CubaDestacadas

Cirugía de mínimo acceso, cáncer y robótica

Por Flor de Paz* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

En días recientes, el Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso (CNCM), de Cuba, recibió la certificación del Sistema de Gestión de la Calidad, según la norma NC-ISO 9001-2015, que otorga el Instituto Internacional de Certificación ICDQ. David Galeote Godás, presidente del Instituto de Certificación de Cataluña, Otto Ernus, representante por la parte cubana, entregó dicha inscripción al director del centro, Dr. Julián Ruiz Torres, en presencia de otros directivos y personal del hospital.

La institución —con una andadura de tres décadas—, que empezó a hacer las primeras intervenciones básicas en los predios del hospital Calixto García en 1993 y fue irrumpiendo poco a poco en las cirugías de avanzada, tiene ahora un gran desafío: el incremento de las intervenciones oncológicas.

Durante una larga etapa, el CNCM acumuló valiosa experiencia en todas las cirugías de avanzada en patologías benignas, soporte que permitió, en fases muy precoces, su incorporación a la cirugía mínimamente invasiva en el cáncer.

Es un resultado a subrayar que cerca del 15 por ciento de las operaciones que se realizan en la institución sean por cáncer, dada las complejidades a que se enfrentan los pacientes que sufren la enfermedad.

Entre las intervenciones de este tipo que se practican en el CNCM, el doctor Javier Ernesto Barreras, jefe del Servicio de Cirugía del Hospital, con más de 20 años de experiencia en las técnicas mínimamente invasivas y la terapéutica endoscópica, cita la cirugía colorrectal: la más frecuente, por la alta incidencia que tiene este tipo de tumor en Cuba. También cuenta las de cáncer de pulmón, ginecológicas, faríngeas, de tumores renales y vesicales, entre otras.

Siete especialidades desempeñan sus pericias en el CNCM: cirugía general, de ginecología, urología, gastroenterología, otorrinolaringología, neurocirugía y cirugía reconstructiva. Todas, hacen cirugías básicas y de avanzada.

Mediante la radiología intervencionista, por ejemplo, se embolizan tumores vasculares y fibromas uterinos, tecnología que permite la conservación del útero.

Una característica que define al CNCM es que funciona como una unidad integral, en la que varias especialidades abordan de manera multidisciplinaria e interdisciplinaria la cirugía mínimamente invasiva.

De acuerdo con el doctor Barreras, dentro de las cirugías ginecológicas, se realizan intervenciones de avanzada como histerectomías laparoscópicas, miomectomías laparoscópicas, operaciones para el tratamiento de la infertilidad, sacrocolpopexia laparoscópica para la terapéutica del prolapso de cúpula vaginal —incluso después de cirugías convencionales— y el cáncer ginecológico.

Entre las generales, están las intervenciones para el tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la acalasia esofágica, la obesidad mórbida y todas las cirugías para la litiasis biliar, que incluyen tanto las colecistectomías laparoscópicas como el abordaje laparoscópico y endoscópico de la litiasis de la vía biliar principal.

Tenemos —añade el experto— un ensayo clínico sobre esta patología, donde planteamos un acercamiento integral (cirujano y endoscopista) en un mismo acto quirúrgico. “El estudio fue publicado en revistas internacionales y recientemente fue seleccionado en un metanálisis mundial”.

Otra de las singularidades de esta institución asistencial es que algunas cirugías en Cuba solo se practican aquí, dada la complejidad y disponibilidad de equipamientos e instrumental. Ellas se sustentan, por ejemplo, en determinadas técnicas para el tratamiento del cáncer de recto, sobre todo las del recto bajo (segmento distal del tubo digestivo), que históricamente han sido tratadas con cirugías radicales convencionales junto con colostomías definitivas, que tanto afectan la calidad de vida de los pacientes.

“Con la llegada de la cirugía de mínimo acceso y el trabajo multidisciplinario entre cirujanos, oncólogos, radioterapeutas y endoscopistas, hemos alcanzado la cirugía mínimamente invasiva que permite conservar la función esfinteriana”.

En el CNCM se practican todas las técnicas endoscópicas y laparoscópicas para el tratamiento del cáncer del recto con un 90 por ciento de conservación de dicha función. “Solo nos falta introducir la cirugía robótica, para la cual ya contamos con personal entrenado”.

Por otra parte, toda técnica que se introduce en el CNCM tiene el aval de un proyecto de investigación, que una vez concluido y validada la técnica, forma parte de un curso de entrenamiento para médicos y enfermeros para extenderla al resto de los servicios del país.

“Todas las técnicas que se utilizan hoy en el mundo —que demandan entrenamiento, pericia y protocolos bien establecidos— se hacen en este hospital, excepto la cirugía robótica”.

Y este es, precisamente, el principal reto de la institución: la introducción de nuevas tecnologías y de la cirugía robótica. Y, también, aumentar el porcentaje de cirugías del cáncer.

El Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso es, además de un Centro de Educación de Postgrado del Instituto Superior de Ciencias Médicas, dedicado a la capacitación, entrenamiento y certificación de los médicos especialistas nacionales y extranjeros en el dominio de las técnicas básicas y de avanzadas de la cirugía de mínimo acceso, una Unidad de Ciencia e Innovación Tecnológica encargada de la confección y ejecución de proyectos de investigación y/o estudios controlados para la evaluación de tecnologías y patentes en el campo de la cirugía endoscópica.

(*) Periodista cubana especializada en temas científicos y Directora de Cubaperiodistas.

Foto de portada: Libertad Digital.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *