Que Cuba se convierta en un taller de la resistencia, del buen ánimo y de la creación
Por Alina Perera Robbio.
¿De qué fibra está hecho el cubano? Se resiste a solo hablar de lo malo, y casi por instinto –que no por simulación– toma el rumbo de conversar sobre los buenos intentos, sobre los sueños, sobre el atrevimiento y lo que puede hacerse para que Cuba avance.
Así se vio en el recorrido del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y del miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda, y de otras autoridades, por el territorio más oriental del país.
Esta vez, la visita buscó hacer énfasis en las deficiencias. No es para desanimar, sino todo lo contrario, para encontrar los filones luminosos y las fuerzas que pueden organizarse mejor para, como se ha dicho, ir arrancando cada día un pedacito a los problemas.
En el municipio de Manuel Tames estuvo ayer en la unidad empresarial de base (UEB) de la Empresa Provincial de la Construcción.
Allí, donde el plan de construcción de viviendas no pudo cumplirse en 2023, donde han faltado encadenamientos con otras fuerzas productivas, donde hay que incentivar iniciativas y encontrar caminos para cumplir, el mandatario advirtió sobre el delito.
Al tanto del extravío de decenas de bolsas de cemento en un almacén, el mandatario enunció que el robo es un fenómeno ante el cual no debe actuarse con permisividad, que no puede verse «como normal». Es un problema, dijo, ante el cual hay que discutir a fondo, ante el cual no se puede ser pasivo.
También habló de la necesidad de hacer las cosas con calidad. La chapucería es de las deficiencias que deben eliminarse, razonó. Díaz-Canel recordó el valor de aspirar a casas «bien hechas, con piso, con el baño de placa; viviendas bonitas y confortables».
Ese empeño por soñar lo mejor, a pesar de todo, se apreció en el central azucarero Argeo Martínez, cuya zafra aspira este año a cumplir con un plan de más de 8 200 toneladas de azúcar –no se cumple el plan desde 2015–, y va por más de 1 700.
Leonides Peña Rivera, director de la empresa azucarera, ofreció múltiples datos en un intercambio en el que el mandatario habló sobre la importancia de velar por el rendimiento industrial, de barrer con la caña vieja que va quedando, de garantizar la caña necesaria, de producir azúcar y comida que impactan directamente en el bienestar de la población.
El Director del ingenio contó, con admirable entusiasmo, sobre la tradición del corte a mano; sobre empeños productivos; encadenamientos con la ciencia, pensando en la población diabética; sobre la creación de un frente único en la preparación de la tierra; y sobre un círculo infantil al 70 % de ejecución.
Tres diálogos entre el Presidente Díaz-Canel y los pobladores del municipio se produjeron durante el recorrido. Cuando el Primer Secretario del Comité Central del Partido sale a la calle y se reúne con el pueblo, explica a la multitud sobre el sentido de las actuales visitas, y sobre ideas que hoy son de urgencia y valor para el país. Contagia con un optimismo realista, escucha las frases que emergen del pueblo, y recuerda que nada caerá del cielo, que solo trabajando y produciendo saldremos adelante.
Telúrico fue el encuentro con los pobladores a la salida del restaurante El Jamaicano, donde el Presidente había asegurado que las cosas pueden hacerse mejor, creativamente, porque el pueblo se lo merece, y porque es posible aprovechar muchas prerrogativas y oportunidades.
«Vamos a salir adelante, pero tenemos que trabajar y producir», dijo Díaz-Canel ante autoridades municipales, y llamó a pensar en cómo convertir a la Mayor de las Antillas en un verdadero taller de la resistencia y de la creación.
Cuando se ve el corazón mismo de la resistencia cubana, al pueblo hecho de gente de alma cristalina y humilde, a gente que asegura que «juntos podemos más», a gente que sonríe y que no se rinde, entonces se vuelve a hacer la pregunta que suena como campanazo en los días que corren: ¿De qué fibra estamos hechos?
A MAYOR DISPONIBILIDAD DE ALIMENTOS, MAYOR BIENESTAR
Si reconforta saber que algo funciona, que algo se hizo bien, también resulta especialmente alentador conocer que algún espacio de la Isla –allí donde se produce algún bienestar para el pueblo– logró levantarse de una caída productiva.
