Internacionales

Ucrania y la escalada de la locura

Raúl Antonio Capote (*) / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano

Primero fueron las municiones, luego los misiles, los sistemas antiaéreos, después vino aquello de los tanques, que sí, que no, en un rejuego típico de márquetin empresarial, para al final enviar decenas de blindados modernos a Kiev.

La escalada fue subiendo por días, por horas, por minutos, ahora llegaran aviones, no solo los anunciados F-16, sino de otros tipos fabricados en Europa.

Cada vez más soldados de la OTAN, mercenarios y voluntarios neonazis de todo el mundo se suman al conflicto e integran las fuerzas ucranianas.

Otros se suman al negocio de la guerra y ya se sabe, entre rumores filtrados, amenazas veladas y propaganda de guerra silenciosa, que es posible que suministren a los nazis ucranianos armas nucleares, todavía es un comadreo entre socios de la OTAN, pero recuerden que así ha sido todo en esta guerra, comienza por un rumor echado a rodar y las armas terminan en suelo ucraniano causando víctimas y desastres.

De que estamos en presencia de una guerra entre EE.UU., la OTAN y Rusia, nadie debería dudarlo a estas alturas, esta guerra se desarrolla en suelo del martirizado pueblo ucraniano, terreno ideal para el Imperio, una guerra lejos de sus fronteras que depara millones de USD de ganancias diarias.

Línea roja tras línea roja, en un absurdo plan elaborado por los grandes laboratorios estratégicos estadounidenses, las OTAN se acerca al desastre, un desastre del que no escapará nadie ni nada en este planeta.

El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y exmandatario de la nación, Dmitri Medvédev, ha afirmado en declaraciones a la prensa que, si Occidente suministra armas nucleares a Kiev, “será necesario un ataque preventivo”, según refiere RT.

Es una verdadera locura, esperemos que esta vez los rumores no sean otra cosa que eso, habladurías, chimes de propaganda de guerra y que en el más breve plazo posible silencien su música macabra los tambores de la guerra.

La economía alemana entró en recesión, la UE en general ha sido, hasta el momento, el gran perdedor, el escudo que servirá a EE.UU., para frenar cualquier peligro, el muro de protección que aguantará los golpes del oso ruso, al menos eso parecen creer.

Mientras, siguen muriendo personas sacrificadas al Moloch del dinero, en lo que los señores de la guerra se enriquecen y las grandes empresas sueñan con el momento de la “reconstrucción” del que esperan sacar grandes tajadas.

Lo ideal para ellos, es que este conflicto no termine nunca y que cuando termine, por supuesto, Rusia no exista o quede fragmentada en una decena de estados títeres de occidente y Ucrania esté lo más destruida posible, lista para los inversores y emprendedores yanquis.

(*) Escritor, profesor, investigador y periodista cubano. Es autor de “Juego de Iluminaciones”, “El caballero ilustrado”, “El adversario”, “Enemigo” y “La guerra que se nos hace”.

Foto representativa de portada: EFE

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