Internacionales

Nuevas bondades de Miami

Por José Luis Méndez Méndez* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

 

La llamada capital del sol, no deja de ser noticia, siempre hay una confidencia pendiente, que gira, aparece el rumor y después se hace realidad y las redes multiplican, tergiversan, desinforman, según sople el viento. El gobernador de Florida, anunció, que no aspirará a ser candidato republicano en las próximas elecciones. Después, se apuró a imitarlo el bravucón alcalde de Miami, quien al no estar listo para el primer debate de su partido, declinó continuar. Verdades ocultas ensombrecen sus aspiraciones.

El fantasma Trump es omnipresente, cuanto más delitos en su contra aparecen, más se acerca a la nominación presidencial, rarezas del sistema estadounidense. Varios de sus acólitos han sido juzgados y sentenciados por el intento contra el Capitolio, todos esperan el indulto presidencial.

El citado gobernador Ron De Santis, lidió contra el poderoso huracán Idalia, un poco le sirvió para mitigar la reacción por una pregunta que circulaba con fuerza cuando el evento se formaba. Era el efecto de la nueva Ley migratoria de Florida, que hizo preguntar: ¿Se negará la atención médica a los inmigrantes indocumentados? A esta, se derivaron numerosas interrogantes, una de ella fue más concreta: ¿Qué pasa si me enfermo y mi estatus migratorio no es legal, me pueden deportar? Es la más común, que se hacen miles de migrantes indocumentados que viven en Florida, como resultado de la impopular la Ley SB 1718, que entró en vigor el 1 de julio de 2023 y que entre otras medidas prevé sanciones hasta de 15 años, a quienes lleven indocumentados a Florida. Las protestas de inmigrantes se han sucedido, estos argumentan una conocida máxima: “Nuestra economía depende de los inmigrantes”.

No había secado el suelo floridano y sus residentes luchaban contra los estragos causados, tras el paso del meteoro, cuando el corrosivo regente estadual emitió una ley, que afecta la respuesta esperada de las compañías de seguros. Los dueños de propiedades tendrán dificultades para recibir compensación de las aseguradoras, como en el pasado, pasarán años antes de recibir una respuesta compensatoria por las pérdidas originadas por el huracán.

Aún los cálculos de las pérdidas no han terminado, hay zonas inundadas, árboles caídos, cortes de líneas eléctricas e incertidumbre de propietarios esperanzados en recuperar lo perdido, pero la nueva legislación en desarrollo, que comenzó en octubre de 2022, más que favorecer, entorpece todo intento de restañar los daños a particulares. Se hace un imposible el proceso de reclamo a las pólizas de seguros tras la devastación.

La iniciativa republicana, coloca trabas para iniciar reclamaciones para responsabilizar a las compañías de seguros y en particular bloquea la posibilidad de recuperar los honorarios de los abogados durante un reclamo y estable una ruta legal para que las empresas hagan ajustes en la reducción de la prima en cada contrato. Se estima, que ahora presentar una demanda contra las aseguradoras por daños causados por el huracán, sería casi inútil, una experta sentenció: “Es económicamente absurdo para un propietario presentar una demanda y será increíblemente difícil encontrar un abogado”.

Aunque el seguro de vivienda es obligatorio en Florida, para quelos propietarios tengan protección contra robos, desperfectos, así como daños ocasionados por catástrofes como tormentas, aunque la mayoría no cubren inundaciones, daño que es asumido por el Gobierno federal. El huracán Idalia, fue el primero en azotar el Estado, tras la mencionada ley en diciembre de 2022, que produjo vientos fuertes y marejadas no recordadas desde hacía 125 años en el norte de Tampa, por lo que los daños a propiedades puede emitir un record histórico, cuando termine el recuento de los daños en las propiedades.

La prima por daños en Florida, es cuatro veces superior a la media nacional de Estados Unidos, las propiedades ubicadas en la zona del Golfo, fueron las más impactadas por el huracán.

Otra novedad en el arcoíris floridano, no por su recurrente contenido, sino por repetirse con frecuencia, fue la noticia: “Policía en Florida mata a un fugitivo tras tiroteo que dejó dos agentes heridos”.

Un sospechoso de disparar a dos policías de Orlando, Florida, durante una parada de tráfico, dejando gravemente heridos a los oficiales, terminó abatido tras una persecución que concluyó en un hotel de la ciudad donde se encuentran los parques de Disney. Los oficiales fueron trasladados de urgencia a un hospital cercano, donde se encuentran actualmente en estado crítico.

El afro descendiente Daton Shimondrea Viel, de 28 años, fue hallado en un hotel cerca del área turística de Universal Estudios, donde resultó abatido este sábado por un equipo SWAT (unidades especializadas en intervenciones especiales) de la Policía de Orlando. El sospechoso se atrincheró dentro del hotel Holiday Inn en Caravan Court, y comenzó a disparar contra los miembros del equipo SWAT antes de que el equipo disparara y lo matara.

El Departamento de Policía de Miami-Dade (MDPD) estaba buscando a Viel en relación con un homicidio ocurrido en la ciudad de Miami,  cuando en una parada de tráfico, uno de los ocupantes del vehículo abrió fuego contra los oficiales, luego robó otro vehículo y comenzó una persecución.

Para no perder protagonismo, en las noticias sobre el crimen, de los inmigrantes cubanos en Miami, una noticia los coloca en el primer plano nacional: Tres cubanos aparecen en la lista de los más buscados por el FBI.

Entre los 20 criminales y sospechosos más buscados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) figuran tres hermanos cubanos. La Oficina de Miami los persigue por haber estafado $119 millones al Medicare. Resulta que Carlos, José y Luis Benítez son pretendidos por el FBI por su implicación en un robo multimillonario en la zona de Miami. El objetivo defraudado fue el Medicare que tuvo pérdidas cuantiosas y notables desajustes de cuentas tras el robo.

Sobre los hombros de Carlos está la acusación por “supuestamente proporcionar tratamiento de infusión para el VIH a beneficiarios” del seguro médico.

Los tres están actualmente prófugos de la justicia y fueron acusados de estafar $119 millones al programa de cobertura médica federal. Asimismo, se les acusa de lavar parte del dinero en falsas compañías para financiar la compra de propiedades y artículos de lujo en República Dominicana.

Los tres hermanos eran dueños de doce clínicas de atención a pacientes de sida en Miami. Estos centros fraudulentos cobraron al Medicare cifras millonarias para adquirir medicinas muy caras destinadas a falsos enfermos. 

El Medicare pagó a las empresas de los tres hermanos casi $84 millones entre los años 2001 y 2004, según reflejan datos federales oficiales.  De esas ganancias ilícitas adquirieron varias viviendas, helicópteros, hoteles, apartamentos, embarcaciones y un parque acuático en el área turística de Bávaro.

El FBI asegura que, después de haber sido encausados bajo cargos federales de fraude en Miami en 2008, los tres hermanos viajaron con sus pasaportes cubanos. Ellos realizaron la travesía desde el sur de Florida hasta República Dominicana. Los hermanos Carlos, José y Luis nacieron en la Isla y emigraron a Florida en 1995. Solo cinco años más tarde recibieron la ciudadanía de Estados Unidos. En 2004 ya estaban bajo investigación de las autoridades federales por haber cometido varios delitos. Estas y otras “bondades” surcan el firmamento de la meca sureña del mal llamado “sueño americano”.

(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano.

Foto de portada: CNN.

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