Sostiene Díaz-Canel encuentro con empresarios agrícolas de Estados Unidos
Por René Tamayo León.
Un reconocimiento del pueblo y del Gobierno cubanos a los granjeros estadounidenses, por el esfuerzo que han hecho en el seno de su sociedad para normalizar las relaciones, hizo el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a participantes en la III Conferencia Empresarial Agrícola Cuba-Estados Unidos, que desde el martes y hasta mañana sesiona en La Habana.
El Jefe de Estado se reunió, en la tarde de ayer, en el Palacio de la Revolución, con una representación de los productores del sector agroalimentario de aquel país, a quienes expresó que, a partir de la historia de cooperación, de comercio, de comprensión y de trabajo conjunto en los últimos 20 años, Cuba ratifica su voluntad política, económica y comercial de seguir ampliando este intercambio.
Aspiramos también –dijo– a que un día podamos regularizar este comercio de una mejor manera, y que también podamos acceder a créditos y enviar productos cubanos a Estados Unidos.
En la introducción al encuentro, donde abordó temas de la realidad nacional, entre otros, Díaz-Canel agradeció la visita a Cuba de estos productores y empresarios, en momentos tan complejos para el mundo y también para nuestro país.
Para nosotros –señaló– tiene mucha significación la visita de ustedes. Primero, porque la delegación está integrada por las instituciones más prestigiosas, más importantes del sector agrícola estadounidense, y segundo, porque es una composición bipartidista; o sea, que podemos destacar que, en la relación entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos, está presente la diversidad de enfoques que pueda estar en la sociedad norteamericana.
Pero lo más importante de este encuentro –expresó el Presidente cubano– está en que «el sector agrícola norteamericano siempre ha sido un sector de avanzada en el entendimiento, en la comprensión y en la promoción y fomento de las relaciones entre el pueblo norteamericano y el pueblo cubano».
«Una vez más quiero ratificarles que Cuba no tiene ningún problema con el pueblo de Estados Unidos; nosotros reconocemos al pueblo de Estados Unidos como un vecino, reconocemos su cultura, su historia», comentó el Presidente, recordando los intercambios que han mantenido en otros sectores, además del agrícola, como el científico, el educacional, el cultural.
«Siempre que hay un encuentro de este tipo uno ve todas las potencialidades, todas las posibilidades que hay de entendernos y de forjar juntos; y estos son los puentes que tenemos que seguir forjando y construyendo». «Por supuesto –subrayó–, sí tenemos una diferencia que ustedes conocen, y es con el Gobierno de Estados Unidos, por su política agresiva hacia nuestro país».
Al ponderar la labor de los agricultores estadounidenses a favor de las relaciones entre ambos pueblos y el liderazgo que han tenido al respecto, Díaz-Canel enfatizó en que todo ello ha pasado por una historia, y recordó la activa participación que tuvieron, en el año 2000, para fomentar un debate en Estados Unidos, a fin de que se reconociera que había posibilidades de autorizar algunas ventas de medicamentos y de productos agrícolas a Cuba.
Ese esfuerzo –rememoró– derivó en una ley con un enfoque bastante abarcador, pero lamentablemente el lobby político de la ultraderecha de Miami, anticubana, limitó todas esas posibilidades, y solo se autorizaron intercambios en un sentido unidireccional –solo ustedes nos pueden vender–, tenemos que pagar al contado y hay que hacerlo por adelantado, cuando podíamos haber tenido un sistema de comercio normal, bidireccional, con intercambios de productos cubanos y estadounidenses, y con uso de créditos, como se hace en las relaciones comerciales en cualquier lugar del mundo.
«Pese a ello –acotó el Jefe de Estado–, quiero destacar que para nosotros ha sido muy satisfactorio este tipo de relación con ustedes; los productos que hemos podido comprar son de calidad, son más favorables en sus precios, en los costos por flete, y también nos da la posibilidad, ante urgencias como un ciclón u otra eventualidad, de acudir rápido a un producto que tenemos más cerca, con todas esas ventajas». «Y por su cercanía –argumentó– los ciclos de reaprovisionamiento también son más cortos».
«El mercado estadounidense de los alimentos –sentenció Díaz-Canel– es para nosotros muy satisfactorio, y ojalá podamos seguir trabajando para ampliarlo. Algunos –añadió– pudieran decir que Cuba no es un mercado tan beneficioso, porque somos una pequeña isla, pero nosotros somos una pequeña isla que compra alimentos para más de 11 millones de personas, no compramos ni para unos pocos ni pocos alimentos, cuando tratamos de comprar, lo hacemos para toda nuestra población, y más de 11 millones de personas no son un mercado tan pequeño».
En el encuentro participó el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, y asistieron los vice primeros ministros Alejandro Gil Fernández y Jorge Luis Tapia Fonseca, así como los titulares del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, y de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, entre otros directivos.
