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El fascismo al desnudo en la capital de Florida

Por José Luis Méndez Méndez* / Colaboración Especial para Resumen Latinoamericano.

Una infamia capital, casi bíblica, además del genocidio que acontece en Gaza, ante la mirada atónita de millones de personas en el mundo y la pasividad cómplice de gobernantes paralizados y temerosos ante una probable reacción del agresor sionista, es equiparar a las partes involucradas, no es posible el holocausto palestino que se produce compararlo con el poderío militar de Israel, poseedor de la bomba atómica, capaz de lanzarla sin titubear, ante el inmovilismo de la ONU, incapaz de exigir un cese al colosal ataque sistemático a una población indefensa sometida al exterminio.

El emprendimiento palestino de optar por medio de la lucha armada para recibir el respeto y la paz del ocupante, que ha ido reduciendo su territorio por medio de un sistemático plan de conquista colonial, no puede equipararse a la reacción asimétrica de los israelitas, que aniquila la vida de hombres, mujeres y niños durante casi un mes de castigo sin tregua, que envía al mundo un mensaje de terrorismo de Estado.

La respuesta desproporcionada ha sido respaldada por campañas de difamación, empleando la satanización de los palestinos presentados como criminales implacables y sin piedad contra la población israelí, en los medios de comunicación y redes sociales, para justificar al conquistador empeñado en arrojar al mar a lo que quede de una población diezmada, que hace recordar lo ejecutado por los nazis contra millones de hebreos durante la Segunda Guerra Mundial, es posible que cuando se haga un recuento de todo lo actuado ahora, ese horrendo crimen de entonces palidezca para vergüenza de los sionistas actuales. Este castigo, deja un legado y una advertencia a los países amenazados por el binomio depredador. También, una lectura trágica sobre qué esperar de una inerte ONU, donde los intereses creados han sometido la esperada acción de un organismo creado para preservar y defender la paz.

Lo que ocurre, es una tasación del mundo actual, cuántos países han roto sus relaciones con Israel, cuántos han llamado sus embajadores a consulta, cuántos han condenado la acción punitiva, cuántos se han puesto del lado palestino, el pavor y la indolencia se ha impuesto, salvo honrosas protestas de unos pocos. Pero el reclamo de millones de personas en el mundo crece, ante los oídos sordos del Estado genocida.

Incluso, hay rumores fundados, que insisten en el conocimiento anticipado que el agresor tuvo de la inminente iniciativa palestina, servicios especiales aliados alertaron con antelación lo que se organizaba y se dejó que ocurriera, para esgrimirlo como pretexto para la aniquilación en curso. No es posible admitir que Israel fue sorprendido por los cohetes caseros palestinos y que la reacción es un acto de legítima defensa de un país “víctima”, agredido y desamparado.

El sustento de la administración estadounidense al exterminio palestino, con respaldo político, diplomático y militar, ha sido abundante, no solo en el poder ejecutivo, gobernadores como el de Florida, de inmediato comenzó su apoyo al agresor.

No es casual, que el frustrado candidato a la presidencia de Estados Unidos y gobernador de Florida, Ron DeSantis, haya desplegado su velamen fascista para elogiar a Israel y defender el apoyo al Estado judío y el reconocimiento de Jerusalén como su capital, así como su oposición al antisemitismo y a las iniciativas pro palestinas.

En abril de 2023 el Jerusalen Post’s Faces of Israel, registró que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó un proyecto de ley contra el supuesto odio, que reforzará la capacidad de su Estado para luchar contra el antisemitismo y calificó a Israel de “uno de los aliados más valiosos y fiables” de Estados Unidos.

Durante su discurso ante la multitud de unos 400 participantes, DeSantis hizo hincapié en su apoyo al reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, señaló su oposición a las campañas pro palestinas para aislar a Israel y se hizo eco de las preocupaciones israelíes sobre Irán.

“La tarea que tenemos ante nosotros como estadounidenses es permanecer firmes y francos con Israel y con el pueblo judío”, manifestó DeSantis, quien tenía entonces previsto anunciar su candidatura a la campaña presidencial estadounidense de 2024 lo cual hizo en mayo y después se retiró, para dejar el camino libre de obstáculos al aspirante Donald J. Trump. Luego, afirmó que la soberanía israelí sobre Jerusalén permitiría la libertad de movimiento en sus lugares religiosos. No hizo ningún comentario sobre el derecho palestino.

Fiel a la corriente política, que establece que el sionista, cree y defiende que el pueblo judío debe tener su propio estado en la tierra prometida. Es decir que el pueblo judío debe tener un estado propio donde se asienta actualmente Palestina. Es lo que ocurre, desalojo de los palestinos a sangre y fuego apocalíptico para desterrarlos.

Al comentar los Acuerdos de Abraham, como parte de la paz en Oriente Próximo, externó: “Lo que está bien en Oriente Próximo es Israel. Lo que está bien en Oriente Medio es que Israel trabaje con los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. Lo que está mal en Oriente Medio es el terrorismo y la ambición iraní”, afirmó. “Podría decirse que antes de que esta administración tomara posesión, Oriente Medio estaba probablemente en tan buena forma como no lo ha estado en mucho tiempo”. Añadió: “Me parece, sólo como forastero que llega, que al final es saludable sacar estas cosas”, planteó, Israel es una democracia…”

El gobernador, visitó a Israel el día de su llamada independencia. Su itinerario incluyó intervenir en la conferencia organizada en el Museo de la Tolerancia de Jerusalén, reunirse con Benjamin Netanyahu y hacer un recorrido por Cisjordania.

Aunque Netanyahu se relaciona regularmente con los gobernadores de los estados de Estados Unidos. La última visita de DeSantis a Israel fue en 2019, cuando fue elegido como el 46º gobernador de Florida, durante la cual se embarcó en un viaje a un asentamiento judío en Cisjordania.

Sobre la visita se congratuló: “Pocos meses después de mi toma de posesión para mi primer mandato como gobernador de Florida, viajé a Israel para una visita de Estado con la delegación comercial más grande de la historia del estado del sol al estado judío”, recordó DeSantis. “Desde entonces, hemos fortalecido la relación entre Florida e Israel a través de una mayor inversión de las empresas israelíes en nuestro estado, siendo el hogar de la población judía de más rápido crecimiento en los Estados Unidos”, sumo.

En 2018, DeSantis prometió ser “el gobernador más proisraelí de Estados Unidos”. En su libro, explica cómo ayudó a preparar el terreno para trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, y cree que Cisjordania “no es territorio ocupado; es territorio en disputa”. Este pro israelí no conoce la historia de la usurpación armada de ese territorio.

No hay dudas de que DeSantis, mira hacia Israel, ante la agresión comenzada el 7 de octubre y siguiendo el ejemplo de Joseph Biden, que envió armas y municiones a los “indefensos” sionistas, el Gobernador floridano gestionó el envío de dos vuelos cargados de drones y chalecos antibalas.

El Gobierno de Israel adquirió el equipo y pidió ayuda al estado de Florida para transportarlo. Los suministros se incluyeron en dos aviones de carga que partieron de Florida con destino a Israel el 17 de octubre.

La oficina de DeSantis dijo previamente que los vuelos de carga transportaban “suministros médicos, artículos de ropa, productos de higiene y juguetes para niños” que habían sido donados para ayudar a Israel tras el ataque de Hamas a principios de este mes, pero no mencionó que también llevaban equipos para Israel que podrían utilizarse en acciones bélicas. Enmascararon los envíos aparentando carga humanitaria.

La oficina del gobernador confirmó la inclusión del equipo adicional. “A petición del cónsul general de Israel en Miami, se utilizaron aviones de carga contratados por Florida para transportar suministros sanitarios y hospitalarios, drones, chalecos antibalas y cascos que pueden utilizar los equipos de primera respuesta”, dijo Jeremy Redfern, portavoz de la oficina del gobernador, en un comunicado.

El funcionario dijo que la oficina del gobernador también trabajó con el cónsul general de Israel para “ayudar a conseguir armas y municiones a Israel a través de terceros”. Sin embargo, la fuente dijo que Florida no transportó esos suministros, y no está claro cómo el estado de Florida ayudó a Israel en el movimiento de municiones. Es una historia que será develada más temprano que tarde.

DeSantis, ha promocionado con regularidad su iniciativa de organizar vuelos para ayudar a Israel tras el ataque de Hamas en el que murieron según las fuentes estadounidenses, al menos 1.400 personas, incluidos los envíos de aviones utilizados para evacuar a estadounidenses de la región.

El Gobernador, ha destacado estas iniciativas como prueba de su liderazgo y ha acusado al presidente Joe Biden de no hacer lo suficiente para ayudar a los estadounidenses que quieren abandonar la región devastada por la guerra. Este término es engañoso, ya que sugiere partes en conflicto, cuando en realidad es de un solo lado, el agresor contra el históricamente agredido.

Para capitalizar la agresión en busca de beneficios políticos, el funcionario declaró el estado de emergencia en Florida el 12 de octubre, dándole autoridad para movilizar recursos estatales para “traer a los floridanos a casa y transportar los suministros necesarios a Israel”. El 15 de octubre, la oficina de DeSantis anunció que su Gobierno trabajó con Project Dynamo, una organización sin fines de lucro que lleva a cabo misiones internacionales de rescate, para evacuar a unas 270 personas de Israel a Tampa.

Dos días después, dos aviones de carga con 85 estibas partieron de Tampa con destino a Israel. Según un comunicado de prensa, entre los artículos empaquetados había vendas, batas de hospital, kits intravenosos, agujas, jeringas, ventiladores y guantes quirúrgicos, así como juguetes, sacos de dormir y productos de higiene. Fueron esos aviones los que transportaron también el material de guerra para el gobierno israelí. Así está de moda el quehacer fascista en Florida, estado situado a menos de noventa millas.

(*) Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, “La Operación Cóndor contra Cuba” y “Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba”. Es colaborador de Cubadebate y Resumen Latinoamericano. 

Foto de portada: Reuters / El gobernador de Florida, Ron DeSantis, en Israel.

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