Argentina no olvida a sus mártires
Por Hedelberto López Blanch * / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.
El 24 de marzo de 1976 marca una fecha inolvidable para el pueblo argentino cuando un Golpe Militar, apoyado por las clases civiles adineradas y auspiciado desde Estados Unidos llenó a la nación de horrores, asesinatos, desapariciones y violaciones de Derechos Humanos.
Por eso cada 24 de marzo se celebra el día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia pues la muerte se hizo presente en la mayoría de los hogares argentinos y a 47 años del inicio de aquella dictadura, el pueblo aun sigue reclamando justicia.
En mayo de 1976, el general Ibérico Saint Jean, entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires sentenció: “Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, después… a sus simpatizantes, enseguida… a aquellos que permanecen indiferentes, y finalmente mataremos a los tímidos”. Era la concepción de genocidas desembozados.
Para reforzar esas declaraciones genocidas, el 9 de septiembre de 1977, el general Jorge Videla declaraba al diario Crónica editado en Washington que “el objetivo del proceso de Reorganización Nacional es realizar un escarmiento histórico […] En la Argentina deberán morir todas las personas que sean necesarias para terminar con la subversión”.
Miles de jóvenes exterminados, más de 30.000 desaparecidos; cientos de niños secuestrados al nacer tras ser torturadas y asesinadas sus madres en prisión; más de dos millones de exiliados. El objetivo del plan era acabar con los mejores referentes sociales y paralizar al resto de la población mediante el terror, para quebrar cualquier resistencia y despolitizar la vida nacional.
Mientras los militares despejaban el camino, los oligarcas neoliberales ligados a los intereses de los sectores exportadores y financieros tomaron las riendas de la economía.
De esa forma, se impuso un programa económico de las clases ricas en contra de la gran mayoría cuyos puntos centrales fueron el endeudamiento externo; la apertura incontrolada al capital extranjero; la desregulación de los servicios financieros; la devaluación de la moneda.
Los argentinos no deben olvidar todas las penurias que sufrieron durante la dictadura militar (1976-1983) ni con los regímenes neoliberales de Carlos Menem (1989-1999), Fernando de la Rúa (1999-2001) y Mauricio Macri (2015-2019), estos tres últimos que unidos a la oligarquía y a los militares hicieron todo tipo de artimañas para que no fueran juzgados muchos de los represores.
El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia se ha convertido en una fecha en la que se busca mantener vivas, a todas las victimas del terrorismo estatal para que nunca más vuelva a suceder.
En todas las provincias del país se pueden encontrar lugares donde ocurrieron crímenes, secuestros, centros de detenciones clandestinas, así como placas, monumentos que recuerdan a las personas que fueron secuestradas, desaparecidas y asesinadas.
El objetivo fundamental es construir colectivamente una jornada de reflexión y análisis crítico de la historia reciente.
Recordar y comprender las graves consecuencias políticas, sociales y económicas de la última dictadura militar se hace necesario para que perdure la defensa de los derechos humanos en la nación y el pueblo argentino no vuelva a padecer otro régimen de lesa humanidad.
La historia ocurrida en Argentina no se puede olvidar para bien de toda América Latina.
(*) Periodista cubano. Escribe para el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones. Es el autor de “La Emigración cubana en Estados Unidos”, “Historias Secretas de Médicos Cubanos en África” y “Miami, dinero sucio”, entre otros.