HAY LAZOS QUE NOS UNEN COMO PAÍSES
En el intercambio entre Díaz-Canel y los agricultores estadounidenses, Paul Johnson, presidente de la Coalición Agrícola EE. UU.-Cuba, que desde 2015 desarrolla una intensa agenda a favor de las relaciones bilaterales en el sector, enfatizó que los vínculos entre los dos países son muy sólidos.
Tenemos nexos históricos en lo cultural, en lo logístico, en lo familiar y en lo agrícola. Son lazos que nos unen como países y esa tiene que ser la base para mejorar las relaciones en lo sucesivo, y no solo para exportar nuestras mercancías hacia acá, sino también para trabajar con los productores cubanos y ayudarlos a incrementar sus producciones, y a exportar mercancías para allá. No serán fáciles las cosas en lo sucesivo, pero –dijo– compartimos objetivos que nos deben permitir avanzar en esa dirección.
Queremos contribuir –agregó Johnson– a que el gran talento que hay en Cuba se desarrolle, y hemos venido para contribuir a mejorar nuestras relaciones y también para poner fin a este embargo, por lo que tenemos muchísimo trabajo que realizar. El bloqueo/embargo –añadió– ha estado presente por más de 60 años y no ha funcionado, y es hora de encontrar nuevas estrategias para resolver los problemas y nuestra presencia es para ayudar en eso.
Ray D´Alessio, reportero de Georgia Farm Monitor, preguntó al Jefe de Estado sobre el concepto que tienen, sobre qué piensan los cubanos de los granjeros estadounidenses, a lo que Díaz-Canel respondió que los agricultores cubanos, tanto estatales como privados, tienen una valoración muy alta de sus colegas norteamericanos, por su desarrollo tecnológico y productivo, por la calidad de sus productos, por las buenas prácticas que aplican.
De hecho –les comentó– hay muchos campesinos nuestros que se comunican con ustedes por internet para conversar y conocer sobre todo lo relacionado con la producción agropecuaria. Nuestros agricultores –resumió– tienen una alta valoración de ustedes, aspiran a tener su desarrollo, los ven como referentes.
Para nosotros –señaló el mandatario– el mercado natural, el que más nos podía favorecer en el sector de los alimentos, es el estadounidense. Solo estamos a 90 millas. De ustedes nos favorecen el costo, la calidad, los fletes, el reaprovisionamiento, la respuesta rápida ante una emergencia. Pero esa es una oportunidad que ninguna de las dos partes la estamos aprovechando en su máxima potencialidad, debido al bloqueo.
Robert M. Tobiassen, presidente de la Asociación Nacional de Importadores de Bebidas Espirituosas de ee. uu., expresó que el sector que representa, por su naturaleza, tiene una visión diferente a la de los granjeros. Esta es mi primera visita a Cuba y «he quedado impresionado por la hospitalidad de los cubanos, y les doy gracias a usted y a su pueblo», dijo a Díaz-Canel.
Tobiassen señaló que la calidad de sus bebidas espirituosas es un patrimonio que comparten Cuba y Estados Unidos, y en todo, la cultura cuenta, sentenció.
Las bebidas alcohólicas tienen su historia única, agregó, al ponderar la importancia de que diferentes sectores de ambos países afiancen sus relaciones ramales y construyan coaliciones, como mejor forma de avanzar en las relaciones bilaterales.
Entre otras intervenciones, James Summer, presidente del Consejo de Exportación de Productores de Pollo y Huevos de Estados Unidos, explicó que está viniendo a la Isla hace 21 años, y recordó los fuertes vínculos que mantienen aquí, al punto de que Cuba es el tercer mercado de exportación de los productores de carne de pollo de su país, después de México y China.
Hoy –agregó– sostuvimos un encuentro con representantes del sector avícola, y les extendimos nuestra mano para ayudar al incremento de la producción de pollo y huevo en Cuba, un sector que se está volviendo muy difícil mantener, no solo aquí, sino también en mi país, debido al desabastecimiento, el aumento de los costos, los problemas con la mano de obra, las nuevas enfermedades, son preocupaciones que compartimos, como también la búsqueda de soluciones exitosas para nuestras producciones, apuntó, a lo que el Presidente expresó la disposición de Cuba de cooperar en todo lo que sea posible para dar respuestas a esos retos mutuos.
El encuentro concluyó con las palabras del granjero de Kansas, Douglas Kessling, productor de trigo, que obsequió al Presidente de la República un simbólico estuche con el grano que cosecha.
«Como los cubanos –señaló Kessling–, los agricultores estadounidenses somos también muy orgullosos y queremos trabajar con los agricultores cubanos, y empeñarnos por tener un comercio en ambas direcciones».
Tomado de Granma / Fotos: Estudios Revolución.