Internacionales

Argentina: El 1º de Mayo no es un día de fiesta, sino de lucha

MENSAJE DE LA OLP-RESISTIR Y LUCHAR

Las fechas en el calendario muchas veces no son solo eso sino que representan símbolos a favor o en contra de los pueblos. La que hoy se recuerda en Argentina y el mundo es una de las más significativas y a tener en cuenta por las y los trabajadores. Ocurrió hace 124 años, el 1º de mayo de 1886, cuando miles de obreros salieron a las calles de Chicago, en Estados Unidos, a reivindicar las 8 horas de trabajo diarias para poner fin así a las condiciones de esclavitud en que se malvivía, cuando no eran pocos los que laboraban 12 y hasta 16 horas muy mal pagadas. La manifestación multitudinaria derivó en enfrentamientos con la policía, quien cargó con la violencia acostumbrada y en una auténtica cacería detuvo a 8 trabajadores anarquistas acusándolos -como ahora también se acostumbra- de “agresión a la autoridad” y “terrorismo”. Los detenidos fueron víctimas de un juicio farsa donde después de un año de ilegalidades de todo tipo cinco de ellos fueron condenados a muerte. Esos hechos, que desembocaron en movilizaciones en todo el mundo exigiendo la libertad de esos revolucionarios, que finalmente fueron ejecutados, dieron paso a recordarlos como “los mártires de Chicago” y decretando de hecho que cada 1º de Mayo es el Día Internacional de las y los Trabajadores. Que quede claro, no se trata de ninguna fiesta, sino de un DÍA DE LUCHA contra el capitalismo opresor que 124 años después sigue matando de hambre a millones de personas en el mundo y utilizando la violencia para intentar someter a los que se rebelan con hambre y sed de justicia.

Mucho tiempo después de aquel aciago día, del que hoy precisamente se conmemoran 50 años, decenas de miles de compañeros y compañeras peronistas ávidos de construir una Patria sin explotadores y explotados, una Patria Socialista, salieron a la calle un 1º de Mayo de 1974 a gritarle a Perón y a su ministro López Rega, que su gobierno, por el que muchos militantes dieron la vida, estaba lleno de gorilas, de asesinos y de vendepatrias al servicio del capitalismo internacional. El líder de ese entonces no quiso escuchar la más masiva manifestación de pensamiento crítica de nuestra historia como país, y rompió amarras con su pueblo, generando la retirada de la Plaza de Mayo de quienes entre la traición a sus ideales y la lucha revolucionaria no dudaron en elegir esta última con todas sus consecuencias.

Y así llegamos hasta hoy, donde pocas horas antes de este 1º de Mayo un grupo de diputados decidió dar las espaldas al pueblo y terminar de convertir a nuestro país en una COLONIA de Estados Unidos, de Israel y de las corporaciones multinacionales. Una COLONIA capitalista donde el Virrey Milei y sus secuaces se disponen a seguir embistiendo contra las y los trabajadores. Todas y cada una de las leyes aprobadas en ese parlamente circense apuntan a destruir las pocas conquistas que aún quedaban en pie y que habían sido ganadas con lucha. Si este plan sigue adelante, no habrá más soberanía, ni territorio, ni justicia social. Lo decimos con la evidencia de lo que estamos viendo a diario, donde la velocidad de este gobierno por generar una Argentina para pocos parece imparable. Sin embargo, NO ESTAMOS DISPUESTOS A BAJAR LAS BANDERAS HISTÓRICAS DE LAS LUCHAS DE NUESTRO PUEBLO. Somos los hijos y nietos del 17 de octubre, del Cordobazo, del Aramburazo y del Argentinazo. Más allá de la oscuridad en que este gobierno quiera imponernos, aprovechando el estado de shock que generan sus medidas y de los burócratas y traidores que anidan también en algunos sectores del campo popular, estamos dispuestos a luchar. Se nos caería la cara de vergüenza si no lo hiciéramos, tenemos memoria y también dignidad para salir a defender lo que nuestro pueblo merece. Son tiempos difíciles, sí, pero si pensamos en los Mártires de Chicago y en todos los que los sucedieron, nos daremos cuenta que las grandes peleas se ganan peleando en las calles y no en las instituciones que el capitalismo tan bien sabe manejar. Es hora de no bajar la cabeza ni retroceder, como lo están haciendo en la Palestina ocupada quienes enfrentan al poder colonial y genocida israelí. La única lucha que se pierde es la que se abandona, dijeron las Madres de Plaza de Mayo, y estamos dispuestos y dispuestas que esa no sea una frase que se lleve el viento.

Viva el 1º de Mayo de lucha de las trabajadoras y trabajadores.
Gloria y Honor a los Mártires de Chicago y a todas y todos los que lucharon por más justicia para los pueblos
Unirse desde abajo, organizarse combatiendo

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