Más allá de las diferencias: Maduro y Petro consolidan cooperación
El quinto encuentro en Caracas entre los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Colombia, Gustavo Petro, refleja el acercamiento y fortalecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países como un proyecto compartido. En este diálogo franco y constructivo se ha puesto de manifiesto el interés por mantener un canal de comunicación abierto que permita abordar, conjuntamente, los desafíos y oportunidades que se presentan a escala binacional, regional e internacional.
Durante su reunión, los mandatarios revisaron detalladamente los aspectos de la relación bilateral, expresando satisfacción por los avances en materia comercial y de transporte, así como en la consolidación de una red de garantía energética binacional que incluye proyectos de energías limpias.
“Hemos tenido una buena conversación con nuestros equipos de trabajo. Pasamos revista de cómo evoluciona y progresa la relación entre Venezuela y Colombia y las nuevas oportunidades que se abren en todos los campos”, señaló el presidente venezolano en una declaración a los medios.
Los Jefes de Estado discutieron sobre la situación en Ecuador, por lo que expresaron su solidaridad con el gobierno de México tras la violación de principios del Derecho Internacional al irrumpir en la embajada de esa nación y llevarse al exvicepresidente Jorge Glas. Asimismo, abordaron la situación en Haití y coincidieron en la necesidad de buscar soluciones inmediatas para ese pueblo hermano.
“Tuvimos una visión común sobre los conflictos que hay en el continente, la reunión de la Celac del día de hoy, el conflicto de Palestina y todos los temas de las amenazas de guerra que hay en el mundo. Además, de la necesidad de preservar con cuidado, con buenos oficios, con buenos esfuerzos conjuntos, mancomunados, la paz en nuestra región, en Suramérica”, dijo el presidente Maduro.
En cuanto a la cooperación en seguridad y defensa, se comprometieron a dar una respuesta efectiva en la lucha contra la delincuencia organizada y los delitos financieros, incluido el uso de criptomonedas.
Maduro destacó la importancia de trabajar coordinadamente para preservar la paz en la región y se mostró dispuesto a colaborar en la construcción de la paz en Colombia. Por su parte, Petro elogió la ayuda de Venezuela en la resolución del conflicto armado de su país, y propuso una agenda común para promover la integración latinoamericana.
“Hablamos de temas que tienen que ver con la política, indudablemente en términos concretos. La paz política y la paz militar. Venezuela puede ayudarnos mucho y lo ha hecho desde hace años, en gobiernos anteriores al mío. En el tema de los conflictos armados, exitosos en el gobierno de Santos (Juan Manuel), y que hay que construir ahora en estos gobiernos”, declaró.
Reunión entre cancillerías
En el marco de este acercamiento binacional, los cancilleres de Venezuela y Colombia se reunieron el pasado lunes en Cúcuta para abordar temas de interés regional. Anteriormente, el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, y el gobernador del Norte de Santander (Colombia), William Villamizar, sostuvieron una cumbre para abordar acciones en materia de seguridad común.
Durante las declaraciones a los medios, el diplomático colombiano Luis Morillo destacó los esfuerzo que se han venido haciendo para fortalecer el comercio compartido y la seguridad en la frontera, e informó sobre pactar la puesta en marcha de patrullas mixtas para combatir la inseguridad en ese espacio conjunto.
El canciller Murillo comentó que se intensificarán las actividades de la Comisión de Vecindad e Integración entre Colombia y Venezuela, instancia que promueve el desarrollo económico, social y cultural en la frontera común, así como el mejoramiento de la infraestructura y servicios públicos. La Comisión se enfocará en áreas como transporte, movilidad, asuntos migratorios, seguridad, defensa, minería y energía. En este sentido, se ha destacado el éxito de los acuerdos parciales en materia comercial y de prestación de servicios de tránsito aéreo, lo que augura un futuro promisorio para la cooperación binacional.
Por su parte, el canciller venezolano Yvan Gil habló sobre el compromiso de Caracas con los procesos de paz en Colombia. Venezuela es garante en el diálogo del gobierno colombiano con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y en días próximos se espera una reunión en territorio venezolano a propósito de la séptima ronda de negociaciones.
