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Una ciudad en crisis, no aguanta más

José Luis Méndez Méndez (*) / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano

La ciudad de Hialeah, se ubica en el condado de Miami-Dade, es la quinta más populosa de Florida, según el censo de 2010, tenía cerca de 225,000 habitantes del estos más del 95 % de origen hispano, la mayoría cubanos, en una densidad de población de 3797.95 personas por kilómetro cuadrado.

Además del hacinamiento otro de los graves problemas de esa ciudad, la segunda del Condado, es el abasto de agua. Es uno de los aplazados por sucesivos alcaldes, incluso su director de Obras Públicas, Armando Vidal, tras casi 25 años de trayectoria profesional en el departamento, se jubiló el 28 de febrero.

El alcalde Esteban Bovo Jr. anunció la jubilación de Vidal ante el departamento y posteriormente indicó que no existía reemplazo por el momento. Solo destacó: “Vamos a hacer las cosas de forma diferente” y no detalló en qué consiste ese enfoque, es la misma fórmula del alcalde de Miami, Francis X. Suárez, cuando no sabe qué hacer.

El Departamento de Obras Públicas es una de las divisiones más importantes dentro del gobierno municipal. Su presupuesto para 2023 de $125, 642,168, lo cual representa el 32% del presupuesto de la ciudad y parte de sus fondos se utilizan para financiar otras operaciones de la ciudad. Es la “alcancía” de la ciudad, según Bovo, hijo de un ex mercenario de la derrotada Brigada 2606.

La salida de Vidal fue acelerada por el impacto político negativo que estaba dejando su gestión, renuncia a un departamento con la cuarta tarifa del servicio del agua más alta del Condado Miami-Dade, en una municipalidad con ingreso per cápita de $38,471, uno de los más bajos del condado, y un sistema de tuberías y alcantarillado obsoleto, que se traduce en más fugas de agua, 100 tuberías de alimentación a presión de metal galvanizado presentan fugas en el oeste de la ciudad, entre las calles 72 y 76.

No se habla de una ciudad afectada por un sistemático y prolongado bloqueo, que le impide modernizar su tejido de redes de agua, es una moderna ciudad de Florida, pues ahí la falta de mantenimiento es crónico: 70% de las tuberías de alimentación de agua a lo largo de West 12th Avenue, han excedido el período de vida útil recomendado de 40 años.

Hace 20 años, el departamento contaba con tres camiones con pluma telescópica para revisar con cámaras las líneas de alcantarillado para realizar inspecciones de rutina y de emergencia. Actualmente cuenta con solo uno. El sistema de recolección de aguas residuales de la ciudad tiene al menos seis de las 99 cuencas de alcantarillado, en “moratoria”, excediendo el bombeo de las 10 horas reglamentadas por el Condado Miami-Dade, explica el Informe Anual de Alcantarillado Sanitario 2021 de la Ciudad de Hialeah, realizado.

Adicionalmente, la ciudad tenía 17 estaciones en exceso de los 5,000 galones por día, incumpliendo las recomendaciones de Departamento de Gestión de Recursos Ambientales (DERM).

En diversas ocasiones los medios de comunicación local y del condado solicitaron a la oficina del alcalde y a Vidal una entrevista para conocer los problemas del departamento, sin obtener una respuesta. Sobre los planes para el futuro del departamento, la ciudad evalúa ceder su control al Condado Miami-Dade, e incluso privatizarlo, tendencia para todos los servicios públicos. Ambas opciones están sobre la mesa, según ha explicado el alcalde previamente.

También la oficina del alcalde ha considerado incluso un estatus híbrido, en el que una parte del departamento sea manejado de forma pública y otra privada, pero tras varios meses de análisis aún no hay un plan sobre su funcionamiento. El servicio es malo y caro y los usuarios no aguantan más, pagar por lo que no reciben.

El concejal Bryan Calvo, fuerte crítico de cómo se maneja el sistema en la ciudad, estima que uno de los problemas dentro del departamento “es el propio director, aunque es una persona capacitada lleva más de 20 años en la ciudad y no tiene una visión para el futuro del agua y del alcantarillado”.

En este mes de marzo se espera el resultado de dos estudios que pueden mostrar objetivamente cuál es la situación real del departamento: El estado de sus 3,000 hidrantes de agua, que le costó a la ciudad $422,919, un mantenimiento que no se hace desde hace más de cinco años.

Los hidrantes son imprescindibles para el funcionamiento del sistema de agua y alcantarillado: permiten transportar el líquido en los extremos de las líneas de las tuberías y evitar que se estanque, además de ser herramientas necesarias para la labor de los bomberos.

Un estudio comparativo de los medidores del agua, que costó a los residentes $232,848, para validar si la ciudad está midiendo efectivamente las 58,700 cuentas de agua. El departamento tiene solo 13 empleados en la sección de lectura de éstos.

Esta, junto con las altas tarifas, es la queja más recurrente de los residentes de Hialeah, quienes han denunciado que se “promedian” las tarifas sin medirlas individualmente en cada ciclo de facturación.

En enero 2023 pasado, la ciudad ofreció un programa de alivio para cubrir las tarifas de agua y alcantarillado para los residentes que califiquen luego de que se presupuestara un aumento en las facturas en septiembre de 2022. Este programa piloto de seis meses solo reportó que 25 personas habían solicitado la ayuda.

El cesanteado Vidal fue designado como asistente del departamento por el ex alcalde Raúl Martínez, en mayo de 1998, acusado por malas prácticas y manejos dudosos de fondos y, cinco meses después, asumió su dirección, cargo que ostentará hasta finales de febrero del presente año.

El ex alcalde Martínez aseguró, en declaraciones, que Vidal “es un burócrata pero muy honesto”. Sobre el departamento, argumentó: “Armando tenía que seguir la línea del alcalde de turno, después de mí no le prestaron atención al agua y yo dejé la alcaldía en 2005. Aquí han inflado los precios agua, porque el departamento financia operaciones de la ciudad”.

Pero que Martínez, hable bien de Vidal, no es aval fiable, antes de que este dirigiera el departamento, se desempeñó como administrador del Condado Miami-Dade, donde fue despedido por Alex Penelas, el alcalde de aquel entonces “por no librar al gobierno del Condado Miami-Dade de la corrupción y la mala gestión”, informó en aquella época un periódico local.

Para el 2020, Vidal recibía una compensación anual de $237,183, el empleado con mejor sueldo de la ciudad, según un reporte que analizó un medio local. Tampoco en Hialeah, lo que brilla es oro, tiene manchas y no muy ocultas.

(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: Getty Images

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