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¿Por qué la estrategia industrial de defensa nacional de EEUU podría resultar ineficaz?

Es poco probable que la nueva estrategia presentada por el Pentágono hace poco funcione correctamente, declaró a Sputnik David T. Pyne, estudioso de la EMP Task Force y antiguo oficial del Departamento de Defensa estadounidense.

El Departamento de Defensa de EEUU acaba de publicar su primera Estrategia Industrial de Defensa Nacional (NDIS, por sus siglas en inglés), relativa al compromiso del Pentágono, el desarrollo de políticas y la inversión en la base industrial durante los próximos cinco años.

De acuerdo con altos funcionarios del Pentágono, el documento de 59 páginas pretende ayudar al Gobierno a crear una industria de defensa moderna y resistente “para disuadir a los adversarios de Estados Unidos y satisfacer las demandas de producción que plantean los retos apremiantes”.

“Estamos poniendo en marcha el NDIS ahora para garantizar que nuestra base industrial de defensa siga reforzando la seguridad nacional en nuestro país y, al mismo tiempo, tranquilizando y apoyando a nuestros aliados y socios”, señala Laura D. Taylor-Kale, subsecretaria de Defensa para Política de Base Industrial.La NDIS subraya al menos cuatro áreas clave para construir una industria de defensa avanzada, que incluyen cadenas de suministro resistentes, preparación de la mano de obra, adquisición flexible y disuasión económica.

Según el documento, son necesarias varias acciones para lograr cadenas de suministro resistentes, entre ellas el establecimiento de asociaciones público-privadas, mecanismos de distribución de riesgos y tecnología.
La NDIS reconoce que existen problemas en la capacidad de fabricación nacional en EEUU. El documento “ofrece un camino que se basa en los progresos recientes al tiempo que remedia las lagunas restantes y las posibles carencias”.
El informe señala que la industria de defensa estadounidense se enfrenta a una serie de retos, como una mano de obra inadecuada, una dependencia excesiva de fuentes extranjeras para materiales clave, la infrautilización de tecnología avanzada, prácticas comerciales desleales, inestabilidad en las adquisiciones y limitaciones en la financiación de la defensa en el Capitolio, entre otras cuestiones.
La NDIS afirma que la incapacidad para fortalecer la base industrial del país podría causar graves problemas a sus capacidades militares.
“La estrategia describe el problema, no la solución”, afirma Elaine McCusker, miembro del grupo de expertos del American Enterprise Institute, citada por el sitio web Defense News.
“Como ocurre con la mayoría de las estrategias de este tipo, ésta se queda corta a la hora de abordar sin miedo las causas profundas y las acciones específicas necesarias para una mejora rápida, cuantificable y sostenible [de la base industrial estadounidense]”, afirma.

David T. Pyne, académico del EMP Task Force y exfuncionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, declaró mientras tanto a Sputnik que “la Estrategia Industrial de Defensa Nacional de la administración Biden viene con mucho retraso”.

 Subraya que el conflicto en Ucrania “ha puesto de manifiesto algunas deficiencias críticas no solo en el arsenal estadounidense de municiones guiadas y proyectiles de artillería, sino también en la capacidad de la base industrial de defensa de Estados Unidos para producirlos a un ritmo suficiente para abastecer al Ejército estadounidense, por no hablar de sus aliados, durante un conflicto de gran envergadura”.

“Los recientes juegos de guerra estadounidenses demostraron que Washington se quedaría sin municiones guiadas de largo alcance en un conflicto de alta intensidad en menos de una semana”, opinó.

Además, continuó el experto, Estados Unidos está intentando desesperadamente “seguir el ritmo de las necesidades de Ucrania de proyectiles de artillería de 155 mm y está trabajando para aumentar la producción a un nivel superior”.

“Aun así, al ritmo actual, EEUU tardará varios años en reponer sus agotadas existencias de proyectiles de artillería de 155 mm, sistemas portátiles de defensa antiaérea Stinger y otra serie de sistemas de armamento suministrados a Ucrania en la guerra subsidaria contra Rusia de Biden”, manifiesta el experto.
“La NDIS va a tardar años en implementarse y la estrategia es insuficiente para las necesidades de defensa de Estados Unidos”, destaca.
Pyne dijo tener ciertas dudas sobre la eficacia de esta nueva estrategia, dado el “continuo debilitamiento del poder militar estadounidense” de Biden. El exoficial del Pentágono instó al Departamento de Defensa a centrarse en la defensa estratégica y de la patria en lugar de en la “proyección de poder militar convencional”.

Subrayó que la revisión del potencial de defensa antimisiles de EEUU no puede llevarse a cabo sin retirar las tropas estadounidenses de Europa del Este y Oriente Medio.

Tomado de Sputnik/ Foto de portada: Patrick Semansky/ AP

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