Internacionales

Numerosos argentinos despertaron de su letargo

Por Hedelberto López Blanch */ Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Los resultados de las recientes elecciones generales en Argentina al darle una mayoría al candidato oficialista de la Unión por la Patria, Sergio Massa (aunque tendrá que ir el 19 de noviembre a un balotaje contra el ultraderechista Javier Milei) ha sido el comienzo del despertar de un largo letargo de algunos ciudadanos.

Milei salió triunfador en las PASO del 13 de agosto con el 29,86 %, mientras Massa obtuvo el 27,28 %. En éstas presidenciales el oficialista se alzó con el 36,68 % y el ultraderechista alcanzó 29,98 %.

Resulta innegable que en ocasiones los pueblos olvidan pero también lo hacen por las fuertes y distorsionadas campañas que mantienen los principales medios hegemónicos de comunicación controlados por las fuerzas de derecha como sucede en Argentina.

Además de desatinos y algunos asuntos olvidados por el gobierno de Alberto Fernández a favor de las mayorías también existieron factores como la enorme deuda que les dejó el anterior régimen de Mauricio Macri, lo que ató desde un principio a la Casa Rosada a las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pienso que las extremas posiciones asumidas por Milei han sido el resultado de abrirles las mentes a las personas que aun estaban indecisas a la hora de votar.

El candidato de La Libertad Avanza propone fuerte recorte del gasto público, sobre todo salud y educación; baja de los impuestos a los ricos y flexibilización laboral; una reforma financiera con una banca libre y desregulada junto a la libre competencia de divisas; liquidación del Banco Central; barrer con el sistema público de jubilaciones y pensiones; libre portación de armas y dolarización de la economía. 

Recordemos que Argentina sufrió a lo largo del siglo XX, cinco golpes militares pero el más sanguinario fue el del 24 de marzo de 1976 cuando la jerarquía castrense encabezada por el general Jorge Videla, con la anuencia de los civiles de clase adinerada, bajo la guía y consentimiento del gobierno de Estados Unidos, derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón y se adueñó del poder para instaurar lo que autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional” que se caracterizó por implementar un plan sistemático de terrorismo de Estado.

El plan de la dictadura iba dirigido a desarticular el pensamiento nacional: el peronismo revolucionario y todas las organizaciones de izquierda.

Para lograrlo, necesitaba la transformación del modelo productivo con la instalación de un neoliberalismo salvaje, lo cual requería la desarticulación de las instituciones gremiales, sociales, culturales y sus comisiones de base.

La nueva etapa de democracia comenzó el 10 de diciembre de 1983 cuando asumió el presidente Raúl Alfonsín, de la Unión Cívica Radical. Las Comisiones de la Verdad, establecieron que la cifra total de víctimas fue de 40 175 personas, incluyendo ejecutados políticos, detenidos desaparecidos y víctimas de prisión política y tortura y secuestros de más de 500 niños nacidos en prisión.

Más tarde, llegaron los gobiernos neoliberales de Carlos Ménem (1989-1999) y Fernando de La Rúa (1999-2001) que fueron el preámbulo para llevar al país hacia la debacle económica al implantar el libre mercado, las privatizaciones y una globalización desmedida.

Los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) lograron sacar al país de la enorme deuda, recuperaron empresas estatales y devolvieron programas sociales.

El macrismo volvió a revertir esos avances y a la par endeudó a la nación con un millonario empréstito otorgado por el FMI, con auspicios de Estados Unidos, para tratar de que Macri fuera reelegido.

También muy cercano están las represiones acaecidas recientemente contra movimientos sociales en la provincia de Jujuy y en la ciudad de Buenos Aires que se comparan con la reedición de la violencia, el terror y las desapariciones de hombres, mujeres y niños que sufrieron los argentinos años atrás.

Gerardo Morales, gobernador de la provincia de Jujuy y Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dos políticos ultraderechistas  declararon abiertamente que de ganar en las elecciones (iban a presentarse como candidatos presidenciales) tomarían medidas coercitivas y de control contra los movimientos sociales y partidos políticos que no les fueran afines.

Esas represiones y adversidades que ha vivido el pueblo argentino y la amenaza de que una fuerza ultraderechista vuelva a tomar el poder han provocado el despertar del letargo de muchos ciudadanos que el 22 de octubre ejercieron su voto a favor de Massa. Ojalá que para el próximo 19 de noviembre otros soñolientos acaben de “despertar”.  

(*)  Periodista cubano. Escribe para el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones. Es el autor de “La Emigración cubana en Estados Unidos”, “Historias Secretas de Médicos Cubanos en África” y “Miami, dinero sucio”, entre otros.

Imagen de portada: Adan Iglesias Toledo.

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