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Argentina: la unión en el Frente de Todos

Por Hedelberto López Blanch* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Una de las personalidades más autorizadas para emitir criterio sobre la situación actual en Argentina, tras la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán y su sustitución por la economista Silvina Batakis es, sin dudas, el sociólogo, politólogo, catedrático y escritor argentino, Atilio Boron.

El también Doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, conversó con Resumen Latinoamericano Cuba por vía Internet y a continuación ofrecemos sus declaraciones.

—¿Cuáles son los problemas más graves político-económicos que enfrenta Argentina?

—Atilio. La Argentina tiene problemas políticos y económicos. Estos  últimos se pueden resolver en la medida que haya una orientación política adecuada, lo que supone en primer lugar que la coalición gobernante en la que el peronismo, con sus diversas variantes,  es el factor fundamental, (porque luego hay una veintena de fuerzas y organizaciones políticas, como el Partido Comunista y otras similares), deben estar unificadas y que haya una coherencia en la conducción, para tener la capacidad de enfrentar los problemas económicos. Vemos que hay una especie de enfrentamiento entre Alberto y Cristina, debido a que algunas cosas no se aclararon a tiempo y por  tanto esto le quita coherencia al proyecto económico que quedó en manos del ministro Martín Guzmán, quien básicamente sometió a la Argentina a los dictados del Fondo Monetario Internacional.

No hubo una discusión seria en la cúpula del Frente de Todos (FT), entre Cristina y Alberto con algunos otros actores importantes como los gobernadores y los dirigentes sociales de la izquierda y el campo popular. En primer lugar, lo que ocurrió fue una especie de debate mediático sin que todos los actores se sentaran para diseñar una estrategia común, buscar la capacidad de hacer una negociación distinta con el FMI y exigir una auditoría del endeudamiento argentino; y segundo, para iniciar una querella ante la Corte Internacional de Justicia porque el FMI al ofrecerle a la Argentina ese préstamo gigantesco que le dio a Mauricio Macri lo hizo violando todas las normativas y regulaciones del Fondo, con lo cual había un contexto adecuado para decir: bueno, examinemos primero estos dos asuntos y retomemos la discusión una vez que aclaremos estos dos problemas. El gobierno no lo hizo y Guzmán avanzó por una negociación tradicional; Cristina manifestó su enojo pero no tuvo condiciones de pararlo porque se había roto la comunicación lo cual motivó que la Argentina tenga hoy un problema gravísimo de endeudamiento externo y de inflación, que tiene que ver con la problemática política. Porque la inflación no se detiene solo con acertadas medidas económicas sino que se necesita fuerza política, una capacidad de movilización popular que pueda poner en jaque a los formadores de precios, los cuales disfrutan de condiciones monopólicas  que les permiten hace  lo que quieran.

—Tras la renuncia de Guzmán y el nombramiento de la nueva ministra de Economía Silvina Batakis,  ¿qué perspectivas se abren para el país?

—Atilio.- La renuncia de Guzmán y el nombramiento de Batakis, no solamente hablan de un cambio de las personas sino de un cambio de orientación. Batakis es una economista encuadrada en una línea heterodoxa, propensa a fortalecer la presencia del Estado en la vida económica, regular los mercados y promover una redistribución de la riqueza lo que, en algunos aspectos tiene ciertos puntos de contacto con el pensamiento socialista. En su pensamiento y praxis como funcionaria siempre promovió la idea de concebir al crecimiento económico pero con redistribución de la riqueza y el ingreso, de manera que ofrece una perspectiva muy interesante. Creo que de todos modos el panorama en los próximos meses va a ser difícil porque Argentina está en una situación muy frágil, muy vulnerable. Es un país que  sufre una dolarización de facto  (con una economía bimonetaria como dice Cristina Fernández de Kirchner) y “ponerle el cascabel al gato” a los exportadores, que son los que aportan los dólares al país. Esto va a ser una tarea formidable que no se resuelve solo con una buena estrategia macroeconómica porque requiere de la movilización y organización política del campo popular para quebrar el pulso a los formadores de precios y a los sectores dedicados a la especulación financiera. Estoy seguro que la nueva Ministra va a querer eso y la duda es si va a poder tener éxito si no se resuelven las incoherencias ya señaladas en la conducción del Frente de Todos. En todo caso lo positivo es que estamos en una nueva época y una nueva orientación.

