Internacionales

La guerra eleva previsiones de ganancias para la industria militar estadounidense en 2024

Cuando el Pentágono reunió a los mayores contratistas de defensa del mundo para pedirles que aumentaran la producción poco después iniciada la guerra en Ucrania, un director ejecutivo vaciló y dijo que no lo hacían, no querían quedarse atorados con un almacén lleno de cohetes cuando terminaran los combates, según tres personas familiarizadas con la discusión, señala un análisis de Reuters.

Casi dos años después, las grandes empresas de defensa “están cantando una melodía diferente y varias esperan una fuerte demanda en 2024 a medida que Estados Unidos y sus aliados se recargan de armas y municiones costosas con la vista puesta en lo que perciben como acciones más agresivas por los avances de Rusia y China”.

Según el análisis de Reuters, la matemática es simple. Por ejemplo, para satisfacer la demanda de defensas antimisiles, la producción de interceptores Patriot para el ejército estadounidense (un proyectil disparado contra un misil entrante con el objetivo de derribarlo) aumentará de 550 a 650 cohetes por año.

A alrededor de cuatro millones de dólares cada uno, eso supone un potencial aumento de 400 millones de dólares en las ventas anuales de un solo sistema de armas.

Aumentar los volúmenes de producción de sistemas más antiguos siempre es más rentable que los altos costos de inversión asociados con el aumento de la producción de sistemas nuevos, por lo que una demanda más fuerte fluirá rápidamente hacia los resultados corporativos.

En ese contexto, se espera que las acciones de las mayores empresas de defensa, que han superado cómodamente el índice bursátil de referencia S&P 500 durante los últimos dos años, sigan subiendo, de acuerdo con estimaciones de Wall Street.

Se pronostica que las acciones de Lockheed Martin, General Dynamics y Northrop Grumman aumenten entre un 5 y un 7% en los próximos 12 meses, mientras que el S&P obtendrá ganancias limitadas.

Los arsenales de armas estadounidenses no estaban “llenos” antes de que Rusia comenzara su operación en Ucrania, dijo Eric Fanning, director ejecutivo de la Asociación de Industrias Aeroespaciales de Estados Unidos, y “los adversarios están viendo cómo nuestras reservas empiezan a escasear y se agotan”.

Como resultado, la demanda está siendo impulsada por la inquietud y las reservas en torno a los avances de Rusia y China, a lo que se suma el apoyo a los aliados en Medio Oriente.

La producción de sistemas Patriot se puede desglosar para mostrar cómo las ventas de artículos básicos afectarán a una variedad de empresas. Para empezar, RTX fabrica los radares y los sistemas terrestres, y Lockheed Martin fabrica los misiles interceptores de última generación.

RTX aumentó la producción de lanzadores y sistemas de control a 12 unidades al año. Un lanzador y un radar juntos cuestan alrededor de 400 millones de dólares cada uno.

Boeing, por su parte, ha dicho que en los próximos años ampliará en más de 30% la capacidad de producción de censores usados para guiar a los Patriot en su fábrica en Huntsville, Alabama.

Otra fuerte señal de demanda se puede ver en la acumulación de motores de cohetes sólidos que se utilizan en una amplia gama de armas de gran demanda desde que comenzó la guerra de Ucrania, en febrero de 2022.

Estados Unidos tiene dos principales fabricantes de motores para cohetes, Northrop Grumman y L3Harris Technologies. Ambos dijeron haber visto aumento de la demanda.

Northrop dijo que gran parte del aumento se debe a la demanda de sus motores de cohetes y ojivas en los sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes guiados (GMLRS), que se utilizan mucho en Ucrania.

Los GMLRS son cohetes guiados por GPS con ojivas de 90 kg (200 libras). Lockheed Martin fabrica 10 000 de esos misiles al año y está aumentando la producción a 14 000.

Tienen un coste medio de 148 000 dólares cada uno, según documentos del ejército. Hasta ahora se han enviado más de 6 100 a Ucrania, según un análisis de Reuters.

“Cada día que se disparan municiones, se refuerza la necesidad de contar con reservas sustanciales”, afirmó Tim Cahill, que dirige el negocio de Control de Incendios y Misiles de Lockheed, contratista principal de los interceptores Patriot y GMLRS, en una entrevista con Reuters. “Y no veo que eso vaya a bajar”, agregó.

Un ejecutivo de un fabricante de motores de cohetes dijo que la Administración del presidente Joe Biden ha dado prioridad a las municiones en su solicitud de presupuesto del Pentágono para 2024.

El ejecutivo dijo esperar un aumento en los pedidos pendientes una vez que los contratos se concreten tras la aprobación del proyecto de ley de política de defensa de 886 000 millones de dólares, la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA, National Defense Authorization Act), aprobada por el Congreso la semana pasada y a la espera de que Biden la firme para oficializarla como ley.

Tomado de Cubadebate/ Foto de portada: Reuters.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *