Cuba

Pokarce, un proyecto con soluciones endógenas para construir

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Unidos por el amor y las metas profesionales que tienen en común, los jóvenes emprendedores Karina Milanés Silvera y Yunier Porto Piña lideran en esta urbe el único proyecto de desarrollo local (PDL) que en el territorio fabrica elementos de barro cocido para obtener materiales de construcción.

Ella, ingeniera geóloga; él, ingeniero electricista, y ambos con una formación laboral en la empresa de Materiales de Construcción en Granma, pusieron en marcha, desde el año 2021, a Pokarce (Cerámica Porto Karina), un proyecto innovador que mediante la explotación de recursos endógenos produce materiales de la construcción altamente demandados, como son los ladrillos y bloques de cerámica y la rasilla que se emplea en la impermeabilización de cubiertas.

«Luego de la paralización de la fábrica de cerámica roja en Bayamo decidimos rescatar esta tradición emprendiendo nuestro proyecto, en el cual producimos rasillas, bloques de cuatro huecos y ladrillos aligerados de cerámica», dijo a este diario Karina Milanés, quien aseguró, además, que haber retomado la elaboración de materiales de la construcción a base de cerámica roja ha tenido un impacto muy positivo en la población.

«Pokarce surgió para potenciar la industria de la construcción en la provincia de Granma, y promover el empleo eficiente de la cerámica como una técnica que no solo forma parte de la cultura aborigen de nuestro país, sino que también es noble y más barata que otros elementos constructivos, ya que la materia prima se obtiene en el propio territorio y su uso no afecta al medioambiente», agregó Yunier Porto.

EL DESAFÍO DE «FABRICAR» SOLUCIONES

Radicada en el barrio La Cañada –localidad ubicada en las afueras de la ciudad de Bayamo– e integrada solo por poco más de una decena de trabajadores, la pequeña fábrica que dirige el matrimonio, poco a poco, se ha convertido en un sitio de referencia para quienes buscan materiales de calidad y a precios asequibles.

Esa combinación ha sido fruto del empeño que ha puesto la joven pareja en un emprendimiento basado en sus propias creaciones, las cuales incluyen desde el diseño y montaje de las máquinas hasta la creación del horno ecológico con el que trabajan.

Para lograrlo, comentó Karina Milanés, su esposo pasó varios cursos online con el programa Eficiencia energética en ladrilleras artesanales de América Latina para mitigar el cambio climático, en Perú, el cual es auspiciado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude).

Ese asesoramiento técnico y metodológico recibido durante dos años para trabajar, fundamentalmente, con el horno ecológico, les facilitó los conocimientos necesarios que hoy se revierten en producciones de probada calidad.

«Nosotros ya teníamos experiencia en este tipo de labor, porque ambos habíamos trabajado en entidades productivas de la Empresa de Materiales de Construcción en Granma, y calzamos esa experiencia con los cursos online, pues sabíamos la importancia que tenía y tiene para la provincia poder contar con producciones de cerámica», subrayó Yunier Porto.

Según refirieron los ingenieros, luego de casi dos años de aquellos primeros pasos, actualmente en Pokarce se obtienen entre mil y 1 500 rasillas al día, e igual cantidad de bloques y ladrillos, lo que en un mes asciende a una producción total de unas 12 000 a 14 000 unidades, en correspondencia con la demanda que exista de uno u otro material.

«La materia prima la obtenemos en canteras de Bayamo y en una cantera ubicada en la comunidad de San Juan Viejo, en el municipio de Bartolomé Masó, mediante la industria de Materiales de Construcción en Granma», explicó Karina Milanés, al tiempo que comentó que al mezclar esas dos arcillas (una arenosa y la otra flácida) se obtiene una pasta que les proporciona un producto de calidad y perdurabilidad.