—¿Cree que exista una ruptura dentro del Frente de Todos o por el contrario este nuevo movimiento fortalecerá a esa organización? ¿En las próximas elecciones, avanzarán las fuerzas de derecha o prevalecerán las del peronismo?

—Atilio.- Puede producirse una ruptura dentro del Frente de Todos o pero también puede que con la nueva etapa que se inicia con Batakis salga fortalecido. Hay que hacer un esfuerzo grande, primero porque el FT es débil, no es un movimiento adecuadamente organizado, sino que es muy laxo, muy fragmentado y en un escenario donde se presenta un fenómeno político-institucional muy preocupante: la creciente desobediencia de las bases en relación al liderazgo. Por  ejemplo, en el Parlamento hay evidencias que lo demuestran pues puede llegarse a un entendimiento entre los jefes de los bloques del FT con las otras 12 o 13 organizaciones políticas, se acuerda un proyecto de ley pero cuando se somete a votación no todos los miembros de los bloques votan lo que acordaron los jefes de sus respectivas bancadas. Obran con total independencia de criterio, con lo cual al no haber disciplina partidaria no hay negociación posible. Esto refleja un clima de época que se extiende a todas las fuerzas políticas. Estamos en un momento en que la prédica posmoderna y postmarxista en contra de las organizaciones es algo que ha permeado fuertemente en la política argentina y máxime con una organización tan heterogénea como el FT.

Quiero creer que ante el peligro cierto, concreto, inmediato de una victoria de la derecha en las próximas elecciones, aunque sea por el instinto de sobrevivencia, se va a fortalecer el proceso de unidad de las organizaciones que están en el Frente, pues de lo contrario sería un suicidio. Si el FT se dispersa y se fragmenta aún más y no presenta una estrategia unitaria, creíble para toda la sociedad, el destino de la Argentina sería el retorno del macrismo. Esto sería una tragedia para el país y toda Latinoamérica porque iría contra la corriente que se viene formando con las victorias de gobiernos moderadamente progresistas como los de Gabriel Boric en Chile, Gustavo Petro en Colombia, y la probable victoria de Lula en Brasil.  En suma, si el FT se fragmenta, se divide y no se presenta de manera unitaria frente a la derecha, corremos un serio riesgo de que la Argentina sea el país donde comience un proceso de reversión, probablemente a escala continental, con una derecha que demuestra tener la capacidad para ganar elecciones. Espero que esto no suceda aunque el riesgo es muy grande.

¿Pueden avanzar las fuerzas de la derecha? Si, sobre todo si el gobierno de Alberto Fernández no logra domar el potro de la inflación. Ahora bien, si el FT se solidifica en torno al peronismo -que es la agrupación electoralmente más importante- y logra establecer un bloque unificado con las otras fuerzas políticas hay posibilidades de revertir un posible desastre electoral. Esto supone que la gestión del gobierno de Alberto Fernández actúe con firmeza para reducir la inflación, que desde hace tiempo viene deteriorando la sociedad argentina, y combinar el crecimiento económico que ya está ocurriendo con la expansión del empleo, la redistribución del ingreso vía mejoramientos salariales y programas sociales para el enorme sector que padece el desempleo y los rigores de la informalidad y la privación de derechos. Al momento actual la derecha y el campo popular tienen similares probabilidades de triunfar en las elecciones de 2023. El resultado final de esta moneda que está en el aire dependerá en gran medida de lo que hagan el gobierno y, desde afuera, todas las organizaciones integradas al FT. El desastre no es inevitable, pero convendría recordar la fórmula gramsciana que aconseja mantener un adecuado equilibrio entre el pesimismo de una razón que debe reflejar sin tapujos los claroscuros de la realidad y una voluntad transformadora que sabe que sin un impulso arrollador de las clases oprimidas y explotadas nada podrá cambiarse en este mundo.

(*)  Periodista cubano. Escribe para el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones. Es el autor de «La Emigración cubana en Estados Unidos”, «Historias Secretas de Médicos Cubanos en África» y «Miami, dinero sucio», entre otros.

Un comentario en «Argentina: la unión en el Frente de Todos»

  • Muy buena la entrevista q le hizo este gran periodista a atilo. Muy objetiva, clara y concisa, felicidades bina ves más por el trabajo q desempeñas con estos valiosos y inteligentes personajes.?

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