organización en su misión en Guatemala.
“Hoy estamos reevaluando los pacientes—previamente seleccionados con el equipo norteamericano de aquellas personas que iban llegando a las consultas externas de los diferentes hospitales del país— respetando todas las medidas de seguridad y discutiremos en conjunto cuáles serán de las decenas de pacientes citados, los 60 tributarios a las cirugías y con mayores posibilidades de éxito”, puntualizó.
Para el cirujano ortopédico contar con la presencia de Operation Walk representa no solo una contribución importante para el hospital, sino para el país y la ortopedia cubana.
“Además de beneficiar a los pacientes, tendremos conferencias de alto nivel científico impartidas por un grupo de estos profesores de destacada valía científica que serán compartidas en la Red cubana de Salud, Infomed; y también se proyectarán desde los salones quirúrgicos todas las operaciones para compartir el conocimiento con especialistas de distintas esferas, desde cardiólogos, anestesiólogos, intensivistas hasta ortopédicos”, agregó.
Durante cada misión quirúrgica internacional, Operation Walk educa a los cirujanos ortopédicos, enfermeras, fisioterapeutas y otros profesionales de la salud del país sobre los tratamientos y técnicas quirúrgicas más avanzados para las enfermedades de las articulaciones de la cadera y la rodilla.
“Esto crea una contribución duradera a la atención de los pacientes en los países en desarrollo. Operation Walk también deja los suministros médicos sin usar, implantes, andadores, muletas, etc. para el hospital local”, apunta la organización.
“Lo que hacemos tiene como base el amor y la humanidad”, señala a Cubadebate la doctora Martha Linehan, asistente de cirugía.
Para el doctor Long, uno de las satisfacciones más grandes durante estos años ha sido ver cómo los cirujanos cubanos se han apropiado de las técnicas: “No se trata de darte el pez sino de enseñarte a pescar, es lo que hemos hecho y ya los doctores cubanos no necesitan esperar por nosotros para saber. El entrenamiento es el logro más poderoso de Operation Walk”, dijo.
“No hay política, religión o negocios. Operation Walk somos personas con habilidades que ayudamos a las personas a recuperar sus capacidades con amor. Amamos al pueblo de Cuba y agradecemos que confíen en nosotros. Enseñamos de lo que somos a través de nuestras acciones, no de nuestras palabras”, sostuvo.
La enfermera Paulina Andujo, en este, su tercer viaje a Cuba de mano de la organización, lo resume: “No tengo palabras para decirte qué se siente ver a una persona levantarse y caminar luego de su cirugía, a veces es la primera vez que lo logran en muchos años”.
Es la retribución que deja a estos seres el empeño de echar a andar la solidaridad para las mejores causas: la salud y la vida.
Tomado de Cubadebate/ Foto de portada: Alberto González.