Cuba

El 71 Aniversario del Moncada


Se eligió el 26 de julio, porque ese día Santiago de Cuba estaba de fiesta. Eran carnavales. Sería más difícil detectar movimientos extraños en la ciudad. Desde distintos puntos de Cuba fueron partiendo los combatientes martianos, en coches, en tren. El 25 de julio de 1953 estaban casi todos en los distintos puntos de encuentro de la ciudad para organizar los preparativos de la madrugada del 26.

La ciudad estaba ruidosa con música por todas partes. Aquella noche Fidel con un par de compañeros, Pedro Trigo entre ellos, se acercó a la plaza central para detectar el ambiente. El objetivo de los martianos era asaltar los cuarteles Moncada en Santiago y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, bastiones militares del poder de Batista.

Tras el Golpe de Estado del dictador, los jóvenes de la Generación del Centenario se juramentaron derrotar a Batista, en homenaje a José Martí. Fueron Fidel Castro y su segundo, Abel Santamaría, los conductores de este proceso revolucionario. Eran todos muy jóvenes sin experiencia militar, sólo unas pocas prácticas de tiro, pero de grandes principios patrióticos. Muchas veces se reunían en la casa que alquilaron Abel y Haydée Santamaría muy cercana a la Universidad de la Habana, dónde guardaban algunas armas. Haydée era una de las más activas organizadoras. Ella sola llegó en tren a Santiago de Cuba con un cajón de armas, logrando despistar a los guardias batistianos.
Aquel entusiasta grupo dejó a sus novias, esposas e hijos en busca de liberar la Patria; vendieron lo que tenían, desde relojes, cámaras fotográficas, máquinas de escribir y aportarin gran parte de los salarios de sus trabajos para financiar aquella epopeya.
Chenar Piña, famoso periodista, vendió su única herramienta laboral, su cámara fotográfica.

La mayoría sabía que era probable que murieran en el combate, pero tenían una fe a toda prueba en su jefe Fidel Castro. Al día siguiente, por la mañana, como estaba previsto, los martianos cumplieron su misión: atacar por sorpresa los Cuarteles.
Una primera moto rompe la entrada del Cuartel Moncada. Luego un camión intenta penetrar por la puerta principal siendo repelido por la guardia que estaba despierta y atenta.

Fueron llegando los revolucionarios en coches, pero la resistencia interior era superior. Allí se produce el retroceso y la masacre, cayendo en combate o heridos y luego asesinados, los jóvenes martianos.
Fidel, en vista de la grave situación da la orden de retirada.
Quedan heridos o asesinados entre otros, Chenar Piña, Julio Trigo, Abel Santamaría, José Luis Tasende, Gildo Fleitas, varios de ellos hijos de españoles como Fidel y Abel.

Esa madrugada el coche de Pedro Trigo se rompe y se pierde en La Habana llegando cuando todo había terminado.
Abel Santamaría tenía como objetivo militar tomar el edificio del Hospital Saturnino Lora, junto a otros combatientes. El hospital estaba frente al Moncada.
Allí combatieron y resistieron atrincherados sin conocer la orden de retirada de Fidel.

Antes de la partida, los asaltantes se reunieron en la Granjita Siboney, Abel Santamaría habló a los combatientes: “Es necesario que todos vayamos mañana con fe en el triunfo; pero si el destino nos es adverso, estamos obligados a ser valientes en la derrota, porque lo que pase en el Moncada se sabrá algún día, la historia lo recogerá y nuestra disposición a morir por la Patria será imitada por todos los jóvenes de Cuba. Nuestro ejemplo merece el sacrificio y mitigará el dolor que podamos causarles a nuestros padres y seres queridos. ¡Morir por la Patria es vivir! ¡Libertad o Muerte!”.

Ese era el temple del segundo comandante del Moncada. Abel y otros moncadistas fueron apresados con vida y asesinados en la tortura.
Fidel, Raúl, Ameida y Ramiro son apresados despues. Es largo relatar todos los acontecimientos. El dolor de Haydée por el asesinato de Abel y de su novio Boris. Luego vendrá la cárcel, el juicio, el famoso alegato de Fidel: “La historia me absolverá.” Y luego la libertad que se logra luego de tres años de cárcel por la presión del pueblo en una Amnistía.
Fidel organiza entonces preparar el exilio en Mexico mexicano con los sobrevivientes y reorganizar las fuerzas patrióticas para preparar la invasión.

Allí se sumó un joven argentino que de médico del contingente se convirtió en uno de los máximos Comandantes de la Revolución. Ernesto “Che” Guevara.

El asalto al Moncada fue una derrota militar, pero se convirtió en un triunfo político estratégico, porque el pueblo de Cuba supo, a partir de allí, de la existencia del Movimiento 26 de julio, inspirados en José Martí autor intelectual del Moncada y la conducción de Fidel Castro, que llevarían al pueblo hasta la victoria final.
Sin el Moncada no podría haber existido la victoria del 1°de enero de 1959.

¡Gloria eterna a los mártires martianos! ¡Viva la Revolución Cubana!

(*) Escritor y documentalista.

Foto: Portal Cuba

Un comentario en «El 71 Aniversario del Moncada»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *