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Pepe Mujica felicita a Lula por iniciativa de retiro para presidentes

El expresidente de Uruguay, José (Pepe) Mujica, envió una carta al mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para felicitar su iniciativa de organizar un encuentro con varios homólogos de la región.

En la misiva, Mujica trató a Lula de “querido compañero”, y comentó la pertinencia de un espacio de encuentro, conocimiento mutuo, dialogo y reflexión, así como la elección del nombre como retiro, en lugar de cumbre, porque “no existen cumbres sin montañas donde apoyarse. Esas montañas son nuestros pueblos”. 

Para Mujica, esta será una oportunidad histórica, cuya grandeza dependerá de lo aportado por sus participantes. 

“Las grandes decisiones que mueven al mundo se toman en otras partes, lejos de nuestra mesa”, advirtió el exguerrillero y activo militante, y pidió construir cercanía en la región latinoamericana para hacerse oír a nivel internacional.

Ante los desafíos actuales para la humanidad, habló de esfuerzos colectivos y propuestas innovadoras, y recordó sus experiencias en reuniones similares, convocadas con luchadores sociales y políticos, vidas enteras dedicadas a mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos, enfatizó. 

Sugirió asimismo mantener las “puertas” abiertas para salir y para volver cuando sea posible, y garantizar un consenso progresivo para las decisiones, que no paralice y permita el avance de quienes estén en condiciones y sumar luego a quienes así lo decidan. 

Mujica reflexionó sobre la necesidad de no repetir los fracasos, y construir, no imponer las ideas y acciones. 

Sin “pretensiones ni expectativas”, valoró el trabajo para apoyar y defender la región, con énfasis en desarrollar las naciones, no mirar si son cuestiones de izquierda, de derecha o de centro. 

La integración regional es una meta, aseveró el líder uruguayo en su mensaje a Lula, en referencia a la proliferación de proyectos de cooperación entre dos o más países del área. 

Esos intercambios deben potenciar la solidaridad continental y despertar el sentimiento de pertenencia, para lo cual es indispensable una visión integradora de las necesidades, valores y deseos de nuestros pueblos, insistió Mujica, y enumeró propuestas de metas alcanzables, a su juicio. 

Una de ellas sería una plataforma permanente de respuesta regional rápida frente a desastres naturales. También la integración energética y de las infraestructuras regionales; así como la industrialización y la complementación productiva como región.

También habló de dinamizar el comercio y potenciar las monedas propias, acordar mejores mecanismos de aduana y lograr armonización sanitaria y fitosanitaria. 

“Partir de lo posible para llegar a los deseable”, propuso el líder sudamericano de 88 años, y en esa agenda incluyó la libre circulación de ciudadanos, los intercambios estudiantiles y la validación de diplomas, multiplicar espacios de encuentro entre las nuevas generaciones, cuyo futuro se juega ahora. 

Otro punto propuesto fue la protección del agua dulce y la defensa de la naturaleza, identificados todos con la vida que representa la Amazonia, la grandeza de los Andes, la abundancia y libertad de las praderas y las riquezas de la entraña de nuestras tierras. 

Ajustado a la historia del continente, habló de una integración emanada también del sentimiento y el imaginario colectivo: “Los intelectuales y científicos piensan, los pueblos sienten”, ponderó para invitar a construir mística y  luchar por otra cultura.

Mujica invitó a no ser como los fenicios, buenos en el comercio, pero no crearon ninguna civilización. Por eso aportó ideas para trabajar esa integración desde lo cultural con pasión, esperanza y conocimiento de la gente. 

Señaló como útiles una fluida y frecuente comunicación entre presidentes, con prioridad en sus gabinetes al seguimiento de proyectos conjuntos para evaluar su progreso y resolver obstáculos.

Asi mismo, destacó la importancia de llevar a los foros internacionales posiciones y propuestas acordadas previamente, con un claro mensaje de cuidado de los  intereses comunes.

Mujica cierra su misiva con una alusión a las crisis globales y su capacidad de llevar al colapso la vida en el planeta, ante lo cual son necesarios esfuerzos para enfrentar el cambio climático, “el modelo económico hegemónico, el ordenamiento internacional obsoleto y las grandes fuerzas polarizantes”.

Propone unir fuerzas para no ser víctimas pasivas y crear una oportunidad de un futuro mejor. 

También reconoció el liderazgo de Lula, más allá de la región, su vocación de paz, y agradece la capacidad de soñar con una América distinta.

Pepe Mujica tiene 88 años, y fue jefe de Estado en Uruguay en el período de 2010 a 2015. En la actualidad es el líder del Movimiento de Participación Popular, sector mayoritario del partido de izquierda Frente Amplio.

Tomado de Almayadeen.

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