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Concentración de gases de efecto invernadero alcanzó máximos históricos durante el último año

La Organización Mundial de Meteorología (OMM) reveló en su boletín anual que la concentración de gases de efecto invernadero alcanzó máximos históricos desde que se comenzaron a registrar los valores hace cuatro décadas.

Según el reporte, ha habido una subida generalizada de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), los tres gases principales que contribuyen al calentamiento del planeta.

Los científicos recuerdan que el informe mide las concentraciones de gases de efecto invernadero que permanecen en la atmósfera después de que son absorbidos por los sumideros, como el océano y la biosfera, y no son lo mismo que las emisiones.

En el caso del metano, el segundo mayor contribuyente al cambio climático, que tiene un potencial de calentamiento hasta 80 veces más alto que el CO2, los niveles se sitúan en 1 908 partes por millón (ppm). La OMM registró una subida interanual de 18 ppm, un valor sin precedentes. Los valores de este año están un 262% por encima de los reportados durante la época preindustrial.

La concentración de metano se asocia con fugas de gas y actividades como la ganadería industrial. Sin embargo, los científicos no saben todavía cuáles son las causas de este aumento. Los resultados de algunas investigaciones revelan que una gran cantidad de ese gas proviene de “fuentes biogénicas”, como los humedales y los arrozales.

En el boletín de la OMM se analiza la posibilidad de la “retroalimentación climática”: a medida que se calienta, la materia orgánica tiene un ritmo de descomposición más acelerado en los humedales tropicales, y provoca un alza de las emisiones.

Desde 2007, los niveles de este gas han aumentado aceleradamente. Las concentraciones de CO2 llegaron a 415 ppm, un aumento de 2.5 ppm el último año. Ese valor es superior a los de antes de la industrialización en un 149%.

De acuerdo con la OWM, la subida de las concentraciones de CO2 se debe a la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento.

El informe recoge la preocupación de que la capacidad de los ecosistemas terrestres y los océanos para funcionar como sumideros sea menos eficaz en el futuro, y reduzca así su capacidad para absorber el dióxido de carbono y ser un amortiguador de las mayores alzas de temperatura.

En algunos lugares, las tierras que absorbían carbono han empezado a emitir el gas la atmósfera de nuevo. Del total de emisiones de CO2 registradas en la última década, el 48% se acumuló en la atmósfera, el 26% en los océanos, y el 29% en la superficie terrestre.

Los valores de concentración de óxido nitroso llegaron a 334 ppm, con un incremento interanual histórico de 1.3 ppm. La mayor parte de las emisiones (el 57%) proceden de fuentes naturales. Sin embargo, el 43% se debe a fuentes antropogénicas como los suelos, la quema de biomasa, el uso de fertilizantes y diversos procesos industriales.

El informe explica cómo las emisiones se quedan ancladas a la atmósfera durante años. Los datos muestran que el parón económico y el descenso de los gases liberados durante el primer año de pandemia tuvo pocos efectos.

Petteri Taalas, secretario general de la OMM, recordó que “el continuo aumento de las concentraciones de los principales gases que retienen el calor y la aceleración sin precedentes de la acumulación de metano en la atmósfera muestran que vamos en la dirección equivocada”.

Aseveró que el informe de la OMM “pone de manifiesto, una vez más, el enorme reto y la necesidad vital de tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura global aumente aún más en el futuro”.

Taalas declaró que “existen estrategias rentables para hacer frente a las emisiones de metano, especialmente las del sector de los combustibles fósiles, y deberíamos aplicarlas sin demora. Sin embargo, el metano tiene un período de vida relativamente corto, menor a diez años, por lo que su efecto en el clima es reversible. La prioridad principal y más urgente es reducir las emisiones de dióxido de carbono, que son la causa principal del cambio climático y de los fenómenos meteorológicos extremos asociados y repercutirán en el clima durante miles de años, al inducir la pérdida de hielo polar, el calentamiento de los océanos y el aumento de nivel del mar”.

La Organización Mundial de Meteorología señaló que mientras continúen las emisiones de gases contaminantes, las temperaturas a nivel mundial seguirán aumentando.  Aunque se reduzcan las emisiones a cero, los niveles de temperatura registrados se mantendrán durante décadas por la duración del CO2 en la atmósfera.

La OMM está trabajando en desarrollar la vigilancia de forma sostenida y coordinada a nivel internacional de los gases de efecto invernadero.

Tomado de Cubadebate/ Con información de Noticias ONU y Público/ Foto de portada: Víctor Ruíz García/ Reuters.

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