Cuba

La reactivación de la economía cubana pasa también por avanzar en el empleo

Por Fidel Benito Rendón Matienzo 

En el empeño del Estado cubano porque personas hoy asistenciadas pasen a ser sujetos de transformación, mucho tiene que ver lograr motivarlas a que encuentren un empleo digno, como principal fuente de ingreso para satisfacer sus necesidades personales y familiares.

El reimpulso o reactivación de nuestra economía pasa en primer lugar por el incremento de la producción de bienes y servicios, pero los problemas con la estabilidad o completamiento de la fuerza de trabajo en sectores claves como la agricultura, la construcción y la industria, y en vitales servicios, han hecho mella de ese propósito, sin dejar de reconocer que diversas distorsiones figuran entre sus causas.

La emigración de miles de profesionales hacia el sector no estatal bajo el incentivo de que ganan mejores salarios, sigue siendo una tendencia, independientemente de que con el Decreto 53, surgido hace más de dos años, se ha logrado que sean los consejos de dirección de las empresas, en común acuerdo con la organización sindical, los que definan los grupos y escalas de la distribución de los ingresos, luego de que durante mucho tiempo tal política estuvo centralizada.

Esto ha permitido el aumento de los ingresos de los trabajadores, todavía incipiente en el sector empresarial que son un poco más del 50% del sector estatal, según declaró recientemente a Resumen Latinoamericano Ariel Fonseca Quesada, director general de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

De acuerdo con el directivo más del 33% de los trabajadores o de los ocupados en la economía en Cuba son del sector no estatal. Representan una cifra importante, más de un millón de trabajadores -de ellos más de 600 mil trabajan por cuenta propia-.

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la tasa de desocupación la componen aquellas personas en edad laboral que estudian o trabajan, pero están en busca de empleos.

En Cuba este indicador es de un 2%, con la particularidad de que se va a la búsqueda de esas personas, tarea en la que desempeñan un rol vital los trabajadores sociales con el apoyo de las organizaciones y factores de la comunidad.

Pero tal como señaló en diciembre pasado ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, Manuel Marrero Cruz, Primer ministro de la República, no se logra la incorporación al empleo de todas las personas en condiciones de trabajar, como forma de contribuir a la satisfacción de sus necesidades y al desarrollo de la sociedad.

Incluso hay clara conciencia de que aún los ingresos provenientes del salario siguen siendo insuficientes para cubrir las necesidades básicas del trabajador y, por tanto, no constituye suficientemente una motivación con vistas a la incorporación al empleo.

La dirección de la Revolución ha orientado darle una mirada diferente a este asunto, por los retos que impone la dinámica demográfica del país; partiendo desde la identificación efectiva, por los gobiernos de los territorios, de sus potencialidades en aras de generar ocupaciones de calidad.

Y en ese empeño se ha hablado de la necesidad de incorporar el teletrabajo y el trabajo a distancia como una modalidad permanente, y no solo ante contingencias como pasó cuando la pandemia de la COVID-19, y también de estimular el pluriempleo, debido a la existencia de muchos centros laborales con plantillas vacías por falta de personal calificado.

Paralelamente en esta batalla se combaten ilegalidades y distorsiones como tener personas trabajando sin contrato (empleo informal), lo cual les impide estar protegidas o acogerse, por ejemplo, a los beneficios de la Seguridad Social.

Vale destacar el favorable impacto de iniciativas desde los territorios como las llamadas Ferias de empleos, con el objetivo de proponer ofertas de forma activa y directa a personas desvinculadas del estudio y el trabajo, así como motivar a quienes se encuentren realizando trabajo informal a que formalicen su estatus.

Por otra parte, el MTSS acaba de presentar una nueva disposición jurídica dirigida a las personas naturales cubanas o extranjeras que cumplen sanciones penales, privadas de libertad, para que se incorporan al trabajo dentro o fuera de los establecimientos penitenciarios durante la sanción penal o medida cautelar de prisión provisional impuesta.

Se trata del Decreto-Ley 81/2023, en el que algunos de sus principios fundamentales son el derecho a trabajar, la reinserción social y la labor educativa, el contrato de trabajo y la protección especial a los jóvenes.

ATENCIÓN ESPECIAL A LOS JÓVENES Y A LAS MUJERES
Al respecto, este segmento poblacional junto al de las mujeres, constituyen prioridad dentro de la Política de empleo del país.

Según Ariel Fonseca Quesada se garantiza ubicación laboral año por año a todos los jóvenes, egresados de las universidades cubanas, la mayoría en correspondencia con la carrera que estudió, a los graduados en técnico medio y superior y a quienes salen del Servicio Militar Activo.

A modo de ejemplo el directivo del MTTS precisó que el año pasado se logró ubicar a más de 10.400 graduados universitarios, además de subrayar que el joven no tiene que salir a buscar empleos, nosotros vamos a las aulas de las universidades y politécnicos a brindarles las ofertas que tenemos a partir de las demandas del sector estatal y el no estatal.

Al decir de Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social, el contexto actual exige avanzar en la promoción y acceso a empleos de calidad, fundamentalmente en actividades directas a la producción y a la prestación de servicios.

Se debe priorizar la fuerza de trabajo para dar respuesta a los programas productivos; fomentar la generación de empleos en servicios para el cuidado de personas en situación de dependencia; y perfeccionar el control de los nuevos empleos en las micro, pequeñas y medianas empresas, cooperativas no agropecuarias y modalidades de inversión extranjera, entre otras estrategias.

En fin tal cual expresó en su discurso el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la Cumbre Virtual Mundial de la Organización Internacional del Trabajo, el 8 de julio de 2020:

“El trabajo es un valor y un derecho sagrado. Como expresara el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz: “… solo trabajando se puede avanzar, solo trabajando se pueden producir los bienes que el país necesita, solo trabajando se puede producir más alimento, solo trabajando se debe salir de las dificultades más apremiantes que tenemos”.

Tomado de Cubahora/ Foto de portada: Abel Padrón Padilla/Cubadebate


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