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Cuba: Sesiona en La Habana el 1er Encuentro de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda (I)

En la mañana de este viernes 10 de febrero comenzó el Primer Encuentro de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda.

El evento se efectúa en el contexto de la XXXI Feria Internacional del Libro de La Habana y tendrá lugar hasta el domingo 12 de febrero, en la sala Che Guevara de la Casa de las Américas.

Con la presencia de un centenar de participantes de una treintena de países, y representantes de 68 publicaciones, el Encuentro se propone reflexionar sobre los problemas y desafíos que enfrentan las fuerzas revolucionarias y progresistas del mundo en las circunstancias actuales.

Convocado por la revista Cuba Socialista, órgano teórico y político del Partido Comunista de Cuba, abordará en los talleres temas como: “El imperialismo norteamericano y la nueva configuración geopolítica mundial”, “Fidel y la solidaridad internacional”, “El socialismo y la juventud”, y se presentará el libro “La era del conspiracionismo”, de Ignacio Ramonet, por su autor y Abel Prieto Jiménez, presidente de Casa de las Américas.

En la apertura del evento Rogelio Polanco Fuentes, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del PCC expresó:

“Nos convoca la urgencia de las graves circunstancias que afronta la Humanidad. La presencia de un centenar de delegados de 68 publicaciones de 36 países evidencia el interés que ha suscitado esta oportunidad de encontrarnos y debatir sobre la necesidad de pensar y actuar de conjunto. Gracias por aceptar esta convocatoria y por su solidaridad militante.

El mundo vive una crisis sistemática estructural: económica, energética, alimentaria, ambiental, social, civilizatoria. Y no se vislumbran respuestas globales porque el capitalismo no es capaz de estructurarlas, sino que es el causante de su agudización, para lo cual solo tiene ante sí la exacerbación de conflictos bélicos y la modernización y expansión de sus arsenales casa ve más letales.”

Durante la última década -según Oxfam Internacional- el 1% más rico del planeta ha capturado alrededor del 50% de la nueva riqueza mundial. “Desde 2020, con la pandemia (…), el 1% más rico acaparó 26 billones de dólares (el 63% de la nueva riqueza generada), mientras que tan sólo 16 billones de dólares ( el 37%) llegaban al resto de la población mundial. Por cada dólar de nueva riqueza global que percibe una persona perteneciente al 90% más pobre de la humanidad, un multimillonario se embolsa 1,7 millones de dólares”. (*)

Las formas tradicionales de reproducción del sistema capitalista y las reglas de la democracia burguesa se tornan inoperantes: para sostenerse el sistema las viola mediante la difusión de medias verdades y de mentiras verosímiles, la ejecución de fraudes, la eliminación de gobiernos populares en golpes de estado judiciales o militares, y el encausamiento de los candidatos del pueblo en juicios amañados. La era de la “posverdad” impone cinismo.

A su vez, el reparto digital del mundo ha acelerado exponencialmente las desigualdades. Plataformas algorítmicas globales se apropian impunemente de la riqueza infinita que representa la descomunal acumulación de datos. Un cambio antropológico se gesta. La propia existencia de la especie humana está hoy más en peligro que nunca antes.

Como un aldabonazo en nuestras conciencias nos lo recuerda el líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro: la batalla es de ideas, porque necesitamos la verdad; el imperialismo prescinde de ella.

Frente a tan colosales desafíos no debemos prohijar espacios teóricos ensimismados en un saber libresco: la izquierda necesita de la teoría revolucionaria, necesita entender el mundo, no para lucir sus conocimientos, sino para transformarlo. Las publicaciones teóricas de la izquierda son instrumentos para el combate por la justicia social.

Hay que estudiar y participar, enseñar y aprender de los otros, y sobre todo comunicar y comunicar bien nuestras ideas, en una era en que nos asedian lo instantáneo, superficial, banal y la pereza intelectual.

Cultivamos las convicciones y los sentimientos, la razón y la fe en la victoria, porque sin ella no lograremos mover montañas. Nuestras verdades científicas no dependen del prestigio de las revistas que las acogen: se validan en la calle, en el triunfo de la justicia social.

Este Encuentro debe ayudarnos a identificar nuestro objetivo común, a compartir experiencias y saberes, a comprender que aislados no conseguiremos el triunfo.

Por otra parte, si los revolucionarios renunciamos a luchar por un mundo diferente (anticapitalista), y solo reclamamos el efectivo ejercicio de las reglas “democráticas” que el sistema abandona, quedaremos atrapados en sus redes simbólicas. Si abandonamos nuestros símbolos, el sistema se apoderará de ellos, para reciclarnos y vaciarlos de contenido.

Estamos obligados a forjar nuevos valores y esperanzas para nuestros pueblos, frente a la ola derechista y fascista que intenta arrastrarlos hacia egoísmos ancestrales.

Si bien la pandemia de Covid-19 evidenció que el egoísmo es un síntoma inequívoco del sistema capitalista, también provocó un estallido espontáneo de solidaridad popular en casi todos los países.

Cuba organizó conscientemente esa solidaridad, hacer que nuestras instituciones trabajaran de conjunto con el fin de salvar vidas. El tesoro científico creado por la Revolución y por el genio de Fidel, la voluntad de nuestros trabajadores de la ciencia y de la salud, la resistencia de todo un pueblo y la perseverancia de la dirección revolucionaria, encabezada por nuestro Presidente, nos salvaron.

La creación de vacunas propias, el diseño de respiradores artificiales, y el desarrollo de una campaña de vacunación masiva que incluyó a niños a partir de los 2 años, posibilitaron que finalmente venciéramos la agresividad del virus.

