Argentina: La larga noche de los lápices
Por Carlos del Frade.
Seis de cada diez desaparecidos tenía entre 21 y 30 años. El 21% eran estudiantes. Seis de cada diez, eran obreros. Hoy la mitad de las chicas y chicos que empiezan la secundaria no la terminan en tiempo y forma.
El 21 por ciento de los desaparecidos eran estudiantes Pero 6 de cada diez desaparecidos tenían entre 21 y 30 años (32,62 por ciento entre 21 y 25 años y 25,90 por ciento entre 26 y 30 años, sumando un total de 58,52 por ciento). Y 6 de cada diez desaparecidos eran obreros, empleados, profesionales y docentes, es decir trabajadores (obreros 30,2 por ciento; empleados 17,9 por ciento; profesionales 10,7 por ciento y 5 por ciento, docentes; haciendo un total de 63,8 por ciento del total de desaparecidos).
Estudiantes, pibas y pibes trabajadores resultaron ser las víctimas fundamentales del terrorismo de estado. Es imprescindible tenerlo en cuenta cada 16 de septiembre cuando se recuerda “la noche de los lápices”.
Y también los libros: El 30 de agosto de 1980 la policía bonaerense quemó en un baldío de Sarandí un millón y medio de ejemplares del Centro Editor de América Latina, retirados de los depósitos por orden del juez federal de La Plata, Héctor Gustavo de la Serna. Los libros ardieron durante tres días.
Cabe aclarar que no fue esa la única vez que la dictadura quemó libros. El 29 de abril de 1976, Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército con asiento en Córdoba, ordenó una quema colectiva de libros, entre los que se hallaban obras de Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa, Saint-Exupéry, Galeano… Dijo que lo hacía “a fin de que no quede ninguna parte de estos libros, folletos, revistas… para que con este material no se siga engañando a nuestros hijos”. Y agregó: “De la misma manera que destruimos por el fuego la documentación perniciosa que afecta al intelecto y nuestra manera de ser cristiana, serán destruidos los enemigos del alma argentina”. (Diario La Opinión, 30 de abril de 1976).
Hoy, 46 años después, casi la mitad de las chicas y los chicos que empiezan la secundaria no la terminan en tiempo y forma, mientras que el censo de 2010 mostraba que la mitad de la población adulta no tenía la educación media completa. Y en las cinco provincias más importantes: Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Tucumán y Mendoza, la mayoría de las personas presas son muchachas y muchachos menores de treinta años. Como también son las que sufren la desocupación.
Es imperativo terminar de una vez con las distintas formas de multiplicar la noche de los lápices.
Tomado de Resumen Latinoamericano Argentina.