Díaz-Canel y Morales Ojeda, con el propósito de llegar hasta lugares que permitiesen un análisis sobre cómo hacer las cosas de otra manera, atendiendo a que no hay resultados, visitaron también Palma Soriano, en Santiago de Cuba.
En la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) perteneciente al polo productivo 7 de Noviembre, el final de 2023 marcó el cambio de un escenario que antes estuvo lleno de marabú y que hoy, gracias al trabajo manual, tiene siembras de yuca, plátano, maíz, frijoles, hortalizas… Allí, Juan Carlos Vega Vega, jefe de Producción, explicó al Presidente que, de 151 hectáreas cultivables, ya hay sembradas 141.
Los resultados han aflorado en muy corto tiempo. Fue la voluntad la que cambió el ritmo de un lugar que en años estuvo abandonado. Y eso, sin duda, es una excelente lección. Por eso el Jefe de Estado dijo: «Hay que seguir», y subrayó una idea que él suele compartir en estos días si se trata de la tierra: «Este es el camino». En su reflexión recordó que solo produciendo habrá mayor disponibilidad de alimentos, mayor bienestar, mejores salarios en las entidades productivas, y más desarrollo.
El próximo destino del itinerario fue la Empresa de Servicios Técnicos Industriales zeti; y le siguió el central azucarero Dos Ríos, en el que todavía, aunque hay días de atraso, sus artífices no renuncian a cumplir el plan productivo de 2024 (deben ser 18 234 toneladas).
Desde 2010 no se cumple en el central, pero quienes lo han echado a andar sienten que pueden llegar a la meta este año, a pesar de que suceden tropiezos, como la rotura de un molino.
Antes de dar inicio a un encuentro con dirigentes de todos los municipios de la provincia de Santiago de Cuba, el Presidente Díaz-Canel compartió varias reflexiones con una multitud que lo esperaba en las inmediaciones de la sede municipal del Partido Comunista, en Palma Soriano.
Explicó a todos que, «si vimos buenas experiencias en un grupo de lugares, eso nos demuestra que, si todos estamos con bloqueo recrudecido», hay que saber inspirarse –recalcó– en las que son inspiradoras, en «los colectivos que están haciendo las cosas distintas, que son más proactivos, que confían más en la participación y logran resultados».
En lo concerniente al uso de la tierra, el mandatario hizo énfasis en la necesidad de producir, de trabajar esa tierra, de organizar procesos, porque la comida que se necesita en cada lugar «hay que producirla en cada lugar del país».
El Jefe de Estado dijo al pueblo que la dirección del país está informada sobre insatisfacciones que existen en el territorio, como las que tienen que ver con la disponibilidad del transporte, del agua, de la vivienda. Y al referirse al asunto de los altos precios, afirmó: «No podemos permitir que los precios sean abusivos y especulativos; y hay que discutir con los que los suben y con los que tratan de aprovecharse de esa situación; y ahí es muy importante la participación del pueblo, sobre todo el control popular que podemos hacer desde el pueblo».
OTRAS REFLEXIONES EN EL MUNICIPIO
En el encuentro que cerró la jornada en la provincia de Santiago de Cuba, Roberto Morales hizo referencia a la importancia de la prevención y de la asistencia social, y subrayó también la trascendencia de saber cómo actuar en relación con cada familia o con las personas que necesitan un tratamiento diferenciado.
El Secretario de Organización fue enfático en el valor que tiene poner una mirada oportuna «a todo aquello que nos pueda separar de la línea de la construcción del socialismo».
Asimismo, Díaz-Canel mencionó que estos intercambios y encuentros que están teniendo lugar en los municipios del país buscan los modos de impulso para los mejores métodos.
Sobre las experiencias negativas que se han ido encontrando en los recorridos, el Presidente cubano compartió una meta: que lo malo se vaya convirtiendo en una experiencia en positivo. Sobre reuniones como la ayer, el dignatario pidió que se conviertan en una suerte de taller, desde el cual compartir las mejores vivencias.
Tomado de Granma / Fotos: Estudios Revolución.