Los pocos recursos que el bloqueo y la parálisis de la economía mundial dejaban al país, se emplearon íntegramente en salvar vidas. Cuba ofreció además un ejemplo inusitado: desde el Sur, desde un país bloqueado, cientos de profesionales de la salud viajaron al Norte para ofrecer sus servicios solidarios. Mientras las transnacionales farmacéuticas lucraron con sus vacunas y equipos médicos a costa de los países y de los ciudadanos más pobres.

El imperialismo estadounidense aprovechó la oportunidad para incrementar el bloqueo y las medidas coercitivas unilaterales contra países rebeldes, como Cuba, Venezuela, Nicaragua y otras naciones hermanas. Cual la rodilla del policía sobre el cuello de aquel ciudadano afroamericano detenido que provocó su muerte, así fue sometida Cuba a la asfixia por el gobierno de Estados Unidos en los momentos más duros de la pandemia. Pero no pudieron ni podrán. Aquí estamos, firmes y rebeldes.

El 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba estableció como misiones de los revolucionarios cubanos la batalla económica, la lucha por la paz, la unidad y la firmeza ideológica. Las nuevas generaciones que han asumido la conducción de la Revolución junto a la generación histórica se han forjado en los principios que fundamentan nuestra ideología revolucionaria: martiana, marxista, leninista y fidelista.

Enfrentamos una guerra no convencional que intenta quebrar la voluntad humana, fracturar la unidad nacional y mostrar a Cuba como un estado fallido. Para la subversión política y la desestabilización, el gobierno de Estados Unidos sigue destinando recursos financieros millonarios en el intento de provocar su anhelado “cambio de régimen”. Pero sus acciones están condenadas al fracaso. Como presagió Fidel, Cuba no será sometida ni por la fuerza ni por la seducción.

Nuestro Partido les agradece profundamente su presencia en este Encuentro, que esperamos convocar anualmente. Estamos seguros de que sus valiosas contribuciones permitirán elaborar, aprobar e implementar un plan de acción mancomunado y efectivo para nuestras luchas antihegemónicas.

La imagen escogida como identidad visual de la primera edición de este evento, que incorpora el ícono “compartir”, muy familiar en las redes sociales digitales, evoca la fotografía emblemática de uno de los más relevantes fotógrafos de la Revolución, Roberto Salas. La foto original se titula “Primer día”. Fue tomada el 4 de enero de 1961 frente a la Embajada de Estados Unidos en La Habana.

En la jornada anterior, el presidente estadounidense Dwight Eisenhower había anunciado la ruptura de relaciones diplomáticas con Cuba. La agresión armada se gestaba. Pero, frente a las acechanzas, un humilde vendedor de periódicos desplegaba la portada del diario Revolución con un desafiante titular: ¡Viva Cuba Libre! El rostro de aquel cubano es símbolo de la rebeldía y el desenfado con que este pueblo ha arrostrado los más complejos momentos de nuestra historia.

Así encaramos hoy los aquí presentes a los adversarios de los pueblos, a los odiadores y propaladores de mentiras, a quienes asimilan acríticamente la colonización cultural que nos impone el imperio.

Que a nuestros ejercicios críticos de reflexión teórica les acompañe siempre la práctica transformadora de la política cotidiana, de la resistencia popular, de la imaginación creativa, partera de los nuevos horizontes emancipatorios de los pueblos”, concluyó Polanco.

En el panel “El imperialismo norteamericano y la nueva configuración geopolítica mundial” moderado por Enrique Ubieta, director de la revista Cuba Socialista contó con la participación del sociólogo, politólogo y escritor argentino Atilio Boron, quien arrojó luz sobre los desafíos de esta etapa crucial para la humanidad.

“Fidel y la solidaridad internacional” fue el siguiente panel que tuvo como moderador a Abel Prieto, presidente de Casa de las Américas y como ponentes al director del Centro Fidel Castro, René González Barrios, al periodista y escritor Ignacio Ramonet.

La sesión de la tarde contó con la querida presencia del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba.

En este espacio se abordó el “Plan de Acción”, donde los participantes pudieron referirse a las diferentes preocupaciones y las herramientas con las que cuentan en sus países.

El Presidente cubano expresó:

“El debate está centrado, y lo que se va repitiendo en estos debates es que estamos preocupados, orientados, enfocados a cómo a partir de un análisis de las contradicciones que estamos viviendo, en un mundo lleno de incertidumbre, tenemos la convicción de que debemos cambiar ese mundo…Ya hemos diagnosticado el mundo en que vivimos, conocemos sus esencias, conocemos las causas que provocan esas contradicciones, compartimos ideas comunes, principios de cómo debe ser ese mundo que Fidel nos enseñó que era posible que fuera mejor, pero ¿cómo lo vamos a cambiar? ¿qué vamos a hacer para cambiarlo? Y cambiarlo de la manera más urgente posible porque el mundo tiene urgencia”.

“Creo que la manera en que se ha desarrollado este debate y estar con ustedes en esta sesión de trabajo para nosotros es un aprendizaje (…) y creo que estamos en condiciones de desarrollar un plan de acción, confirmar la importancia de este evento y la necesidad de sistematizar su realización, para debatir, para implementar, para consolidar y sobre todo proponiendo nuevos horizontes.”

Con una gran ovación al Presidente cubano cerró la sesión vespertina.

Nota:

* El Siglo, periódico digital, 20 de enero de 2023.

Fotos: Syara Salado Massip / Resumen Latinoamericano Corresponsalía Cuba.

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