También mencionó los temas regionales de impacto que él y su homólogo colombiano abordaron, como la reciente violación a la Convención de Viena por parte de Ecuador, asuntos relacionados con la crisis política en Haití, y sobre las acciones de Colombia con la futura presidencia pro témpore de la Celac, que asumirá en 2025.
Con relación a los comicios presidenciales en Venezuela programados para el 28 de julio, Gil informó a la parte colombiana del proceso electoral, indicándole cómo la postulación de candidatos concluyó con la participación de 100% de las organizaciones políticas registradas en el Consejo Nacional Electoral. Se extendió la invitación a veedores colombianos para participar en los sufragios.
Respecto a esto, Murillo señaló la importancia de la observación electoral de la Celac en las próximas jornadas del 28 de julio y expresó que Colombia siempre ha ofrecido sus buenos oficios a Venezuela y a la comunidad internacional para buscar soluciones construidas por los venezolanos.
Finalmente, el canciller venezolano aprovechó el espacio para desmentir la narrativa que se ha creado respecto al “Tren de Aragua” y su supuesta influencia y poder en la región, lo que calificó como una “ficción creada por la mediática internacional para tratar de crear una etiqueta inexistente, como lo hicieron en su momento con el Cartel de los Soles”.
Reafirmar la alianza ante intentos de división
El nuevo encuentro entre Venezuela y Colombia surge tras la sobreinterpretación mediática que hubo de las declaraciones del presidente Gustavo Petro sobre las elecciones venezolanas por parte de los medios de comunicación.
Anteriormente, cuando las cancillerías de Colombia y Brasil se unieron a comunicados de otros países de la región con relación al proceso de postulaciones en Venezuela, analizábamos, siguiendo el enfoque de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, la desorientación geopolítica en América Latina y la dependencia de Estados Unidos presente en muchos líderes regionales, no descartando las presiones que desde Washington se pudieran estar ejerciendo para forzar pronunciamientos y enrarecer el normal desenvolvimiento de las relaciones diplomáticas de Venezuela con sus vecinos.
Como bien lo expresó el presidente Nicolás Maduro en su programa televisivo, comentarios puntuales como los realizados por la Casa de Nariño ante el escenario electoral venezolano no tienen por qué sacarse de su justa dimensión de simples diferencias de puntos de vista para retratarlos como un síntoma de una supuesta tensión entre los gobiernos.
“No escandalicemos diferencias que se puedan tener. La vida es bonita cuando hay diferencia de criterios. De Colombia no nos separará nadie, tenemos grandes objetivos que cumplir juntos”, dijo el Jefe de Estado venezolano.
Es notable la presencia de actores que pretenden regresar al clima de confrontación y hostilidad que prevaleció entre Bogotá y Caracas durante las administraciones anteriores al presidente Petro. Esto se hace evidente a través de medios de comunicación, representantes de la oposición política en Colombia y Venezuela, e incluso facciones dentro del gobierno de Petro que, alineados a los intereses estadounidenses, buscan exacerbar cualquier desacuerdo para complicar y entorpecer los avances logrados hasta ahora en los ámbitos diplomático, político, económico y de seguridad entre ambos países.
Pero los hechos hablan por sí solos. Los pronósticos alarmistas sobre una inminente fractura en la relación entre ambos países, surgidos días previos a la reunión de los líderes, han tenido que ser matizados, admitiendo de forma indirecta que el impasse solo existía en la mente de algunos, no en la realidad.
Lo que se desprende de este encuentro es que después de años de tener que enfrentar a un país vecino que representaba una amenaza para su prosperidad económica y seguridad nacional, Venezuela ha mostrado en los últimos dos años una clara disposición a construir una relación basada en el respeto mutuo, la cooperación y la búsqueda de soluciones pacíficas. Ahora cuenta con un gobierno colombiano receptivo a estos intereses compartidos.
Tomado de Misión Verdad.
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