«En el caso de la rasilla que fabricamos en Pokarce se utiliza en la impermeabilización de techos, lo que da respuesta al déficit de mantas que existe en el país para esta acción constructiva, y es muy demandada por la población, porque resuelve problemas de filtraciones; mientras que con los bloques y ladrillos reducimos el empleo de cemento», agregó la ingeniera geóloga.

«También contamos con un horno ecológico, de tiro invertido, el cual posee todas las licencias ambientales que se exigen en Cuba; es decir, que no contamina el medioambiente y permite que la producción se haga de manera homogénea, por lo que todos los ladrillos salen con la misma calidad, y con un porcentaje muy bajo de roturas», aseguró el ingeniero Porto Piña.

Considerada por ambos emprendedores como la principal ventaja del proyecto, a la comercialización de sus productos pueden acceder tanto las personas naturales como las jurídicas, ya que para esas últimas los emprendedores cuentan con la facultad de realizar ventas mayoristas.

«Hoy tenemos una demanda que supera nuestras capacidades productivas, y es uno de los retos que debemos asumir para seguir avanzando e incrementando las producciones, sobre todo de la rasilla, que es el producto más solicitado», expresó Yunier Porto.

No obstante, según detalló Karina Milanés, como proyecto de desarrollo local, Pokarce ya ha realizado varios envíos de rasilla a instituciones de Salud Pública en Granma, y a obras sociales en Santiago de Cuba, además de haber logrado materializar contratos con actores económicos y entidades del territorio, como la empresa Agroindustrial de Granos Fernando Echenique, la de Materiales de Construcción y la inmobiliaria del Turismo, entre otras.

«En el caso de las ventas minoristas, la experiencia también ha sido muy buena. La población considera que los precios son asequibles y la demanda de nuestros productos es constante», significó la ingeniera.

NUEVOS HORIZONTES PRODUCTIVOS

A fin de fomentar una mayor cultura en el trabajo con la cerámica, Karina Milanés y Yunier Porto han creado, a través de Pokarce, un proyecto educativo con pioneros del seminternado bayamés 4 de Abril, a quienes adentran en el mundo de la cerámica y la elaboración de objetos de esa arcilla.

«En Bayamo se ha perdido bastante esta tradición, pues quedan pocas personas que conocen y practican el trabajo con la arcilla y la alfarería, de ahí que nuestro proyecto infantil se destine a relacionar a esos pequeños con las especialidades vinculadas a la industria de cerámica, y sobre todo les enseñamos cómo cuidar el medioambiente con una explotación cuidadosa de las canteras y realizando luego la reforestación», subrayó Karina Milanés.

Yunier Porto comentó que, a pesar de que el talón de Aquiles para Pokarce radica en las dificultades con la transportación y el combustible (lo que limita su flujo productivo), no renuncian a la posibilidad de expandir el proyecto en aras de dar respuesta a un programa vital para el país: la vivienda.

«Para ampliar esa capacidad productiva queremos incluir una sucursal de nuestro proyecto en el propio municipio de Bartolomé Masó (donde radica una de las canteras para extraer la arcilla), lo que acortaría los gastos por transportación, reduciría los costos y favorecería a esas zonas con la disponibilidad de nuestros materiales de construcción», acotó el ingeniero.

Asimismo, Milanés y Porto aspiran a incorporar nuevas líneas de producción de materiales, como la losa prensada para la erradicación de pisos de tierra, un componente muy necesario en Granma, provincia con mayor número de casas en ese estado.

«En ese sentido tenemos muchas expectativas, pues sabemos lo importante que sería lograr fabricar losas prensadas de cerámica para eliminar pisos de tierra, pero respetando nuestro principio de lograr calidad y buen acabado en el producto con maquinarias hechas por nosotros mismos», resaltaron los ingenieros.

Precisamente, en ese camino que tanto demanda el país de «fabricar» soluciones más económicas para el bolsillo de la población, Pokarce aparece como una opción rentable, que puede y debe seguir desarrollándose.

Tomado de Granma

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